La Madrastra
Después de rescatar a Estrella.
Vieron incendiarse la casa, donde Estrella estaba secuestrada. Por suerte, pudo rescatarla a tiempo, antes de que Demetrio pudiera hacer algo, ya que estaba algo golpeada. Su sorpresa, fue cuando vieron a Diana metiéndose en esa casa en llamas para salvar a Demetrio, algo imposible, porque estaba debajo de las llamas.
Todos regresaron a la cabaña y llamaron a la policía ya los bomberos. Llevaron a Angelito a su habitación para que descansará al igual que a Leonardo (creo que es así el hijo de Estrella) y Estrella, ya que he respirado mucho humo.
María no se sintió muy bien, a causa de los golpes que había recibido por parte de Demetrio, pero no quería preocupar a su familia. Fue a ver como estaba su hija y la encontró durmiendo junto a su hijo. Fue a ver a Angelito. Sus padres, Alma y Ángel, estaban con él.
-No puedo creer que Angelito haya sido capaz de hacer eso.
-Ya no te preocupes más Alma, por suerte Demetrio murió y ya nada ni nadie nos hará daño.
-Lo sé, pero Angelito no es así, no era así.
-No te preocupes, seguro que vuelve a ser el niño de antes. Si vieras la cara que tenía cuando rescatamos a Estrella, estaba aterrorizado.
-¿Por cierto como está Estrella?
-Lo único que sé es que está dormida con Leonardo, acabo de ir a verlos. Será mejor que dejemos descansar a Angelito.
-Si, vamos.
Salieron de la habitación y fueron al salón. Mientras iban hacia el salón, María hizo algunas muecas de dolor, que Esteban vio.
-¿Estas bien María?
-Si, Esteban, no te preocupes - se sentó en el sofá y se hizo algo de daño - ¡Ay!
-¿Cómo qué estás bien, María? Vamos a la habitación y te reviso.
-Esteban, de verdad que no hace falta, estoy bien mi amor.
-Tu cara no dice lo mismo, mamá - dijo Ángel.
-Tu hijo tiene razón María, deja que te revise. Me quedaré más tranquilo, por favor.
-Mama, por favor haz lo que dice mi papá y mi hermano, Demetrio te golpeó algunas veces y no estás bien - dijo Estrella recién levantada, pero atenta a la conversación. María miró a su hija.
-¿Demetrio te golpeó? - preguntó Esteban mirándolamente.
-Si, pero no fue nada mi amor. De verdad, estoy bien.
-No, María. Ahora mismo vamos a que te revise. Vamos - cogió su mano y la llevó a la habitación - ¿por qué no me dijiste que Demetrio te había golpeado?
-Pensé que lo habías deducido, cuando entraste a por mi ya por Estrella - se sentó en la cama.
-Levántate la camisa un poco para a ver si tienes algo. - María se levantó la camisa un poco y Esteban vio que tenía un moratón, lo tocó un poco y María se quejó - ¿te duele? - ella asintió - ¿mucho?
-Solo un poco. Pero estoy bien Esteban. No te preocupes.
-Eso es lo que menos hago cuando me entero que ese infeliz fue capaz de agredirle a una mujer, a mi mujer. Y a mi hija.
-Estrella esta bien, gracias a Dios.
-Y a ti. Si no hubiera sido por ti, ahora mismo no estaría aquí. Gracias a ti, tenemos a nuestra hija de vuelta sana y salva.