Nuestro hijo II

467 25 4
                                    

Los meses siguiente fueron igual para Victoriano e Inés.

Levantarse muchas veces durante la noche, no dormir nada, cambiar muchos pañales, preparar muchos biberones....

Pero sin duda lo estaban disfrutando. Nunca habían vivido lo que estaban viviendo, la crianza de un hijo era algo increíble.

Bueno, si que llegaron a vivirlo, con Connie, pero no de la forma que ellos querían. En aquellos tiempos apenas se hablaban, apenas se miraban...

Y Victoriano estaba siempre muy alegre. Para no estarlo. Tenía a la mujer de su vida con él, era su esposa, su mujer y estaba criando a su hijo junto a ella, quien se había convertido en la mamá que todo niño necesita.

Porque como dicen: "Madre no es la que engendra, es la que cría".

Y eso hacía Inés y no por obligación, sino porque ella era así. Ese niño le había robado el corazón y no le importaba quien era su madre.

Ahora era ella su mamá y lo iba a amar y a cuidar al igual que hizo y lo hace con sus hijos, incluidas las chicas.

*************************
6 AÑOS DESPUÉS

XX: ¡Mami!

El pequeño de 6 años corrió hacia su mamá, quien la esperaba en la puerta de casa. Y detrás venía el papá con la mochila del niño.

IN: Mi príncipe... (llenándolo de besos después de cogerlo en brazos).

El niño la imitó y empezó a darle besos por toda la cara. El papá caminaba hacia ellos sonriente.

VIC: Vais a acabar todos los besos que hay en el mundo y yo quiero alguno, mis amores.

Inés se separó del niño un poco y vio al hombre que la traía loca desde hacía años. Aunque esta vez no estaba tan alegre de verlo.

En cambio él tenía muchísimas ganas de abrazar y besar a su mujer. La noche anterior había llegado tarde y ella ya estaba dormida. Y esa mañana él se había ido muy pronto.

Aún así, ella correspondió al beso.

VIC: Cada día más guapa, morenita. No sé qué como lo haces.

IN: Papá ya empieza como siempre, mi cielo. Mejor vayamos dentro (con intenciones de ir hacia dentro de la hacienda).

VIC: ¿Ahora resulta que ya no le puedo decir piropos a mi mujer? (deteniéndola antes de que entrara).

Ya él sospechaba que estaba algo enfadada. Pero la palabra "algo" se quedaba corta.

IN: No esta vez. Vamos a lavarte las manos, campeón (todavía con el niño en brazos empezó a subir las escaleras).

Victoriano suspiró y dejó la mochila del niño en el sofá de la sala. Se dirigió al comedor, donde ya había algunas personas.

VIC: Hola a todos, ¿cómo estáis? (dándoles besos a todos).

En la mesa solo faltaban su hija pequeña y su yerno, que a la vez era su hijastro. Pero que lo quería como un hijo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 06, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Pareja TEKILA // FanficsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora