La mañana siguiente de pedirle matrimonio a Inés y que todo el mundo se enterara de que pronto sería la señora Santos, dueña y señora de todo lo que Victoriano poseía, empezaron a planear la boda, que sin duda sería la boda del año. Y de eso se encargarían las Santos..
Co: ¿Y cuándo vamos a ver tu vestido de novia nana?
I: Cuando querais.
Co: Pues hoy mismo.
I: ¿Tan pronto?
Ca: Nana, el vestido es lo primero que se compra.
I: Bien, pues iremos hoy.
Victoriano veia esa escena con una sonrisa, todavía no podía creer que se iba a casar con su morenita.
Tanto tiempo separados que le costaba creer que su mayor sueño se iba a cumplir muy pronto.
V: Por el dinero no os preocupéis, gastad lo que sea necesario para la boda.
I: Victoriano...
V: Esa es mi última palabra morenita.
I: Esta bien..
Las chicas sonrieron, todavía no creían como su papá había cambiado. Ya no era el mismo de antes.
Ahora siempre estaba feliz, lo veías con una sonrisa, bajaba a desayunar de buen humor, era romántico con su nana, cosa que nunca habían visto de él.
Espera, ¿he dicho romántico? ¿Victoriano Santos? No puede ser posible eso.
D: También tenemos que mirar las flores, nuestros vestidos, las invitaciones...
V: Inés y yo queremos que vosotras tres, juntos con vuestros novios seáis las madrinas de nuestra boda..
Co: ¿Really?
Ca: ¿De verdad?
I: Claro que si.
D: Ay pues muchas gracias a los dos (las tres los abrazaron y los besaron)
Co: Entonces tenemos que ir del mismo color.
Ca: ¿Qué color cogemos?
D: Vamos a por nuestros bolsos y nos vamos nana.
I: Esta bien, aquí os espero. (las tres chicas se fueron hacia sus habitaciones hablando sobre qué color escoger)
V: Que ganas tengo de que llegue ese día.
I: Yo también.
V: Verte entrar de blanco hacia el altar, será lo más bonito que vea en mi vida. Aparte de ti claro.
I: Ay Victoriano (se rio)
V: Es la verdad (se acercó a ella y la besó)
I: Pueden vernos.
V: No me importa, muy pronto serás mi esposa, eres mi novia, mi prometida.
I: Suena raro escucharte decirme eso.
V: ¿El que?
I: Que... que soy tu novia... (los dos sonrieron)
V: ¿Por qué?
I: No lo sé. Hace tanto tiempo que no soy novia de alguien, bueno, novia de ti, porque has sido el único hombre que he tenido como novio, que hasta lo escucho raro.
V: Te acostumbrarás morenita, porque se lo voy a decir a todo el mundo. Voy a gritar a los cuatro vientos que te amo y te he amado siempre y que por fin serás mi mujer.