/ CAPITULO 48 - LAS AMAZONAS / (capítulo en el que Débora casi tira a Inés por las escaleras)
VAMOS A HACER COMO QUE DÉBORA NO ESTÁ EMBARAZADA.
Después de salir de casa de Loreto, Victoriano y Emiliano se fueron hacia la Hacienda, pero a mitad de camino Emiliano se sintió mal, y Victoriano lo llevó al hospital.
EM: Gracias por traerme (estaba sentado en una silla de ruedas en uno de los pasillos del hospital)
VIC: Emiliano, yo sé qué tú no tienes la culpa de nada, pero, desgraciadamente eres hijo del hombre que más odio en esta vida.
EN: Y usted, en cambio, es el papa de la mujer que más amo en el mundo.
VIC: Recuerda que Constanza es una mujer casada, te tienes que olvidar de mi hija, alejarte de ella, ¿está claro?
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EM: Y también la voy a apoyar en todo lo que quiera, mucho más ahora que está preocupada con eso de la muerte de ese tal Vicente. Ya que estamos hablando, quiero preguntarle por las dos pistolas que salen en una foto, ¿dónde están?
VIC: No sé de que foto ni de que pistolas me estas hablando. Necesitaría ver esa foto para poder responderte.
EM: Constanza y yo queremos saber la verdad, queremos saber quién mató a Vicente. A lo mejor, así podemos acabar con el odio que nos ha separado. Por que una cosa si le digo don Victoriano, nunca, pase lo que pase, voy a dejar de amar a su hija.
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VIC: Sí, sí ahora los recuerdo Estas pistolas eran de Vicente, una de ellas fue precisamente con la que Loreto lo amenazó, no tengo idea que fue de la otra pistola.
Ya estaban en la Hacienda, concretamente en el despacho, viendo la foto que Emiliano le había dicho anteriormente a Victoriano.
EM: Se ve que eran iguales, ¿no? Si mi papá tenía una, ¿entonces donde quedó la otra?
VIC: ¿Yo cómo voy a saberlo, hijo? No tengo una respuesta para tu pregunta.
EM: A lo mejor la doñita Diana, ¿sí, no?
VIC: ¿Y ella por qué?
EM: Me dijo Connie que la señora aseguró que ella sabe quién mató a Vicente, porque ella estuvo ahí. Por eso Connie se lanzó a hablar con la doctora que atiende a la señora, quiere saber si pueden ayudarla a recordar eso, por si es de verdad o solo una alucinación de la doñita.
VIC: Si Diana Elisa estuvo ahí y yo no la recuerdo, pero si estuvo ahí y sabe quién es el asesino, pues eso va a resolver muchas pero muchas interrogantes.
...
Emiliano salió del despacho segundos después y Victoriano se quedó pensando en lo que había hablado con Emiliano.
Pensando, pensando y pensando, se levantó de su silla y empezó a caminar por dentro del despacho. Miró su reloj y vio que casi era la hora, hora en la que Inés siempre le llevaba su café y se quedaba con él para hablar.
Esos momentos con su morenita era lo que más le gustaba a Victoriano. Poder estar cerca de su morenita, sin que nadie los moleste, le encantaba y no veía el día para poder hacer eso sin tener que esconderse.
Unos golpescitos a la puerta hicieron que volviera a la realidad, sabiendo que era Inés. Pero no...
VIC: Adelante.
JAC: Aquí está su café, patrón.
Se extrañó, Inés era la que siempre le llevaba el café.