Nuestro hijo

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INÉS Y VICTORIANO

Después de muchos años separados por una mentira, por fin vivían su amor libremente. Se habían casado, tenían unos hijos maravillosos y muy pronto se descubriría si Alejandro era el hijo varón tan deseado de Victoriano.

Estaban disfrutando de su luna de miel. Justo ahora desayunaban en la terraza, con vistas del pequeño bosque y río que tenían al lado de la cabaña.

Disfrutaban de la tranquilidad y del aire que había allí. Por eso, en tan poco tiempo les había encantado ese lugar, por la paz que habíamos.

También disfrutaban de la compañía del otro, sin creer todavía que se habían casado y que nunca más se separarían.

Después de desayunar, se acercaron al río. Había un pequeño puente para pasar de un lado al otro. Y diferentes tipos de vegetación.

Victoriano arrancó una flor que había visto, de las más bonitas, por no decir la más bonita, y se la puso a Inés en la oreja.

Ella, a modo de agradecimiento, le sonrió y lo besó. Ya nunca más se rehusaría a besarlo pensando que hacían algo malo o con miedo por si alguien los viera.

Eran marido y mujer, que fueran todos acostumbrándose a verlos besarse, porque ninguno de los dos rechazaría la oferta.

VIC: Estás preciosa, morenita.

IN: Porque me miras con amor.

VIC: Te miro con los ojos que tengo (cogiéndole las manos).

IN: Nunca dejarás de decirlo, ¿verdad?

VIC: A ti nunca dejaré de decírtelo (la besó).

IN  ¿Vamos a dar un paseo?

VIC: Claro que sí, morenita (empezando a caminar abrazados).

IN: Me parece increíble todo esto.

VIC: ¿Qué estamos juntos?

IN: Sí. Que estemos casados.

VIC: A mi también me parece increíble, pero me encanta. Por fin eres la señora Santos. La única que he querido que fuera.

IN: No digas eso.

VIC: ¿Por qué? Es la verdad.

IN: Tus hijas... (Victoriano la cortó).

VIC: Nuestras hijas...

IN: Nuestras hijas se pueden sentir mal con eso. Su madre también fue la señora Santos.

VIC: Ellas saben el motivo por el que me casé con su madre. Y no fue precisamente por amor. Eso vino después, junto con el cariño por la convivencia.

IN: Pero...

VIC: Morenita, (parando de caminar y girandose a mirarla) nuestras hijas saben lo mucho que te amo y lo mucho que quise a su madre. Saben que con ella también fui feliz, pero no fui feliz de la misma manera que cuando estuve contigo, que cuando estoy contigo. Contigo soy inmensamente feliz, tengo al amor de mi vida a mi lado, ¿cómo no voy a ser feliz?

IN: Mi amor...

VIC: No quiero que llores, morenita (secándole el mismo las lágrimas). Ya has llorado bastante durante toda tu vida y no ha sido nada justo.

IN: Estoy llorando de felicidad. Porque te amo tanto.

VIC: Tristeza, felicidad, me da igual. Nunca más vas a llorar. Solo quiero verte sonreir y reir.

IN: Claro que sí.

VIC: Y yo te amo muchísimo más (se acercó y la besó).

Pero en mitad del beso, el teléfono de él los interrumpió.

Pareja TEKILA // FanficsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora