Capitulo 8

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Cuando los escalones se terminaron y el joven llegó al pasillo las luces de toda la casa se apagaron, dejando solo oscuridad una completa oscuridad.
Entonces New se sintió acorralado, sentía su corazón golpear fuertemente su pecho, haciendo que le empiece a costar respirar.
Cayo al piso, hundiendo la cabeza entre sus piernas y rodeandolas con sus brazos. Es que había algo que solo su hermano sabía, y era que ese joven orgulloso y rebelde le tenía miedo a la oscuridad, mucho miedo.
La oscuridad lo convertía de nuevo en un niño de seis años, por ello en ese momento el joven volvió a ser un pequeño acurrucado entre sus piernas temblando de miedo, llamando a la única persona que lo hacía sentirse bien y seguro.

—Mook.... Mook la... la oscuridad Mook —susurraba llorando.

Joven New —lo llamó entonces el castaño cuando con la luz de su linterna pudo verlo en el piso—. ¿Joven New que sucedio?—cuestionó arrodillandose frente a el aún con la linterna en las manos.

—No.... no por favor.... no —gritaba el joven cubriendo su rostro de la luz—. Aléjense.... aléjense de mi —repetía entre sollozos.

Y en ese momento el castaño pudo darse cuenta que la luz de su linterna solo lo ponia más nervioso, entonces la dejó a un lado.

Soy yo joven, soy Tul no tiene porque sentir miedo.... estoy aquí —dijo y cuando escuchó esas palabras New se lanzó a los brazos del castaño abrazandolo con fuerza, como si fuera un niño.

—Mook.... Mook —susurraba hundiendo su cabeza en el pecho del castaño mientras este solo lo abrazaba, porque sentía, si podía sentir como el cuerpo del joven temblaba.

—Esta bien... estoy aquí —afirmó en voz baja acariciando su cabeza—Estoy aquí.

Logró levantarlo del suelo y  segundos después sintió como comenzaba a calmarse, su respiración volvía a la normalidad y había dejado de temblar, por suerte luego de unos minutos más la luz volvió.

—New —dijo entonces el abogado acercándose al verlo entre los brazos del castaño haciendo que se separen—. Perdón hermano no sabía que habías vuelto, perdón —repetía abrazandolo fuerte.

—Esta bien Max, estoy bien—afirmó el joven en voz baja.

—De verdad lo siento New.

—Estoy bien Máx —repitió este apartándose—. Voy a mi habitación.

—¿Esta seguro que está bien? —cuestionó entonces el castaño preocupado.

—Mm —solo pronunció el joven asintiendo y comenzó a caminar a su habitación.

—¿Qué fue lo que le pasó? —cuestionó el castaño mirando a su jefe cuando la puerta de la habitación del joven se cerró.

—Escuche Sr Pakorn yo...

—¡Fue solo un apagón! —escucharon gritar entonces a Tay mientras se acercaba a ellos—. Pero ya pasó.

—Es bueno saber eso —respondió el abogado—. Sr Pakorn hablamos más tarde de esto... por el momento solo no lo mencione—murmuró el hombre volviendo a la habitación de su hija.

—¿Qué sucedió? —cuestionó curioso el azabache al llegar frente a su amigo y ver su rostro.

—Oh mm nada, no te preocupes amigo.

—¿De verdad?

—Si... ¿pero de todos modos donde estabas? —cuestionó cambiando de tema.

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