VII

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VII. Invitada.


"Y cuando los demonios danzan a nuestro alrededor no me aterran,
Porque en los brazos de él está la peor condena."

-HELEC.


Heber H.

Arrugo mi entrecejo cuando llega la hora de la cena y Helec no se encuentra aquí.

—¿Avisó que no llegaría a cenar? —Pregunta mi hermana refiriéndose al mayor de todos.

—No, no avisó. —Respondí y Hagar asintió antes de seguir sirviendo la cena para nosotros.

—¿Empezamos sin él? —Huram pregunta luego de agradecerle a Hagar cuando esta dejó la comida frente a él.

—Helec fue el que puso la ridícula regla de que la cena se respeta, así qué hay que comer aunque no esté, que se joda. —Horem contestó la pregunta de su mellizo, y antes de que pudiéramos decir si estábamos a favor o no, Hiel habló;

—¿Ahora si quieres seguir las putas reglas? —La voz salió en un tono agresivo, últimamente había mucha tensión entre Hiel y Horem.

Horem, con indiferencia, tomó el tenedor llevándose una porción de comida a la boca, masticó y tragó sin dejar de mirar a su hermano y únicamente al finalizar se dignó a responderle.

—Sigo las reglas cuando me conviene, y las rompo cuando se me antoja verte la cara de imbécil.

El resto de mis hermanos y yo compartimos miradas rápidas, estábamos listos para intervenir la pelea que se avecinaba, porque claro que venía una, lo único que lo evitó fueron los ladridos de Dax al correr a la puerta principal.

Dax no es un perro que se emocione cuando llegamos a la casa, le da igual si llegamos o si nos vamos , así que el hecho de que ladrara con emoción e insistencia nos hizo dejar de lado lo que acababa de suceder.

Se escuchó la puerta principal abrirse, Dax continuó ladrando aún cuando se escuchó a Helec decir que guardara silencio, y, casi al instante, se escuchó un pequeño grito femenino que reflejaba emoción.

—¡Dax! —Aquella voz me puso nervioso, ¿qué mierda hacía Lærke en nuestra casa?

Huram fue el único que se levantó yendo a la sala, Hagar y Hanun se miraron, Hiel y Horem se pusieron tensos, sin duda nadie sabía que estaba sucediendo, incluyéndome.

—Familia. —Helec apareció en el comedor, detrás de él venía la chica de ojos verdes que siempre rondaba en mi mente, Huram le susurró algo mientras que Dax se mantenía a su lado moviendo la cola. —Tenemos una invitada.

Hubo un silencio incómodo, este solo se vio roto cuando Hagar se levantó. —Traeré otros dos platos. —Avisó yéndose.

Nadie más emitió palabra alguna. Lærke lucía incómoda evitando mirar a cualquiera de nosotros, sin embargo falló, y cuando sus ojos encontraron los míos, las palabras brotaron de mi boca como si tuvieran voluntad propia.

—Eben-ezer, Lærke.


Lærke.

Estar frente a todos los hermanos Hagebak me causa escalofríos.

Mi mente evoca la última vez que los vi; el bosque, Fernanda, la muerte de mis padres, y sin olvidar su abandono.

Todos los recuerdos pasan tan rápido que por un momento me siento mareada, asqueada por todo lo sucedido y aterrorizada por lo que puede suceder.

HELEC  #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora