"La marea sube"
Una familia de 3 integrantes estaba llegando a su hogar después de ir de compras, el padre se encargo de guardar todo lo que habían comprado mientras la madre fue a darse un baño, dejando a la pequeña niña en su cuarto.
Pero ella era inquieta, y aprovechando que su papá estaba cerca y aparentemente desocupado, le iba a preguntar algo importante para ella.
"¡Papi, papi, papi!" - Su voz desbordaba alegría e inquietud, era evidente que estaba ansiosa de saber la respuesta a esa incógnita que estuvo en su cabeza desde hace un mes -
"Dime hija" - El padre terminó de guardar una pequeña lata de comida en una repisa y miró a su hija con una sonrisa -
"Siempre los escucho a ti y a mamá hablar sobre una entidad rara y que era muy poderosa llamada... eh..." - La pequeña infante hizo un esfuerzo por recordar el nombre de aquel ser -
"H-Hija, olvida eso, m-mejor vamos a jugar con tu nuevo juguete, ¿que dices?" - El nerviosismo de aquel hombre hizo que empiece a tartamudear y sudar, por alguna razón queria evitar el tema a toda costa -
"Dios... se llamaba Dios"
"Pues si, así se llama... creo que no debimos hablar de eso contigo presente" - Le acaricio la cabeza con cariño - "Y bueno, ¿que me quieres decir sobre el?"
"Es que... desde hace 1 mes cuando voy a dormir tengo sueños extraños, donde veo a un extraño hombre calvo con una capa genial sentado en una silla, pero siempre que intento acercarme, el voltea a verme y de sus ojos sale un humo blanco, y todo se vuelve negro, solo escucho a ese hombre repetir una y otra vez la palabra Dios hasta que me despierto, m-me dio miedo papi, aunque ese calvo se parecía a ti jaja"
"¿De verdad?"
"Si, podría jurar que son la misma persona"
"Wow..."
"Aunque claro, tu no eres calvo"
"Bueno, si tienes pesadillas, puedo decirle a tu tía que venga para que te ayude con eso, ella es buena en..."
"¡N-No!, ¡ya no tengo miedo de ese sueño!, s-solo que... tengo una pregunta... y quiero que me respondas con sinceridad, por favor" - Su voz se puso sería de repente, haciendo que su padre igual se ponga serio -
"Claro, te diré la verdad"
"Papá... ¿quien es Dios realmente?"
No se esperaba esa pregunta, no sabía como responder, ¿que debía hacer?, ¿contarle la verdad o seguir mintiendole a su hija para tranquilizarla...?, era una decisión difícil de tomar.
"Ok... te contaré la verdad..."
Una vez que dijo eso, llevo a su hija hasta el sillón de la sala, ambos se sentaron y el padre comenzó su relato.
"..."
¿?: ¡Hijo, levántate!, ¡vas a llegar tarde a la escuela! - Exclamó una bella señora de unos 39 años de edad, teniendo su cabello de un marrón claro, contextura normal y unos hermosos ojos color marrón -
Saitama: ¡Ya voy mamá! - Respondió un chico de unos 16 años de edad, teniendo su cabello de color negro y unos ojos del mismo color. Bajo de su cuarto y llego a la sala - discúlpame por levantarme tarde, me quedé dormido... lo siento.