El Diario De Melissa Lester

16. Sus sexys piernas

MELISSA

Lo malo de estar en el consejo estudiantil es que me quita horas de clases importantes y esas mismas horas no me permiten verlo a él, mi tío me llamo antes de que entráramos a clases para reunirme con el consejo y coordinar el tema de los juegos.

Resople dejándome caer en el asiento, me había puesto en orden para reunirme con las chicas, necesitaba un descanso sin duda, esto de andar pensando todo el día en mi profesor me ha dejado agotada mentalmente.

—¿Escuchaste, Melissa?

Mire a ver a mi grupo al oírlos.

¿Estaban hablando ¿desde cuándo?

—Lo siento, no—asumí de repente avergonzada, sacudí la cabeza poniendo atención esta vez.

—Lo que te decía es que...

Deje de escuchar sin querer todo a mi alrededor, pero no era mi culpa, por supuesto que no lo era, no cuando mi profesor de inglés está entrando por la puerta.

Suspire.

¿Acaso no puede verse menos guapo?

Joder, es como si aura sexy caminara junto a él, lo repase lentamente y no cabe duda que llevar esos pantalones ajustados debería ser un delito, sus sexys piernas se movían hacia mí...

Espera ¿hacia mí?

—Chicos—saludó y yo tuve que sostenerme del asiento para que su perfume no me arrastrara hacia atrás.

No dije nada, si las piernas me temblaban ahora no quiero imaginar mi voz, lo vi sacar un par de papeles para luego sentarse en un asiento continuo al de nosotros.

¿Qué mierda hacia aquí?

Ni idea, pero no me importa, no cuando lo tengo tan cerca.

ETHAN

Estaba transpirando, por todas partes, saque mi pañuelo de mis bolsillos traseros y seque el sudor que se me deslizaba por la frente.

¿En qué momento le pareció buena idea al director ponerme cerca de su sobrina?

Maldita sea, esto debe ser el karma.

Sí, estoy seguro que es eso, no he dejado de pensar en ella desde anoche y eso me pone muy mal, porque es solo mi alumna. ¡Ni siquiera me parece atractiva!

Aja si, aja.

Gruñí.

—Profe, ¿se encuentra bien? —una de las chicas si mas no recuerdo, Stella me pregunta ligeramente preocupada.

—Sí, si tranquila.

La vi asentir sin atreverme ver un poco más a la derecha, justo donde se encontraba ella.

—¿Cómo así por aquí, profe? —preguntó la que menos quería que lo hiciera y no quería, no quería mirarla.

Deja de comportarte como un adolescente.

Recibí una cachetada mental de mi consciencia y me erguí en el asiento, cuadre mis hombros y exhale despacio antes de verla.

—El director me pidió que los vigilara, estas sin un tutor que los supervise y mi primera hora de clase ya terminó.

Pareció sorprenderse, tal vez de no darse cuenta de que ya llevaba más tiempo aquí, la vi querer preguntar algo, pero antes de que pudiera decir algo, la interrumpí.

—Tranquila, no envié tareas por hoy—asintió distraídamente y me obligué a apartar la vista de ella.

Muy bien, Ethan, una palmadita.

***

AUN SIGO AQUI.... 

LA NOVELA VA TRANSCURRIENDO DE MANERA LENTA, PERO NO SE PREOCUPEN QUE YA ESTAMOS.