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-Comprometidos-

YoonGi y JiMin se educaron de maneras diferentes.

JiMin pertenecía a la clase sumisa, el lado más bajo en la jerarquía social. Los que tenían que soportar sin decir nada o quejarse. Sometidos a toda clase de abusos.

YoonGi en cambio, pertenecía a la clase dominante, la clase alta dentro de la sociedad. Quienes mandaban y aprovechaban su autoridad para amenazar y amedrentar a los sumisos. Sabiendose que la ley los respaldaba a ellos.

Cuando les llegó la hora de formar un hogar, en las residencias de estos chicos, se vivían ambientes diferentes.

- ¡Ponte un paño o venda! ¡Lo que sea! ¡No me importa!- dijo molesto el hombre adulto abofetando a la mujer, derribandola de nuevo. La señora Park, asintió y sin levanyar la mirada, casi arrastrandose, tomó las vendas que estaban en su cajonera para colocarlas en sus brazos y no sangrara demasiado.

Su padre se había pasado de nuevo, los golpes eran una travesía sin fin cada mañana, era la forma de su padre para darle las "gracias" a su madre por el desayuno.

JiMin escuchaba de fondo. No podía meterse. Su padre ya lo había golpeado lo suficiente el día de ayer, por sus excelentes calificaciones, la única razón por la cual le había permitido seguir estudiando fue porque tenía talento para ello. Presionó su brazo herido y suspiró, yendo al lugar de siempre, para esperar a la familia de su prometido. Ni siquiera sabía quien era. Y estaba aterrado... pero no podía hacer nada, de lo contrario el castigo impuesto, sería doloroso.

En casa de los Min, las cosas eran un tanto diferente.

- ¿Se ve real?- pregunta la mujer a su esposo.- Temo que te lleven a la cárcel por esto...

El hombre suspira, YoonGi mira a sus padres, suspirando. Su madre está maquillando su rostro otra vez, para poder salir de casa.

- No digas nada, YoonGi- El hombre le dice. El mencionado asiente- Por esta vez no digas nada...

- No lo entiendo, ¿por qué mamá debe hacer eso?- pregunta viendo el rostro violaceo en algunas partes, debido al maquillaje.

- Aunque ahora permitan que los jóvenes maquillen este tipo de marcas, es mal visto que adultos cómo nosotros lo hagan, recuerda que es visto cómo honor y reconocimiento...- su madre le explica- Además, tu padre puede ir a la cárcel sí se enteran de que no me maltrata mostrando su autoridad y el amor que profesa por mí... y yo...

- Lo hacemos para proteger a tu madre... más que a mí...- su padre habla- Todo ha sido para evitar que la humillen de otra forma, sabes lo que dicen las leyes, sí se enteran de que no la maltrato, la guardia va a venir y va a hacer con ella lo peor...

YoonGi se estremece al escuchar eso. No... ni siquiera quiere imaginarlo.

Una vez su madre termina de colocar el maquillaje, salen rumbo a la casa Park. Hace unos días, los Park solicitaron una sesión con sus padres, y al ver la foto del chico, accedió a conocerlo y formalizar el compromiso.

El chico era lindo, suponía que llevaba maquillaje puesto pues pudo ver un moretón, al acercar la fotografía, mal cubierto.
YoonGi puede ver a personas, hombres y mujeres, que portan golpes que sabe que son reales, algunos incluso los llevan sangrando, no puede mostrar compasión o sus padres pueden recibir un castigo.

JiMin está esperando, y con sus manos presionando su pantalón. El timbre suena y su padre sale a abrir. Los Min entran, notando todo impecable y YoonGi dirige su mirada al chico sentado en el sofá de dos piezas.

- Un gusto señor Min, anticipaba su venida antes- menciona- ¡Lin, baja ya!- grita colerico. Los Min tratan de mostrarse igual que la familia Park.- Me alegra que haya decidido citarse con nosotros, mi esposa y yo realmente deseamos que nuestro hijo JiMin, pueda tener una buena vida...

- Le aseguro que YoonGi, hará lo correcto para que no se arrepientan de su decisión- el señor Min dice serio y con voz grave- Mi hijo está estudiando la universidad... hace unos años a los sumisos no se les permitía hacerlo, ¿su hijo aún estudia?

- Tiene algo útil...- le dice el señor Park mirando a JiMin de forma despectiva, el menor se encoge aún más en su lugar- Es bueno en lo que hace, no está mal para la clase sumisa...- la esposa baja y hace una reverencia a los invitados.- Disculpen que haya tardado... sumisos...- sonríe forzado.

- Con todos presentes, creo que podamos dar paso al compromiso- el señor Min menciona presuroso.- YoonGi tiene planes de vivir en el centro de la ciudad, ¿están de acuerdo que JiMin se vaya con él?

- Claro... su hijo tiene la potestad para decidir sobre la vida de JiMin, entiendo que quizás desee que ya no estudie... aunque ahora pueden hacerlo, yo opinaría que sería mejor que se quede en casa... mi esposa lo entiende- dice serio, pero siendo amable con el señor Min.

- Eso es algo que decide mi hijo- espeta el señor Min- Bien, quiero que se casen este fin de semana, YoonGi está de acuerdo, y a JiMin le agradará estar con él, hemos educado muy bien a YoonGi y será un gran esposo para su hijo...

JiMin siente cómo el corazón se le oprime. Pero... así vive todo el mundo. Y esa es la forma de vida...

YoonGi le mira, él va a enseñarle... claro que sí. Va a enseñarle una forma de amar que no conlleva golpes ni maltratos...

Maltratos 《yoonmin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora