Maltratos 《yoonmin》

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JiMin estaba rodeado de sumisos. Y con su personalidad tan cohibida, estaba sintiendose aterrado.

- JiMin por favor, dime que maquillaje usas...- le pregunta una de sus compañeras. Algunos sumisos están desesperados, ahora con el permiso de maquillarse, ningun dominante desea ver a su sumiso con las marcas que dejan luego de haberlos amado-abusado.

- Por favor, ya no sé que hacer...- otro sumiso menciona casi llorando, puede verse lo morado de su ojo y los hematomas en el cuello.

- Comparte con nosotros- los sumisos están desesperados, sofocando a JiMin esa mañana, las clases se han retrasado un poco, tratan de ser silenciosos para no llamar la atención de nadie que pase por el pasillo.

JiMin tiene pánico... no sabe que hacer y solo dese que YoonGi llegue a sacarlo de en medio de todos ellos. JiMin usa solo una pequeña base que da la ilusión de estar usando maquillaje, pero YoonGi nunca lo ha golpeado, él no tiene "marcas de amor", su rostro no tiene cicatrices que cubrir.

- Yo lo siento...- dijo cohibido y mirando a todos a su alrededor. JiMin mira por la puerta esperando que llegue YoonGi o alguien.

En ese momento varios dominantes entran, seguidos de un hombre de la autoridad, para poner orden al ver a todos de pie, los sumisos corren y se tropiezan entre ellos para sentarse y evitar un castigo severo.

- ¿Qué hacen de pie?- pregunta la autoridad y todos bajan la cabeza. JiMin tiembla, al escuchar los pasos y el golpe que ejerce el hombre con su vara en su otra mano.- ¡Respondan!

Su grito hace temblar a mas de uno y a otros se le escapan lágrimas. JiMin ruega que YoonGi llegue, no quiere que alguien abuse de él, no quiere...

Los dominantes que están presentes escanean a varios de los sumisos y uno se acerca a JiMin.

- Podemos divertirnos...- dice de manera retorcida y a la fuerza levanta el rostro de JiMin lastimando su cuello.- Entiendo porque Min te abusa tanto... lástima que mi padre no te escogió... pero ahora...

- No lo hagas, SonIk- la voz de YoonGi resuena en el aula- ¿Pensabas que no sabía que buscabas a mi sumiso?- la autoridad no entiende que sucede.

- ¿Qué pasa entre ustedes dos?- pregunta a ambos dominantes.

- Verá señor, Min me dijo que entregaría su sumiso unos días a mi persona- YoonGi presiona sus puños.

- Nunca dije eso, soy celoso con lo que es mío- se acerca y aparta a SonIk de JiMin- Detesto que alguien que no sea yo o mi padre lo toque- su voz es penetrante, y es escucha airada- ¿Por qué permites que te toquen otros hombres? Nadie puede tocarte- reprende a JiMin. El menor solo asiente y baja la cabeza, los demás sumisos están sorprendidos por eso...

La autoridad mira a YoonGi de pies a cabeza, buscando alguna falla, pero le parece lógico, es un dominante mostrando su autoridad sobre su sumiso.

- Señor SonIk puede ser castigado por blafemias hacia un dominante- la autoridad dice. El mencionado mira a sus compañeros, quienes parecen aterrados, los sumisos pueden observar de reojo lo atemorizados que se sienten los dominantes por primera vez.

YoonGi toma la mano de JiMin y lo aleja de SonIk, manteniendo su vista fija en el bastardo que quiso abusar de su pareja, conteniendo las ganas de matarlo a golpes.

Llega el docente a cargo de esa clase de sumisos y mira el escenario bastante caótico dentro del aula, los dominantes son obligados a salir, incluyendo a YoonGi, la autoridad también cede el lugar al catedrático, JiMin suspira y todos saben que sufrirá un castigo por permitir que alguien más lo toque, será castigado por su pareja, su padre y suegro dominantes.

Pero contrario a lo que el mundo piensa, una vez están dentro de su apartamento y a puerta cerrada YoonGi arroja su mochila por el pasillo, estampandola contra la pared haciendo que JiMin cierre sus ojos con miedo. Escucha a YoonGi maldecir y caminar en círculos, sabe que hoy es el día...

Y lo teme... tiene miedo, cómo aquella vez en que su padre lo molió a golpes por haber hecho la comida...

- Cielos...- de un momento a otro, YoonGi le está abrazando un poco fuerte. No entiende ese comportamiento- Joder, soy un mal marido, debí saber que algo planeaban... perdóname, amor...

JiMin suspira y llora, no quería que abusaran de él, YoonGi nunca lo había tocado, y pensar que alguien más lo haría le quitaba el sueño, sabía y estaba cien por ciento seguro que nadie haría algo para ayudarlo, que acabarían con la vida en sus ojos, la mayoría de sumisos eran muertos en vida debido a las agresiones constantes que recibían de parte de sus parejas, familia, e incluso la autoridad.
Se aferra a la camisa de YoonGi, su llanto es doloroso, porque es de terror puro, teme que en algun momento YoonGi no pueda llegar a defenderlo o a salvarlo...

- Estaré más pendiente...- son las palabras de YoonGi. En ellas esconde una promesa que el mayor hace en sus pensamientos, porque no quiere perderlo...

JiMin solo desea que ese día no acabe, que el sentimiento desconocido que siente cuándo YoonGi lo abraza perdure todo el tiempo, que ya no vuelva a amanecer, porque no quiere ir a la universidad de nuevo, pero sabe que quedandose en casa el peligro es el mismo, YoonGi debe trabajar, y la única solución es que vuelva con sus padres, pero eso provocaría una humillación pública y eso es peor...

Los castigos, los golpes... ni siquiera YoonGi ha encontrado razón para golpearlo. Y que alguien más lo haga, o lo intente, quema su interior con desesperación.

La autoridad y las leyes nunca lo protegerían, si su dominante u otro de la misma clase social abusara de él, lo violara o agrediera de cualquier otra forma, el dominante estaba en derecho de hacerlo... cuando un sumiso quedaba embarazado y no estaba preparado era obligado a tener al hijo, a dejar todo de lado, algunos pocos podían estudiar, y muchos otros trataban de acabar con los embarazos, cortaban la vida de un feto inocente para evitar orillarlo a vivir un infierno. Sin embargo algunos morían intentandolo, otros eran descubiertos y la muerte era su castigo, y solo ciertos grupos de sumisos priviligiados obtenían acceso a los procesos anticonceptivos por lo costosos que eran.

JiMin sabía todo eso...

YoonGi tenía miedo de todo eso, y aunque su relación con JiMin poco a poco cambiaba, el menor podía mirarlo a los ojos, podía hablarle en susurros y se dejaba abrazar... ahora había algo nuevo...

JiMin se aferraba a él, tanto como él se aferraba a JiMin... para seguir con vida en ese mundo...