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YoonGi llevaba observando a JiMin bastante tiempo.
Desde que despertó, hacia un poco más de una hora, observaba el rostro de JiMin con cuidado. Había notado algunas marcas en su piel, y suspiró.

Notaba su relajada respiración y la forma en que buscaba calor bajo la sabana. Un mes desde que hicieron su primer contacto físico, un pequeño abrazo, sin nada más, aunque el menor estaba siempre nervioso, ya no le esquivaba y se sentaba a su lado al menos para hacerse compañía.

Le mira con cuidado y detalla sus facciones. Él no comprendía porque la sociedad estaba tan enfrascada en dañar todo.

Con cuidado pasa sus manos por el cabello del menor. Quiere besarlo...

El tiempo conviviendo juntos ha sido dificil, JiMin estaba alerta todo el tiempo y cada vez que lo veía serio, el menor parecía estar esperando un golpe. Según sabía, muchos de los compañeros de JiMin eran violados por sus parejas.

Lo sabe, no solo por cómo es el mundo actual, sino porque sus compañeros de la clase dominante lo dicen a los cuatro vientos. YoonGi se sabe los nombres de cada uno de los sumisos que han violado, desde abusar de autoridad hasta las propias parejas.

YoonGi se estremece con solo pensar en que pueden hacerle algo a JiMin. Quiere protegerlo y cuidarlo. Ha hablado con sus padres y ellos le acosejan que siga siendo cuidadoso pero que no dude en mostrar amabilidad y respeto.
Palabras que esta inútil sociedad no entiende.

Mira a JiMin abrir sus ojos y el menor le mira adormilado. Es la primera vez que lo ve despertar...

JiMin siente la mano de YoonGi sobre sus cabellos... recuerda que su padre hacía eso con su madre cuando quería abusar de ella. Pero... los ojos del mayor, son tan diferentes a los que su padre tenía cada que violaba a su madre.

- Buenos días...- YoonGi dice, el menor le mira con confusión- Es temprano- susurra- Aún hay tiempo, podemos quedarnos aquí unos cuanto minutos más...

JiMin asiente y lo mira por varios segundos. Segundos que se vuelven minutos, y ambos concentran sus miradas en el contrario. JiMin escanea, el rostro sereno del mayor, nunca recuerda haber visto esa serenidad en el rostro de su padre cuando miraba a su madre.

Cierra sus ojos cuando YoonGi acaricia su rostro.

- No tengas miedo...- le dice en bajos susurros. El menor lo mira y YoonGi siente más suave el ambiente entre ellos.- No quiero herirte, JiMinnie...

JiMin lo mira estupefacto y su rostro se relaja cuando recibe un beso en su frente... eso es nuevo...

- Un beso en la frente significa, cuidado y protección...- YoonGi recita las mismas palabras que su padre le enseñó cuando era niño.

YoonGi quería "cuidarlo". No entendía por completo a que se refería con eso, en ese tiempo cómo esposos, el mayor no lo había insultado, mantenía su distancia pero no lo agredía y eso no sabía si era bueno o malo. No cuando su padre le había dado suficientes muestras de que el dominante debía humillarlo y abusar de él.

Se deja abrazar de nuevo por el mayor y decide que va a dejarse llevar. Quizás YoonGi es el tipo de dominante que espera una acción suya para que el maltrato comience. JiMin sabe que tarde o temprano los golpes y ser violado por su pareja va a suceder, de lo contrario, YoonGi ya lo dijo, una falla en el sistema y ambos pueden ser expuestos a la humillación pública, ningun dominante escapaba de la Autoridad.

YoonGi sabía que hablar o lograr que JiMin dejara de temerle era dificil, que pudieran conversar era demasiado pedir cuando ni siquiera el menor podía decirle un "buenos días" sin esa voz temblorosa y quebrada. Pero en ese momento solo quiere acercarse, que el menor le deje de temer. No desea golpearlo... es repulsivo la forma en la que la sociedad vive, detesta todo ese ambiente. Pero es el mundo en que le tocó vivir.

A lo largo de la historia habían existido revoluciones y guerras, de personas que pensaban cómo él, pero siendo exterminados por la autoridad de cada lugar de origen. Lo escuchaban desde que eran niños, que nadie era capaz de abolir ese sistema tan repugnante.

La OMN tenía el control absoluto de todo.

Ellos decidían las reglas y diferentes normas, castigos y humillaciones que los sumisos de la sociedad debían recibir. Ningun sumiso, podía tener algun derecho.
No tenían voto ni voz en nada...

Está tan cómodo junto a JiMin, que no le importa mucho que la mañana avanza...

- YoonGi...- la voz de JiMin lo distrae, es la primera vez que lo llama por su nombre. Y el mayor asiente feliz, mirandolo- La hora...

YoonGi se gira levemente hacia el buró y se da cuenta que en efecto han pasado unos minutos que pueden hacerlos llegar tarde.

- Date un baño y yo haré el desayuno- YoonGi se levanta corriendo y sale de la habitación. JiMin está boquiabierto y se levanta también. No quiere que lo humillen aun cuando YoonGi ni siquiera lo ha hecho.

Llegar tarde a cualquier lugar, merece un castigo, que varía según al lugar al que se ha retrasado la llegada.

JiMin sale del baño y se pone nervioso en cuanto YoonGi entra y lo mira envuelto en una toalla y con su piel húmeda...
Se encoge en su sitio. Se siente expuesto y avergonzado de que el pálido lo mire. Su piel esta llena de golpes, y algunas cicatrices de lo que su padre le hacía cada vez que le felicitaba.

Así quizás, lo único que YoonGi hará es despreciarlo... quizás al fin, comience a golpearlo.

Siente algo rodearle...

- Estás temblando... quizás suba uno o dos grados más la calefacción...- YoonGi le dice mientras coloca su propia bata sobre el cuerpo del menor.

YoonGi se mete al baño y JiMin respira profundo, el mayor no lo ha golpeado... de nuevo...

Se cambia rápidamente, y sale de la habitación, ordena la mochila de YoonGi procurando no equivocarse al meter sus cuadernos, y luego ordena la suya. Deja las mochilas en el sofá, y va a la cocina para servir la comida que sigue en la estufa a fuego lento.

Al escuchar los pasos por el pasillo, acomoda los platos y se sienta a esperar a YoonGi.
El mayor llega aun con una toalla secando su cabello y se sienta a la mesa a comer junto a él.

El silencio los rodea, levantan la mesa con los platos sucios y cada quien toma su mochila, salen del edificio dónde viven. YoonGi mira con pesar a muchos sumisos que salen llorando e incluso temblando de sus apartamentos. Dirige su mirada a JiMin, y el menor permanece con la cabeza baja. No le gusta eso...

- Ten un buen día...- es el susurro que recibe de parte del menor. Sus palabras lo han tomado por sorpresa. Sonríe y acaricia el dorso de su mano.

Es la primera caricia que puede darle a JiMin sin que el menor esté temblando.

Se separan y JiMin va hasta su aula correspondiente. Cuando está buscando sus cosas dentro de la mochila, se da cuenta de un grave error...

Esa no es su mochila. Y antes de que pueda decidir levantarse, el decano de esa clase ha entrado...

......

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Maltratos 《yoonmin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora