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JiMin escuchaba hablar a un par de sumisas, se encontraba esrudiando para su examen en la biblioteca a la que tenían acceso los sumisos dentro de la universidad, sin embargo a su lado se encontraban un grupo de estudiantes de otra carrera, o de otros años.

- No sé porque hay quienes se queja... así hemos vivido siempre- dice una de ellas. JiMin las escucha y tiene razón, así han sido educados.

- A mi me gusta que mi esposo me golpee...- otro sumiso dice.- Eso demuestra lo mucho que me ama...- agrega y JiMin siente oprimido el pecho, YoonGi nunca lo ha golpeado, las dudas comienzan a atacarlo.

- Lo sé, no entiendo a algunos sumisos que lloran cuándo sus padres o suegros dominantes los violan- mencionó otra- Mi padre me dijo que tenía que hacerlo y me dejé, y mi suegro también, incluso mi cuñada y mi hermano, mi marido abusa de mí y no le veo problema...- dice como si no fuera nada grave. JiMin entiende que la familia de YoonGi es muy diferente, pero YoonGi jamás lo ha tocado... y eso duele...

- Creo que mientras más nos golpean, más nos aman- otro sumiso menciona, JiMin puede ver afuera de la biblioteca como los dominantes recibe a sus sumisos con golpes, desde una patada hasta palizas que los dejan en el suelo...- Ayer mi esposa iba molesta por el trabajo, se desahogó conmigo, aun tengo la herida abierta...

- Debe amarte mucho...- una de las sumisas dice mirandolo con admiración. Mientras más golpes recibía un sumiso, el dominante era mejor aceptado dentro de la sociedad.

- A mí, mi marido me dijo que perdió una apuesta frente a otros dominantes, entre tres tipos abusaron de mí y luego mi propio dominante dijo que iba a limpiarme, era mi deber como su sumiso aceptar la humillación que mi marido no quería recibir...- alegó orgulloso de haber soportado esa agresión.

JiMin solo escuchaba y las dudas llenaban su cabeza.

Y lo peor sucedió.

- Corre el rumor de que hay un chico de economía que no ama a su sumiso...- menciona ido, uno de ellos, todos los demás le miran expectantes, también se miran entre ellos y a su alrededor, hablar de un dominante es castigado.

- Sé de quien hablas... Min YoonGi, creo que por eso el guardia de la autoridad me violó la semana pasada...-una de las chicas dice- El sumiso de Min sería afortunado de que mi esposo abusara de él...- agrega de manera despreciable, y al mismo tiempo orgullosa.

JiMin siente su sangre helar, y tiene miedo, pero duele, su dominante lo rechaza. Sabe lo que va a pasarle...

Será castigado públicamente, lo arrastraran hasta la plaza principal, esperaran que el mayor grupo de personas esté presente. Pueden ser uno o varios oficiales quienes lo violen, su padre podrá golpearlo o hacer cortes en su piel, cómo aquella vez que se lastimó con unos de sus juguetes, su padre tropezó y de castigo, le hizo un corte muy cerca del ojo, YoonGi va a maldecirlo y su suegro le dará el golpe que lo deje inconciente, y en ese estado tan vulnerable, todos los dominantes que quieran podrán abusar de su cuerpo, por último, si es que aun queda con vida, su esposo deberá clavarle un puñal en el corazón... servirá de ejemplo oara los demás, porque la muerte es un regalo al que es despreciado y abandonado por su propia pareja.

JiMin sale, termina su tarea, y sale casi huyendo. Su suegro le espera y le lleva hasta el apartamento.

JiMin espera alguna reacción de él...

- Cierra todo, ventanas y puerta- le dice en voz baja- YoonGi siempre anda la llave, si tocan no abras, y mantente en el lugar más seguro, por nada del mundo te acerques a la ventana...- son las indicaciones de supervivencia que el señor Min escuchó más de alguna vez decir a su padre mientras abrazaba a su madre, fueron las mismas palabras que le dijo a su esposa cuándo debía dejarla sola en la casa en la que vivían cuando YoonGi apenas era un niño, y ahora él se las repite a su yerno. No quiere que viva un infierno, no quiere que su vida acabe... porque conoce a su hijo...

JiMin le mira confundido pero asiente, espera un golpe o algun insulto, pero nada, el señor Min se queda unos minutos más, hasta que cree que el tiempo es suficiente para que crean que ha abusado de JiMin, detesta ese mundo, detesta el sistema en que viven... pero no se siente tan valiente para empezar una revolución porque quiere cuidar a su esposa e hijo...

Cuándo el señor Min se va, JiMin cierra todo cómo el señor Min le ha dicho, y se esconde en su habitación... en su mente se esconden todos los miedos, y el dolor de saberse rechazado por YoonGi, creía que luego de los primeros días el mayor comenzaría a abusar de él. Se hacía creer que no tendría problemas, pero prefería que fuera YoonGi quien acabara con su pesadilla, sin embargo YoonGi nunca abusó de él, ni siquiera desangraba sus labios al besarlo.

Estando en la cama, su corazón se aprisionó al escuchar el sonido de la puerta, muchos dominantes entraban a casas ajenas, para abusar de los sumisos que allí se encontraban, en las llamadas violaciones colectivas, ni siquiera sabe cuanto tiempo pasó y siente los brazos de YoonGi rodearle con delicadeza...

JiMin abre sus ojos, duelen por la fuerza que ha hecho al presionarlos tanto.

- Calma...- YoonGi besa su frente y JiMin le mira con dolor.

YoonGi había llegado y supo que sucedía lo que su madre le había advertido en numerosas ocasiones, JiMin estaba entrando en crisis de pánico, estaría tan vulnerable y se sentiría rechazado... YoonGi no lo rechazaba, era todo lo contrario, había aprendido a quererlo... a valorarlo...

Encontrar a JiMin temblando mientras lloraba le dolía el alma, no quería ver al menor llorar de esa manera.

YoonGi estaba decidido a encontrar la forma de fracturar al sistema, ninguna de las leyes era humana, y sabía que si perdía la vida, lo haría luchando... quizás en algunos años, las cosas sean diferentes.. o solo empeoren...

Maltratos 《yoonmin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora