Persecución

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El rubio al escuchar su nombre resonar en la habitación, abrió los ojos encontrándose de frente con los azules de Marinette, quien inmediatamente lo alejó empujándolo del pecho, girando su mirar hacia los chicos con sus mejillas totalmente sonrojadas.

¿Si decía que le estaba quitando una pestaña a Marinette le creerían?

-Lo sabemos todo. Tú escondes a Marinette para que no la invitemos a salir. Te tendimos una trampa, Agreste.

La ojiazul escuchó eso y su miedo se convirtió en enojo en menos de tres segundos. Fue indignación pura la que poseyó a la azabache.

-¡¿Qué rayos les sucede?! Adrien no me está escondiendo ¡No soy un objeto! Él es la única persona que se ha mostrado un poco amable conmigo ¡Solo me ayuda a huir de ustedes! ¡Déjenme en paz y busquense una novia, descerebrados!

Todos la miraron algo asustados. El antes mencionado sonrió al ver como todos daban inconscientemente un paso atrás. Genial, ese día no iba a haber persecuci...

-Esperen ¡Dijo que Adrien la ayuda a huir!

Rubio y azabache se miraron entre sí con espanto al escuchar a uno de los tantos jóvenes hablar. Pronto todos comenzaron a asentir y la chica de las coletas comenzó a pensar en planes de escape.

-¡Agreste traidor!

Sus ojos verdes veían como las manos de un tumulto de chicos se dirigían a su cuello, al mismo tiempo que divisó como la ojiazul buscaba recursos con la mirada. Solo observó como la chica tomaba un pisapapeles de piedra y lo lanzaba con fuerzas hacia la ventana.

La atención de todos se guió a lo roto, incluso la de Adrien, pero este fue jalado por la azabache, quien buscaba llegar a la entrada del salón. Acuclillados azules y verdes pasaban desapercibidos, llegando justo a la puerta donde la cabeza de la diseñadora topó con unas botas cafés.

-¡MARINETTE! Cuanto tiempo.

Fue el saludo (grito) de Lila, quien acompañada de Sabrina y Max, miraba entretenida la escena desde el pasillo, recargados cerca de la estructura donde estaban las cámaras de seguridad.

La diseñadora y el modelo escucharon como hubo un silencio de tres segundos, mientras roboticamente todas las cabezas ahí presentes se giraban donde ellos.

-¡CORRE!

Exclamó la ojiazul antes de tomar la mano del ojiverde, mirando con odio profundo a la italiana que no podía suprimir su risa.

Corrieron como nunca lo habían hecho. Saltaron cosas y personas. Cada que pensaban encontrar un lugar donde se creían seguros, alguien los veía y gritaba sus nombres, haciendo que toda esa persecución comenzara denuevo. Era un bucle del que sentían no podían salir.

Pronto llegaron a las escaleras que subían a la oficina del director y ambos jadearon de cansancio al ver que los habían perdido.

Aún tomando aire, la ojiazul abrió su celular y negó con enojo al encontrar en él, la respuesta al por qué no podían perderse de la vista de esa multitud.

-Las cámaras de seguridad nos están delatando. El autor del chismografo está subiendo fotografías de nosotros en el chismografo y son de las cámaras de seguridad.

Agreste la miró aún agitado y su ceño se frunció completamente enojado.

-¡Tenemos que encontrar ya al autor del chismografo!

Dijo en un susurro gritado, mientras se acercaba a mirar la pantalla con detenimiento, aún con su pecho acelerado.

Ella le miró y se sonrojó al observar que su mejilla estaba tan cerca de su boca, que si quisiera podría besarla. Él no se percató de eso hasta que sintió una exhalación en su pómulo, giró su rostro para mirarla y ambos se encontraron nuevamente, peligrosamente cercanos.

-Marinette...

Agreste la tomó de la cintura, debatiéndose internamente sobre besarla o no. Entonces recordó la plática que habían tenido antes de casi besarse por primera vez y su boca se desvió a su mejilla, besandola casi en la comisura.

-Yo.... disculpa por lo que estaba por hacer, te dije que no sería otro loco que busca besarte y.... y casi lo hago en dos ocasiones.

Le dijo con sus frentes ya juntas, teniendo ya los ojos cerrados y un sonrojo inminente, sabiendo ambos con claridad la tensión que tenían en ese momento.

Por más que él la amara, Marinette merecía besar a alguien que ella... esperen ¿la amaba? Oh no, ¡Enserio estaba enamorado!

Un beso casi en la comisura de sus labios, lo sacó de sus pensamientos.

-Bésame.

El Agreste se separó levemente para mirarla con sorpresa total, pero no aguantó más, se acercó ya sin ninguna duda. Ambos querían besarse y lo iban a hac...

-¡Los encontramos!

¡RAYOS!

Continuara...

¡Rayos!

JAJAJJAJAJA ni modo, a esperar a que me vuelva a dar tiempo a actualizar.

Feliz Halloween. Miren mi disfraz. (Ignoren mi cara que después me arrepentí de poner y mejor bloquee)

 (Ignoren mi cara que después me arrepentí de poner y mejor bloquee)

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La verdad no se que escribí, mañana lo checo, tengo sueño :)

Ojalá les haya gustado el capítulo.
En fin, disfruten Halloween.

Pureza LabialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora