Enredo

7.4K 665 413
                                    

-¡AHHHHHHHHHH!

Fué el grito de la asustada azabache, que esperaba el doloroso impacto de la masa de chicos abalanzandose sobre ella.

Sus ojos se cerraron por instinto y cayó al frio suelo esperando lo peor, más solo sintió como había sido suavemente abrazada.

-¡Quien de un paso más estará reprobado!

Se escuchó un grito firme en todo el pasillo y el silencio reinó.

Con miedo Marinette abrió sus ojos y se encontró con los verdes ojos de Adrien Agreste mirandola fijamente, que hubieran recibido un fuerte golpe de no haber sido por la profesora de pelo morado.

-Gracias.

Le dijo a pocos centimetros de su cara, totalmente nerviosa.

-Denada.

Le contestó con una sonrisa boba, perdido en sus azules ojos.

-GRACIAS A USTED, MADAME.

Y con esas palabras que fueron más gritadas que habladas, Marinette reventó la burbuja color de rosa en la que estaban.

Sacudiendo su cabeza, tratando de concentrarse y regañandose a si mismo por llegar a tener el sucio pensamiento de él mismo robarle su pureza labial, Adrien dió un paso para ayudar a levantar a la azabache que yacía en el suelo.

-Agreste, nos vemos en extraordinarios.

Gritó pegando la media vuelta la profesora, dandoles la entrada al salón.

Y la ojiazul se fué tras la maestra, intentando explicarle que Adrien no era como los demás chicos.
.
.
.

En la comodidad de su asiento, intentando ignorar los flashes de las camaras y los gritos de los chicos que estaban fuera del salón, una dulce azabache terminaba de hacer sus apuntes de la materia.

-¿Estas segura de hacerlo?

Preguntó una animada Rose de la nada, acercandose a su lugar, abrazada de Juleka.

La pregunta se instaló en Marinette y miró a la rubia con extrañesa.

-Perdona ¿De qué hablas?

Preguntó mientras Iván y Mylene se acercaban abrazados, interesados por saber y ayudar en lo que sucedería en la tarde.

-Iván puede cuidar de ti por si intenta propasarse.

Marinette se extrañó aún más.

-Si, aunque tienes que elegir bien para que no pases un mal rato esta tarde.

Habló Alix uniendose.

La azabache solo miraba en silencio, confundida como todos sabían lo que se suponía ella iba a hacer esa tarde menos ella misma.

Adrien al ver mucho alboroto se acercó al lugar, sediento de chisme.

-¿De qué hablan?

Preguntó uniendose al círculo a un costado de la azabache, mirandola y esperando una respuesta de la misma, no sabiendo que ella se encontraba igual o peor que él.

-Lila nos dijo que hoy Marinette aceptaría una cita con un chico. Por cierto Marinette, estoy libre en la tarde.

Contestó Kim por ella sonriente, a la vez que se unía a ellos y se ofrecía a ser su acompañante vespertino.

Al escuchar aquello, Adrien giró su cabeza dando algo de miedo en dirección a Marinette, la cual ya no se sentía confundida, si no aterrada en el enredo que Lila la había metido.

-¿Verdad que lo haras, Marinette?

Como si la hubiera invocado con el pensamiento, se escuchó una voz tetrica a sus espaldas.

-¡Ah bruja!

Exclamó inconscientemente Adrien al escuchar a Lila detrás de él, llevandose el susto más horroroso de toda su vida.

La italiana solo los miró asesinamente, esperando una respuesta de la azabache.

Marinette analizó sus opciones y supo que no tenía muchas, por lo que simplemente asintió con pesades.

-Si, así es.

Los ojos de Adrien se abrieron como platos al escuchar la contestación, sintiendo algo parecido al enojo, no sabiendo describirlo exactamente.

Era una mezcla de traicion, indignación, enojo, decepción, impotencia, miedo y tristeza.

Ni idea que era lo que sentía.

-¿Acaso estas enojado Adrien?

Preguntó Max que se encontraba junto con Sabrina escribiendo varias preguntas en una libreta a la vez que redactaban lo que sucedía sobre una aplicación en lenguaje de programación.

-No, cómo crees.

Contestó el rubio con una sonrisa amplia, mientras su rostro rojo y una vena saltada en la sien hacian acto de presencia.

Para nada enojado.

Tratando de ignorar todo a su alrededor, la azabache intentaba tomar la decisión más importante de su tarde.

Sus ojos se iluminaron y una sonrisa se instaló en su rostro.

-Ya se con quien tendré mi cita.

Dijo mirando a la ventana, ya habiendo escogido a su acompañante vespertino, provocando el silencio de unos, y la agonía en vida de otros.

Mientras que al mismo tiempo, una notificación del famoso chismografo los había sacudido a todos.

"Marinette ha decidido tener una cita con un chico y el chico rubio que la acompaña siempre no parece feliz"

Decía la noticia en el tablón, a la vez que Adrien se acercaba a Marinette para conversar por lo bajo.

-¿Con quién vas a ir? Si quieres puedo ser yo quien te acompa...

-Confía en mi.

Y así las ilusiones de tener una cita con Marinette de Adrien se frustraron por el momento, mientras que la causante de aquel enredo miraba con deleite en lo que había metido a la azabache.

Continuara...

¿Cómo estan?

Llevaba mucho tiempo queriendo actualizar esta historia pero no había podido por falta de tiempo :(

Medio sospechosa la aplicación en lenguaje de programación en la que estan trabajando Sabrina y Max ¿No?

En fin disfruten.

Pureza LabialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora