Después de que alguien misterioso reinstalara el viejo chismógrafo escolar, todos se dieron cuenta de que quedaban muy pocas chicas que seguían sin haber besado a alguien, entre ellas Marinette.
Al mismo tiempo y en el lugar menos imaginado de la escuela, unas manos misteriosas redactaban un texto corto en una computadora mientras algo agitada y asustada, una figura femenina joven entraba a la habitación.
-No me siguió, en fin, ¿Ya viste lo que te envié por mensaje? Espero te sirva para algo.
Preguntó la chica y el contrario asintió mientras le daba una instrucción a su robot.
-De hecho escribí algo, dame tu opinión.
Pidió el de ojos marrones y ella se acercó al escritorio tomando el mouse con sus delgados dedos para bajar y leer por completo, mientras despejaba el corto cabello que se le había ido a la frente.
"Si hay algo que valoro son mis fuentes, y gracias a ellas les puedo decir que el rumor que tiene vuelta loca a la escuela es mentira, Marinette aún tiene su pureza labial intacta. En fin, en unos momentos estaré subiendo el escandaloso chisme del hijo del director del museo, hermano de Alix Kubdel, el cual fue captado por uno de mis informantes comprando una novia robot. Alix, cuida que a tu cuñada no se le safe ningún tornillo "
-Excelente. Subelo ahora mismo.
Agregó la muchacha y el contrario asintió publicandolo de inmediato. Al mismo tiempo y portando un antifaz color azul, Marinette buscaba por las ventanas de todos los salones por los que pasaba una cabeza rubia, sonriente pues la jornada de extracurriculares había acabado, indicando que pronto tendría su cita con Adrien.
Pero de la nada se cruzó con Chloe que agitada le arrancó el antifaz de una y negó con más decepción que enojo al ver que se trataba de ella.
-Agh, solo eres tú. Mira, no tengo por qué contartelo pero si no lo hago voy a explotar. Sabrina acaba de salir corriendo de la nada, le grité que si no volvía estaba despedida ¡pero me ignoró! Lo peor esque...
La ojiazul le quitó el antifaz de la mano y se dio la media vuelta mientras se lo volvía a poner. Ya tenía suficientes problemas con el chismografo como para estar escuchando los chillidos de Chloe. Por lo menos era bueno saber que Sabrina ya no la obedecía en todo, sin duda una buena noticia.
Cuando menos lo esperó, finalmente encontró a Adrien dentro de un salón cruzado de brazos y mirando a la ventana en silencio con un aire ligeramente melancólico, apreciando solo su espalda. Con cuidado la chica tocó la puerta para advertir su presencia y entró.
-Hola Adrien, llevo horas buscándote, creí que estarías en esgrima. Necesito que me ayudes con... ¿Adrien?
Le dijo sonriente pero al ver que este no le miró se detuvo y lo llamó denuevo. Ella caminó hasta verlo de frente mirando su ceño fruncido y su mandíbula apretada, mezclados con un rostro de tristeza profunda. Fue cuando él le contestó.
-Claro, te ayudaré cancelando nuestra cita, Marinette.
Le dijo con la voz más dura que jamás le había dedicado y la azabache se quedó helada al escucharlo, sintiendo como su estomago de la nada se quedaba vacío.
-¿Qué? ¿Por qué? ¿Ya no quieres salir conmigo?
Preguntó mientras luchaba con todas sus fuerzas para que sus ojos no se humedecieran mientras él desviaba la mirada pues también quería llorar.
-Supongo que la que no quiere salir conmigo eres tú. ¿Por qué no simplemente vas con ese chico tan estupendo con el que te besaste? Todos los vieron.
Él hablaba con una voz fría que se esforzaba en no temblar o tartamudear. El rostro de la ojiazul representaba sorpresa completa, mientras sus fosas nasales se abrían inconsciente intentando tomar más aire.
-Adrien, eso es una mentira.
Habló Marinette intentando guardar la calma pero los gestos del chico se convirtieron en decepción pura. Esperaba que lo aceptara o se excusara, pero no que lo negara ¿cómo se atrevía a negar algo que todos vieron?
-Adios, Marinette.
Y se dispuso a irse pero ella lo tomó de su brazo y lo atrajo con tanta dificultad a su cuerpo que hasta pujó, deteniendo su rostro a centímetros del suyo para hablarle con un intento de autoridad pues por la cercanía aquello era más sensual que serio.
-Primero que nada, si quisiera besarme con cualquiera no tendrías por qué enojarte, aunque tienes suerte de que ese no sea el caso, y en segunda, llevo toda la tarde intentando localizarte para contarte del plan que Max me ayudó a hacer para librarme del chismografo que por si aún lo dudas, consistía en armar ese rumor.
Ese ligero tono seductor que al principio había sido severo se volvió más presente a lo largo de que sus palabras avanzaban. Adrien tras aquello no solamente se había quedado anonadado, si no también completamente sonrojado y más loco que nunca por esa chica.
La chica se dio cuenta del tono que estaba empleando y aprovechando esa rayo de seguridad, agregó.
-Pero bueno, al menos sabrás cuando bese a alguien, porque ese seras tu.
Le dijo rosando su nariz con la de él intentando que de esa manera él chico reaccionara y tomara su cintura, pero él parecía congelado. Ella malinterpretó aquello y cerró los ojos con dolor antes de dar un jadeo y un paso atrás avergonzada y dispuesta a irse tras no escuchar respuesta de él, pero entonces cuando abrió la puerta escuchó la voz del chico.
-Marinette, te amo.
Continuara...
Hola perdidos ;)
Que les digo, dormir nunca fue una opción. No sé que hice, mañana lo checo.
Oigaaaaan
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Que les cuento, después de casi tres años de un esguince que tuve, vuelvo a usar tacones y lo hice bien ;) solo les quería contar.
