♡MOMMY KINK - JIMIN {BTS}♡

《 𝓜𝓪𝓲𝓭 𝓭𝓻𝓮𝓼𝓼 》

Os encontrábais Jimin y tú en una tienda bastante... Peculiar.

Veías a Jimin muerto de vergüenza mientras tú mirabas trajecitos perfectos para él.
Encontraste uno de "sirviente" que se veía bastante sexy, pero no tuviste suficiente con eso y además le compraste unas orejitas y una vola de gato.

Jimin, en un principio se negó pero después accedió con tal de tenerte contenta a tí.

Lo pagaste y jugaste ver a Jimin pidiéndote, por favor, salir de ahí cuanto antes.

Reíste por lo bajo y saliste de aquel establecimiento digiéndote hacia tú casa.

[...]

Ya en casa, dejaste el bolso, las llaves y algunas cosas más antes de subir con Jimin a su habitación y hacer que se pruebe su nuevo traje.

Él accedió pero con una condición;

—Mommy... Por favor no mire cuando me cambie ¿sí? -rogó el pequeño mientras tenía la bolsa en su mano-.

—Está bien bebé pero date prisa, necesito verte con ese conjunto puesto -sobé mis muslos-.

Jimin tragó duro y entró al cuarto de baño a ponerse su ropa.

Tardó unos 20 minutos hasta que por fin estaba listo;

—Bebé, ¿te queda mu-

No pude terminar la palabra cuando ví a Jimin salir de aquel cuarto con un precioso conjunto de "sirviente" y con aquella falda que resaltaba a la perfección aquellos muslos y por supuesto sus orejitas y su cola...

Estaba simplemente maravilloso así vestido;

—M-mami creo que n-no es buena idea esto... -dijo el chico cubriéndose la cara con sus manitas-.

Me levanté de la silla donde me encontraba sentada y me acerqué hasta él poniendo mis manos en su cintura y mi cara cerca de su oído;

—Pequeño, ¿tienes idea de lo mucho que me pones así vestido? -dije viendo a Jimin estremeciéndose en su lugar-.

—¿E-en serio, mommy? -dijo-

—Claro que sí mi amor, ven al espejo. -respondí-

Cogí a minie del brazo y lo llevé cerca de un espejo bastante grande para que se viera de cuerpo completo.

Me puse detrás de él acariciando su cintura;

—¿Ves baby? Estás jodidamente precioso.

—La verdad es que no me veo mal mommy -respondió con una sonrisa-.

—Hice bien en comprarte ese traje.

Mis manos viajaron por toda su cintura, caderas y estómago hasta que bajé un poco para posicionarlas en sus muslos descubiertos por su faldita.

Él soltó un pequeño jadeo pero no me quitó de mi agarre en ningún momento.

Besé su cuello y nuca a mi gusto, lento pero muy suave provocándole escalofríos.