Wish For Forgiveness [DekuKatsu] (BNHA)

Capitulo 3: ¡Katsuki, los sueños se aprecian!

Dedicado a: paradiseofthelove128 <3

Si no tenía conexión con la desaparición repentina de Midoriya ¿Por qué demonios se había escapado de clases? ¿Por qué estaba arriesgando y probablemente manchando más su conducta por una escoria? Las cosas ese día estaban tomando un extraño giro, tan sólo unos minutos antes todo iba con normalidad, cómo siempre, lo cotidiano, no le enojaba que fuera distinto, pero al mismo tiempo, si, lo fastidiaba demasiado. Una confusión hasta para sí mismo que no quería comprender y simplemente lo dejaba pasar.

Una vez que todo se calmó y que anunciaran de una charla antisuicidio que se daría en dos días, cosa que era realmente común en la institución, patético que hubieran altas tasas de suicidio en Japón, pero no le incumbía a él. Luego de ello la clase se desarrolló como siempre, a pesar de algunos susurros que aún permanecían en el ambiente. El timbre tocó, lo que anunciaba el cambio de hora y unos 5 minutos extra, que normalmente usaban para ir al baño o dirigirse a los casilleros. Y Bakugo realizó eso último, mientras que los dos extras que lo acompañaban, volvían a irse a los baños o tal vez a arrinconar a sus típicas víctimas. Como siempre, se volverían a encontrar en el salón. Abrió su casillero el cual estaba muy desordenado, ¿dónde demonios estaba el libro de historia? Comenzó a revolver las cosas hasta que vio que el dichoso objeto, se había atorado en una de las rendijas de la puerta metálica, y sus hojas se estaban doblando cada vez que movía la puerta, maldición.

Se agacho un poco y con algo de presión dada liberó el libro, cuando lo tuvo en sus manos noto que se había dañado un poco, trato de estirar el libro y desdoblar sus hojas, para que se vea decente, casualmente observó nuevamente la rendija y pudo percibir una hoja de papel la cual se había quedado allí, probablemente al jalarlo una de las páginas se había roto y está se atoró justo allí, ligeramente molesto jalo el papel papel con fuerza, sacandolo y manchandolo al rozar con el metal. Luego cayó en cuenta que no había provenido de su libro. Era un sobre, pero uno algo ¿Deforme? Las esquinas no estaban bien puestas y parecía haber sido pegado con cinta adhesiva. Ignorando aquella extraña presentación, abrió el sobre para sacar una hoja doblada en cuatro. Fueron tan solo unos instantes en los cuales reconoció de quien era la letra, más que todo porque decía quien era al inicio. Además por llamarlo por su nombre de pila.