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Izuku experimentaba sensación devastadora en su pecho, su corazón palpitaba de una manera que hasta le parecía dolorosa. ¿Que tantos pecados había cometido en su vida pasada para nacer tan desdichado? No era justo, él también quería ser un héroe. Lo deseaba con toda su alma, que con cada pensamiento sobre su incapacidad le causaba un profundo dolor. Pero a pesar de eso las lágrimas no se deslizaban de sus ojos, pues sentía que ya no tenía más. Solamente quedaba él y su triste desilusión.
Un suspiró sin emoción salió de sus labios, bajó las escaleras del edificio donde el héroe que había admirado toda su infancia lo había dejado. Apretó las correas de su mochila, ¿que debía hacer? Ser un héroe era su único anhelo, la razón por la cual seguía soportando todas las burlas y demás. Detuvo su caminar al llegar al primer piso, su mirada se enfoco en el suelo mientras pensaba. Sus manos hicieron más fuerza y su ceño se fruncía. Antes había querido demostrarle al mundo que era capaz de convertirse en un héroe, pero ahora la espina de enojo que se clavaba en su corazón no le permitía sentirse en paz.
Izuku lo tuvo claro, odiaba con todo su corazón. El problema es que no sabía hacía quien estaba dirigido este sentimiento. ¿Él mismo? ¿Bakugo? ¿La sociedad? Con pasos más rápidos dejo que esas emociones rodeen su corazón, pues desde hace mucho las había estado reprimiendo. Comenzó a correr por la frustración que sentía, quería gritar, llorar y soltar todo. Pero por alguna razón de sus ojos no se deslizaban lágrimas y de sus labios no salía sonido alguno.
Por el rabillo del ojo notó a un montón de gente rodeando una cuadra en especifico, los ruidos de sus voces y las sirenas de los bomberos también se escuchaban claramente. Sin quererlo sus piernas lo habían llevado a un lugar donde ocurría algo que amaba mirar, la intervención de héroes en un accidente o ataque de villanos. No pudiendo evitarlo comenzó a caminar, no sabía porque continuaba acercándose, tal vez la curiosidad misma de los seres humanos.
En cuanto estuvo a una distancia considerable, pudo mirar con dificultad lo que ocurría, pues la gente amontonada no le dejaba ver. Al parecer un villano descontrolado estaba destruyendo todo, demoró unos segundos en reaccionar, pero se dio cuenta que era el mismo villano que lo había atacado hace poco. Los murmullos de la gente le dieron a entender, que la persona que se encontraba atrapada era un estudiante. Un villano de baba había atrapado a otro estudiante, una sensación de culpa apareció en su ser, ¿acaso por aferrarse a su héroe el villano habría escapadp? Mordiéndose el labio observó con mucha más atención, pues la persona en peligro se la hacía muy familiar.
— ... Kacchan — Murmuró inconscientemente, sus piernas se congelaron y sus manos se enfriaron, los sentimientos negativos y revoloteados se detuvieron. Había entrado en una especie de trance, ¿que debía hacer? Era claro que él no podría hacer nada, pero, su corazón comenzó a palpitar con demasiada fuerza. Su respiración se volvía agitada y una gota de sudor se deslizó por su frente. En esos instantes se cuestionó si ¿De verdad odiaba a Bakugo? En ese momento no podía determinar si lo hacía o no. Toda su vida había seguido a las mismas personas, había admirado a All Might y a Bakugo de todo corazón. ¿Cómo podía odiarlos? Era doloroso y confuso para su ser, sin embargo de algo estaba seguro, no quería que el rubio muriera allí.
Sin poder contenerse sus piernas y manos se movieron solas, había traspasado el área de seguridad ignorando los gritos de los héroes que le advertían de su estupidez. Comenzó a correr, la expresión de Katsuki era una que nunca había visto, una llena de desesperación, pues parecía que gritaba ayuda con cada respiración interrumpida. Con el estómago revuelto no detuvo su desesperado movimiento. — ¡Kacchan! — Gritó con fuerza, arrojó con toda la fuerza que pudo su mochila, tratando de cegar y distraer momentáneamente al enemigo.
— ¡¿Que haces tú aquí?! — Escuchó el cuestionamiento del de ojos rojizos. Sí era sincero, Izuku también se preguntaba lo mismo, no sabía el porque, pero había sentido unas ganas tremendas de ir a rescatar al rubio, no quería que muriera. Era irónico, porque hace tan solo un tiempo atrás quería pegarle un puñetazo. Lo más probable es que quería hacer ambas cosas. — ¡Mis piernas se han movido solas! ¡No sé porque! — Vio a Bakugo siendo rodeado por aquella sustancia y su corazón se llenó de otra extraña emoción que no podía nombrar. Con desesperación sus manos intentaron escarbar, recordó los ojos rubíes que vio a lo lejos, nublándose y abiertos con dificultad. — ¡Parecía que estabas pidiendo ayuda! — Las palabras salieron de sus labios sin poderlo evitar. Sabía que sus intentos de liberar al rubio eran inútiles, al igual que intentar cumplir sus sueños, pero no quería soltarlo. A pesar de su moribunda fe en si mismo, esta aún no daba su último suspiro.
Cuando todo parecía ir a peor, All Might hizo su intervención salvando a ambos muchachos. Ese día nadie estuvo herido. Izuku escuchó los gritos y reprimendas por parte de sus mayores en absoluto silencio. Por suerte la mayoría de cámaras apuntaban al rubio, el cual no había dicho ni una sola palabra desde que lo habían rescatado. El peliverde lo observó durante un largo tiempo hasta que por fin lo dejaron ir.
Con algo de tristeza y pensando detenidamente todo lo ocurrido en el día, hasta sus pensamientos sobre su muerte y como esta podría afectar al rubio para enseñarle una lección, hasta el rechazo latente de su ídolo número uno y finalmente su intervención sin sentido en el incidente con el villano. Izuku caminaba hacía su hogar, una sensación de vacío rodeo su pecho. Era doloroso, era incapaz de aceptarlo, pues si aceptaba que no sería un héroe su vida ya no tendría sentido. No quería ser otra cosa, era la única meta que se había propuesto. Podría escucharse caprichoso, sin embargo realmente no se observaba así mismo siendo feliz o logrando algo en otro aspecto.
En ese momento sintió que su vida no tenía sentido. Hasta recordó las palabras de Bakugo por un momento, si hubiera nacido con un quirk sería capaz de cumplir sus sueños, si reencarnara tendría otra oportunidad. Aunque sabía perfectamente que el rubio lo había dicho solamente para burlarse de él. Además del enojo sentido inicialmente, comenzaba a verle un sentido. Soltó una risa seca deteniendo sus pasos, observó el suelo fijamente. — Realmente no quiero morir, pero no sé que hacer... — Izuku se sentía perdido. ¿Que haría ahora que no podía ser un héroe? El enojo en su corazón ya se había esfumado y solo sentía un despecho.
Sabía que Bakugo no tenia la culpa, no podia odiarlo, pero realmente aquella conducta lo frustraba.
Volvió a aferrarse a las correas de su mochila, levantó su mirada y ahí fue donde observó una figura de porte alto e irreconocible, el sol del atardecer hacía que fuera difícil mirar su rostro. Todo el cuerpo de Izuku se llenó con un escalofrío, con la piel de gallina el peliverde se quedo sin palabras. El pecoso pudo distinguir una sonrisa que podría catalogar como maliciosa. No podía moverse y con los ojos abiertos con temerosa sorpresa, todo ocurrió.
Ese día Midoriya no volvió a casa, poco después al encontrar suficiente evidencia, se declaró todo como un suicidio de un deprimido adolescente.
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Perdon por la falta de tildes en algunas partes, anduve editando, pero esta laptop no me deja ponerlas, por el momento lo dejare asi. Gracias por leer.
Con mucho amor Cielitolindo231
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Wish For Forgiveness [DekuKatsu] (BNHA)
FanfictionBakugo Katsuki siempre había sido un idiota, desagradable y arrogante. Cometiendo así innumerables errores, sin embargo el peor error que pudo haber cometido fue decirle aquel día a Izuku. «¡Confía en que nacerás con un quirk en tu próxima vida, y...