Poco a poco, los comentarios ajenos que nunca antes en su vida le habían afectado, o al menos eso parecía. Comenzaron a inconscientemente quedar grabados en su mente. Como tatuar algo con una vara al rojo vivo, la marca jamás se iría. No podía sentir por el momento lo dolorosas que eran las palabras, como si todo el tiempo hubiera estado a base de anestesia la cual entorpece todo su ser. La señora Midoriya se había marchado hace unas tres semanas, costaba procesarlo a decir verdad. Cuando eso sucedió, Katsuki no pudo evitar recordar los gritos y llantos que había escuchado al llegar a la comisaría para ser interrogado por primera vez. O la mirada de su madre hacía él. Tal vez lo había olvidado o simplemente no deseaba recordarlo. Experimentaba sensaciones que nunca creyó que existieran. Igualmente trataba de no dar indicios de debilidad o arrepentimiento.
Por momentos se ponía a pensar en lo último que le dijo a Izuku. Aunque le quemará el orgullo, puede que lo que dijo hubiera sido demasiado fuerte. Una parte de él, todavía esperaba que volviese, debía hacerlo, no podía irse sin más, ¿verdad? Poco a poco se iba internando más en su mente, era mucho mejor que prestar atención a lo que ocurría a su alrededor. Podía sobrellevar todo, tan sólo ignorar todo lo que pasaba y actuar con normalidad. Concentrarse en sus estudios, para poder entrar con méritos a la UA, todavía pensaba hacerlo. Que todo haya cambiado, no hacía que abandonará lo que deseaba hacer con su vida.
Sin embargo todos esos pequeños planes que ideaba, fueron destruidos un día, siendo el punto clímax de lo que estaba sintiendo. Habían estado preparando la situación ideal, para una gran explosión, lo único que faltaba era la chispa. Ese viernes en cuanto entró en el autobús hubo un pequeño silencio, además que lo estaban mirando fijamente, no pudo evitar sentir eso como algo un poco extraño. Les dedicó una mirada llena de odio a los que lo observaban y se sentó en un lugar que no estaba ocupado por nadie. Unos segundos más tarde volvieron a lo que se había vuelto rutina desde el incidente con el peliverde. El rubio cenizo le echó un vistazo a su celular, notando algo distinto, tenía notificaciones de mensajes y antes de poder verlos ya habían llegado a la institución. Todos bajaron del transporte, incluido Bakugo, decidiendo que revisaría después su buzón de entrada.
Dando pasos algo confiados como lo hacía normalmente Katsuki ingresó a la institución y pudo sentir un ambiente distinto, como si esperaran una fiesta o una sorpresa. Estuvo reflexionando sobre eso, mientras avanzaba por el pasillo encaminándose a su salón habitual, aquellos que anteriormente lo seguían continuaban con sus vidas, los pudo ver a lo lejos, pero aún así sentía que lo observaban, debía ser su imaginación.
Se recalcó mentalmente que antes de la primera clase pasaría por su casillero, conocía de memoria lo que le tocaba y no tenía lo necesario en la maleta que llevaba en el hombro. Así que se dirigió hacia los casilleros, cuando se fue acercando noto algo, había mucha gente reunida en círculo observando algo. Su mirada transmitió algo de confusión por unos segundos al darse cuenta que ese era su casillero, volvió a poner la misma expresión de siempre, para acelerar un poco el paso y llegar hacia este, al hacerlo confirmó algo, si era el suyo, el tumulto se separó dejándolo pasar y fue allí donde lo pudo observar.
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Wish For Forgiveness [DekuKatsu] (BNHA)
FanficBakugo Katsuki siempre había sido un idiota, desagradable y arrogante. Cometiendo así innumerables errores, sin embargo el peor error que pudo haber cometido fue decirle aquel día a Izuku. «¡Confía en que nacerás con un quirk en tu próxima vida, y...