Dejamos el tema a un lado y ahora estábamos cenando en la misma mesa.
Que ganas de tumbarme a su lado y abrazarlo para siempre.
Ojalá pudiera arrancarme todo esto que siento y dejar de hacer que las cosas pasen o se den como se tienen que dar.
— ¡Valen! – salgo de mis pensamientos y atiendo su llamado con una tierna sonrisa.
— ¿Dime? – pregunto.
— no dejes que nadie termine con lo que nosotros tenemos, Chloé no es un impedimento, yo te amo y estoy dispuesto a todo por t...
— ¡Oliver basta!... No entenderás de verdad las cosas y yo ya no puedo volver contigo y seguir como si nada, existe Jennifer y ella no se merece nada de eso y si no es Jennifer son cuatro pequeños que llegue a querer mucho y a pesar de ese me interpuse en su felicidad como familia – bajo la mirada y siento como se acerca cada vez más.
— Jenifer y yo nos divorciamos, ella se enteró que la engañaba y me confesó que ya no sentía lo mismo por mi, por el bien de nuestros hijos decidimos separarnos y apoyarnos pero ahora como amigos y como padres de cuatro pequeños – contesta y levanto mi mirada.
— es igual, no puedo seguir en tu vida como si nada, la gente hablará, nada entre nosotros estería bien y todo sería problemas... No puedo aceptarlo por más amor que sienta y por mas que quiera tenerte a mi lado... Oliver yo guardo un secreto que hará que cambies todo lo que me estás diciendo ahora – niega y deja un beso en mi mejilla.
— yo jamás dejaría de sentir esto que siento, Valentina desde que llegaste a mi vida cambiaste todo, te convertiste en mi razón número uno, se que el amor viene lento y se va muy rápido pero eso jamás pasará entre nosotros, no te vayas de mi vida por qué es lo peor que me puede pasar – apoyo mi cabeza en su hombro y niego.
— no me volveré a ir y tampoco me alejaré de ti pero ahora no podemos y se que no es fácil pero no podemos...
Sus dedos acariciaron mis mejillas y no pude evitar ruborizarme, evito su contacto poniéndome de pie y tratando formar una distancia entre nosotros, agarra mi brazo con fuerza y tira de él hasta pasando su brazo por mi cintura, un gruñido sale de mi garganta. Sus labios se posaron en los míos una y otra vez, nuestras lenguas jugueteaban en un ritual de fuego. Parecía que ambos competíamos por ver quién era más rápido, más profundo, más placentero.
Suelto un gemido y me separó unos segundos para coger aire, notó la cálida mano de Oliver introducirse bajo mi blusa. No tardamos más y en cuestión de unos instantes volvímos a unir nuestras bocas. Esta vez, fue un beso lento y profundo que nos dejó a ambos sin respiración.
— nunca estaré fuera de tu alcance por qué eres parte de mi, eres mía, nunca vas a estar sola, siempre voy a estar a tu lado por más distancia que quieras formar entre nosotros – susurra a mi oído mientras me abraza fuertemente.
Respondo a su abrazo y pienso.
Siempre estuve atrapada en mi, en una soledad que me hacía tanto daño, siempre estuve sola, Oliver llegó y en los días difíciles estaba ahí para llenarme de abrazos y besos en la frente, me imaginaba que podríamos salir a las calles y caminar tomados de la mano sin ningún miedo.
— supe que te amaba cuando te deje ir – las lágrimas empiezan a invadir mis ojos y lo abrazo aún más fuerte.
— ¡Te amo! – susurro demasiado bajo escucho los latidos de su corazón.
— te amo a ti – contesta dejando un beso en mi frente.
Por segundos hubiera pensado que no me escucho y fue todo lo contrario cuando escuché su respuesta.
...
Le había dejado dormir en la habitación de alado pero mi cama era demasiado grande así que ahora estamos recostados en mi cama y Chloé en su cuna alado de nuestra cama. Bueno, mi cama.
Apoyo mi cabeza en su pecho dejando un beso en su barbilla y paso mi brazo por sus preciosos abdominales.
— ¡Buenas noches! – susurro y pasa su brazo por mi cintura.
— ¡Buenas noches bonita! –.