— ¿Que estas haciendo aquí? – me pregunta serio.
— te vine a ver – contestó.
— ¿Y la bebé?.
— en la casa con Lena, que te importa, yo sabre con quien la dejo – digo.
— estas loca! Es mi hija también.
— ¿Y?.
— mira no estoy para soportar a niñas berrinchudas hoy así que voy por nuestras cosas y nos vamos – me está dando órdenes.
Ja! Este animal quien se cree, a mí nadie me dice que hacer y menos el.
— tu debes ser Valentina – me dice una tonta a la que vi con Oliver el otro día.
— si, ¿Y tu quien eres? – respondo.
— Alina – objetivo a la vista.
Me extiende su mano y la tomó, maldita loca, tengo unas inmensas ganas de mandarte a la mierda.
— Alina...
— si, se que eres amiga de la mayoría de chicos del equipo, ellos hablan muy bien de ti.
— seguro que me conoces por haber escuchado eso – digo.
— ¿Por qué no?.
— no lo sé.
— ¿Debería conocerte de algún otro lado?.
— ¡ Ay bonita! Simplemente soy la madre de la hija de Oliver, no me importa que me conozcas o que no.
— así.
— pues si.
— bueno Alina, a mi novia le da gusto conocerte pero ya nos tenemos que ir – Giroud toma mi mano y caminamos.
— ¡No soy tu novia! – le digo.
— pero tenemos una hija y eso nos une, aparte, yo ya te hice mi novia aun que tu aun no lo aceptes.
Tomamos sus cosas y nos vamos a su auto, me subo y el hace lo mismo, se pone a conducir y tan fácil me aburro que decido poner música que no esté en francés, hablemos de ser latino.
Suena escapate conmigo de Wolfine y soy una mami como para no ponerme a cantar esta canción y menos bailarla.
— ¡Suena muy bien! – me dice Olivier y rio.
— nada más que entiendas la letra y te sorprendes – contestó.
— cómo en toda canción en español.
— algo así.