LA GUERRA DEL MIEDO //Pausada//

1. Soy Fayna

¡Hola! Soy Fayna, una chica como otra cualquiera en España, el lugar donde nací y donde vivo a día de hoy.

Tengo 17 años y soy una chica alta de cabello castaño ondulado, pecas, labios rosados y ojos grises, un color poco común, al igual que mi nombre, lo sé.

Soy lo que muchos podrían definir como nerd, amo leer y aunque nadie lo sepa escribo en Wattpad también, además de eso me gusta hacer deporte aunque no soy lo que se puede decir buena en ello, jugaba baloncesto (era la peor del equipo) y también hubo una época en la que bailé pero creo que no le ganaba ni al palo de la fregona... ahora mismo no práctico ningún deporte como tal, solo salgo a correr y voy al gimnasio para no sentir que las paredes de casa se me echan encima.

Bueno, ahora que tenéis más o menos una descripción física mía y conocéis algunos de mis hobbies os diré que me estoy preparando para ir a clase porque como de costumbre... voy tarde.

Con cinco minutos de retraso salí corriendo hacia el instituto, que gracias a todos los cielos está cerca mi casa, llegué justo cuando los alumnos empezaban a entrar y mis amigos me miraban con cara de "tarde otra vez Fayna, si sigues así te van a hacer repetir"

—No hace falta que me lo digáis, en mi defensa diré que mis tiempos de tardanza han bajado mucho últimamente — dije yo como saludo a mis amigos antes de que decidieran darme un sermón mañanero.

—¿Habrá algún día en el que llegues temprano a clase?— dijo Ihan divertido. Ihan es un chico alto y fuerte, gracias a sus buenas horas en el gimnasio conmigo y la práctica de todos los deportes que hace, tiene el pelo rubio y los ojos marrones, digno de un libro y con un cuerpo con la complexión perfecta para un jugador de fútbol americano por no decir nada de su sonrisa despampanante y su capacidad para verse tierno en confianza y feroz y peligroso cuando está enfadado o le toca de defender a los que le importan...

—Si lo pusieran más tarde y me dejaran dormir tal vez, —Laylah levantó una ceja y tuve que corregir mi afirmación — el día en que el instituto sea llevado por Albus Dumbledore y mi primera hora sea con la profesora Mcgonagall... tal vez ahí llegue temprano — dije yo sonriendo con inocencia.

—Lo que tú digas leona...— dijo sonriéndome Ihan

Podría contaros sobre como es mi vida en clase y aburriros con la mierda del instituto pero os lo resumo, vas a clase y haces como si atendieras aunque luego no sepas ni en qué materia estás y después sales al patio durante el recreo para comer y descansar de "atender" a las explicaciones.

Una vez terminadas las horas de encarcelamiento como yo les digo salí de clase y Laylah me esperaba para ir juntas hasta nuestras casas.

—¿Dónde dejaste al bobo? — le dije haciendo referencia a nuestro amigo.

—Se fue antes de tiempo, sus padres lo necesitaban para algo y me dijo que te avisara de que hoy no podrá salir a correr contigo después de la práctica de basket— me dijo Laylah sonriéndome, ella por el contrario que Ihan parece frágil y delicada, aunque es el mayor de los errores subestimarla, Laylah es pelirroja, de ojos marrones y la más bajita de los tres, según ella Ihan y yo somos postes de electricidad y ella tiene la estatura adecuada.

Siempre consideré a Laylah con la apariencia perfecta para ser una princesa, es por eso que cuando leo un libro y la protagonista es una princesa la elijo a ella para imaginármelo, ya que no sólo su físico la hace ver como tal sino que su comportamiento también es digno de una orgullosa reina de carácter fuerte e indomable, mi amiga siempre ha sido amable, educada y cariñosa con todos pero cuando tiene que ponerse seria da verdadero miedo.

—Ok, tengo la casa sola hoy, mis padres tienen que trabajar así que si quieres puedes venir y hacemos la tarea y vemos una peli o algo— le dije yo sonriendo emocionada.

—Lo lamento pero estoy ocupada hoy, no podré ir...— me dijo sonriendo triste— tendrá que ser otro día...

—No te preocupes, ya veré en qué me entretengo, solo espero no salir herida o romper algo porque como pase algo de eso mis padres me matarán— dije yo logrando que mi amiga sonriera.

Caminamos a nuestras casas hablando de cosas banales como las clases, los últimos chismes o nuestros planes para el fin de semana, una vez llegamos a la casa de Laylah ella se despidió de mi y yo puse rumbo a la mía para pasar la tarde escribiendo, leyendo o haciendo alguna de las locuras que según yo no son peligrosas y luego resulta que acabo visitando a mi madre en urgencias o recibiendo una llamada desde la comisaría de mi padre en la que me dice que los vecinos se han quejado de algo.

Una vez en casa solté la mochila en la puerta de mi habitación y me cambié de ropa para algo más cómodo.

Bajé a comer y me puse a escribir un rato después de hablar tener una videollamada con mi primo de Barcelona en la que discutimos muy seriamente como liarla en la próxima reunión familiar.

Todo estaba tranquilo, yo estaba sentada en la sala escribiendo mientras comía helado cuando empecé a escuchar ruidos pero me puse los auriculares con música a todo volumen y los ignoré, seguramente sea un gato, estaba tranquila hasta que me llegaron como 10 mensajes de Ihan preguntándome donde estaba, lo normal es que estuviera en el gimnasio o corriendo pero había decidido darme el capricho de no ir hoy para poder redactar un par de capítulos de mi novela, luego escuché un ruido de cosas rompiéndose y me di cuenta de que no podía ser un gato el que provocaba el ruido.

¿Debería ir a ver o sería estúpido hacerlo? La curiosidad mató al gato pero como yo siempre digo, el gato murió sabiendo...

🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱🐱

Holaa

Esto no es un fan fic como los otros dos que podrás encontrar en mi perfil pero siendo sincera me apetecía probar algo nuevo y de ahí salió esta idea loca, siendo sincera no tengo ni idea de por qué la publico en vez de dejarla en borradores como otras muchas pero creo que en cierto modo es porque quiero de veras redactarla y no dejarla en el olvido como todas las demás que se encuentran en borradores.

No diré mucho pero quiero dedicarle lo que salga de aquí a uno de mis amigos, Connor, porque ama tanto la fantasía como yo y porque está empeñado en que algún día publique un libro, si lees esto (lo cual dudo) espero que sigas leyendo la historia y que te guste.

Ahora sí, se despide

Minicornamenta