Sobrevivir... a eso había tenido que empezar a jugar en este mundo lleno de dobles sentidos y mentiras.
Había tenido que aprender a sobrevivir al miedo y a que todos quisieran acabar conmigo.
Me había hecho fuerte o al menos eso creía pero... ¿cómo...
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Decir que preferiría tirarme de una séptima planta después de haber tenido la diarrea de mi vida creo que se queda corto para explicar lo irritante que es para mí mente estar en este sitio ahora mismo.
Llevo 3 horas escuchando lo mismo, mentiras, todos me piden disculpas por no haberme informado de nada antes mientras Ihan y Leylah se disculpan, Erick me analiza y los demás generales que están presentes me cuentan lo que saben sobre la guerra que se avecina y hablan sobre lo que sería mejor para mí importándoles una mierda que esté presente o mi opinión al respecto.
¿Lo más divertido de todo esto?
Lo más divertido de todo es que se creen que soy sumisa y que haré lo que me digan por el simple hecho de que según ellos es por mi bien, pero lamento decir que está equivocados.
—... es por eso que creo que lo mejor es que se quede aquí, estará más segura si se queda con Jace y además tendrá más acceso a estudios y preparación— decía uno de los generales del cual no recuerdo el nombre pero como según yo tiene cara Franklin pues lo vamos a llamar así.
Diosss... estoy deseando tirarles una silla, ¿no ven que nos importa una mierda lo que digan?
Es obvio que no lo ven, están convencidos de que haré lo que ellos me digan porque normalmente les obedecen siempre, veamos si están listos para toparse con un bache en el camino.
Y una mierda de bache, somos un puto socabón, ¿quiénes se creen estos que son para que vayamos a obedecerles? ¿Ares Hidalgo?
Eres la conciencia más rara de todas, ¿no se supone que deberías decirme que me comporte?
¿No deberías haber planificado como largarte de aquí quedando como la puta ama?
No te preocupes, eso déjamelo a mi
—¿Entonces vamos a dejarla aquí?— preguntó indigando un general con cara de cerdito
—No soy un perro— les digo poniendo una sonrisa fría y por primera vez en bastante rato todos me miran pero no encuentran a la chica sumisa que buscaban, encontraron a la chica que guardaba sus secretos dentro de sus muros de hormigón armado
—No hemos dicho eso en ningún momento, Fayna— dijo Ihan que parecía ser el único que empezaba a aceptar que no soy una niña a la que proteger— solo buscamos protegerte— pues no, el muy idiota sigue creyendo que quiero su ayuda
—Ya, es una lástima, no me interesa vuestra ayuda, puedo yo sola pero gracias por vuestra magnífica preocupación.— dije poniendo mis manos en la mesa y mirando uno a uno a todos los presentes, analizándolos como alguna vez me había enseñado mi padre— Es triste que siempre que vengo a aquí os creáis que no podré salir.
—Hemos reforzado la vigilancia por eso no te preocupes — me dijo Erick y yo levanté la ceja en un gesto de indiferencia
—No te preocupes, contaba con ello, ahora si me disculpais me retiro, como diría una de vuestras amadas princesas pomposas.
—Nos necesitas para sobrevivir— me dijo Franklin y yo me giré hacia él mirándolo desafiante— aunque te creas imparable no lo eres, sin nosotros al menos
—No soy imparable, eso lo tengo claro— dije yo y tuve que esforzarme por sacar los recuerdos de mi padre de mi cabeza
—En ese caso deja de comportarte como una niñita malcriada y date cuenta, estamos en una guerra y los del otro bando van a por ti, están deseando matarte, el séquito de las tinieblas no parará hasta ver tu cadáver, no te darán ni la opción de unirte a ellos.— me dijo el general con cara de cerdito y probablemente el principito escuchó los latidos desbocados de mi corazón o pudo ver venir que en cualquier momento los atacaría porque decidió intervenir
¿Deberíamos decirles que no solo nos buscan para matarnos sino para pedirnos que nos unamos a ellos?
No, déjalos en su mundo de fantasía
—Te propongo un trato.— inició él y yo le lancé una mirada interrogante que le decía claramente "ilumíname, ¿qué podría interesarme de ti?"— si te quedas empezarás a recibir entrenamiento, no sólo como guerrera sino que también con tus poderes y además podríamos ayudar a las chicas a controlar sus transformaciones, al igual que están ellas debe haber más, podríamos buscarlas llegado el momento y tú podrías ser la encargada de enseñarles, ¿qué dices?
—¿Le vas a dar un trabajo tan importante a una mocosa como ella?— dijo indignado uno de los generales alados y yo lo miré divertida, ¿quieres morir?
—Pues verás...— dije yo dejando las palabras en el aire para que me respondiera con su nombre
—Cadmus
—Verás Cadmus, no sé quien seas pero siendo sincera me importa una mierda, esas mujeres no confían en vosotros así que primero que nada me necesitáis si queréis poder saber cuántas son y enseñarlas a controlarse además de quien sabe si poder montar un ejército de ellas y segundo a mi me bajas el tono porque si quieres hablarme mal no tengo problema alguno en responderte peor, te lo digo ahora desde la base del respeto de la forma más educada posible.
~Tócame los cojones y puede que te coja como muñeco de prácticas y uno de mis poderes se desestabilice "accidentalmente "
—¿Me estás amenazando?— dijo él indignado y yo le di mi magnífica sonrisa congela infiernos
—Sí— le respondí de forma directa sorprendiendo a todos los presentes y Erick soltó un silbidito
—No me agradas pero algo que no se te puede negar son las agallas, ¿cuándo fue la última vez que alguien te amenazó Cadmus?— dijo él con la más genuina diversión plasmada en el rostro— No me caes bien pero tal cual dijo te necesitamos para que las lobas se fíen de nosotros, además será divertido ver arder Troya sin arder con ella.
Todos se quedaron en silencio unos segundos mientras nosotros teníamos otro duelo de miradas
Cuidado que te quemas con las brasas de amor
Ja, ya quisiera él, tengo claro que si no pertenece a un libro, película o serie no me enamoro de él
—Está claro que eres hermana de Jace, bienvenida al equipo— dijo Erick estirando su mano hacia mí impresionado a todos
—No soy la hermana de o la amiga de, soy Fayna y no necesito que me des la bienvenida a ningún lado, no me quedaré por placer, lo haré por ayudar a aquellas que lo necesiten— dije yo estrechándole la mano de forma retadora ante la mirada impresionada de todos— y que sepas que también me gusta ver arder Troya, sobre todo si me llevo conmigo a cierto bipolar que me está estrechando la mano— sonreí con la más falsa amabilidad de todas
¿Esta es su ídola? Porque la mía sí, ella es la fucking Queen
