LA GUERRA DEL MIEDO //Pausada//

6. Mentes machistas

Bueno... mi vida como ya os conté se ha vuelto un puto desastre pero que más puedo decir a parte de que lo único que intento es sobrevivir.

Decidí ir hoy al pueblo para comprar un par de cosas pero digamos que Ozul y yo nos desviamos un poco, un poco bastante, llevamos unas dos horas cabalgando a toda velocidad pero tanto a él como a mi nos agrada ir deprisa y sentir el viento chocando con nuestra cara.

Me estoy desviando del tema... El caso es que dejé a Ozul en el límite del bosque mientras yo iba a comprar y a visitar la taberna, una vez allí me senté en la barra con la capucha puesta y la vista fija en mi bebida mientras planeaba en como entrenaría hoy.

-Tú debes de ser el famoso demonio del bosque- me dijo un chico muy lindo a mi lado, tenía ojos marrones, un par de pecas en la cara y el pelo más o menos larguito de color marrón que caía por su cara desordenado, además de eso tenía la complexión de un guerrero bien adiestrado, no me conviene tener problemas con él, mis sombras pueden atacarlo matarlo pero está demasiado cerca y tiene pinta de ser más rápido que yo...- soy Erick y necesito tu ayuda.

-¿Para qué? - respondí secamente, estoy empezando a plantearme seriamente que estos meses sola han logrado que ya no sepa tratar a las personas de forma amable.

-Dicen por ahí que tú lo sabes todo de todos en este pueblo y necesito que me ayudes a encontrar a una persona, ¿estás interesada?

-¿Por qué yo?

- ¿A parte de porque se dice que lo sabes todo de la gente de este pueblo?- me preguntó él y cuando no me moví siguió hablando a la par que me analizaba hasta el alma si eso es posible, aunque no me sorprendería, estamos hablando de un mundo en que existe la mágia - sé que eres novata, he hecho mis deberes, sé que a penas has matado a 3 personas y todas ellas porque habían cometido verdaderas atrocidades, no muchos en este bar pueden presumir de tener los mismos valores que tú, - parece que notó mi perplejidad porque siguió hablando - sé que solo matas a quienes han hecho verdadero daño aunque eso signifique quedarte sin la recompensa o tener que lidiar con que quieran matarte a ti.

-No sé qué tiene que ver esto con buscar a alguien, no me interesa si has hecho la tarea, me valía con que me dijeras a quién, cuando, que debo hacer una vez lo encuentre y cuanto me vas a pagar por ello - dije yo un poco cansada de los rodeos.

-Iré al grano, quiero que busques a la princesa, tenemos pruebas que dicen que está en este pueblo pero puede que esté en manos de algún mercenario.

-No pienso perder mi tiempo buscando a una princesita pomposa que no quiere ser encontrada- le dije yo y cuando vi que iba a rechistar mi mente llegó a la conclusión que era momento de sacar las excusas que llevaba preparando para un momento como este- al príncipe no le hará gracia que busque a su hermana si no es para él, no necesito tenerlo a él y a su ejército en mi contra.

-Trabajo para el príncipe, soy uno de sus soldados más cercanos- me dijo mostrándome la credencial que decía que el príncipe le había dado permiso para esta misión y mi mente tuvo que empezar a trabajar contra reloj para que no descubriera que la persona a la que busca es la que está sentada a su lado hablando de él.

-No sé dónde está y no pienso perder mi tiempo en buscarla, tengo trabajos más importantes y no tengo lo necesario para enfrentarme a los que van tras ella y ya no hablo solo de mercenarios - dije yo refiriéndome a los rumores de que dentro de no mucho se levantaría una guerra.

-Sé que estuviste hoy en el campamento de entrenamiento - dijo logrando que me tensara al instante - hueles igual que la persona que estaba ahí observando desde las sombras, no pude verte pero tu olor te delata, si vas a espiar a un equipo de lobos tienes que aprender a esconder tu olor con los de la naturaleza- me quedé impactada ante semejante declaración pero no podía negarla, si lo hacía y resultaba ser de verdad un lobo podría escuchar mi corazón latiendo más rápido a causa de la mentira y tendría que buscar una excusa.

-De algún lado tengo que aprender- dije yo como si no fuera importante encogiéndome de hombros.

-Podría ayudarte a entrenar si es eso lo que te preocupa de buscar a la princesa, yo te entreno y tu la buscas para nosotros.

-No estoy interesada en ninguna de las dos cosas, si te molesta que observe no me huelas y no sabrás que estoy ahí- dije sonriendo cínica debajo de la capucha y me dió la impresión de que se lo imaginó porque empezó a hablar de nuevo.

-Estás huyendo de alguien, podemos ayudarte a esconderte, protegerte, si es lo que quieres a cambio- me dijo él y decidí que hasta ahí llegaba mi paciencia.

-Todos huimos de algo- dije yo mientras buscaba el dinero para pagar y largarme.

-Pero tu huyes de alguien, sino, ¿por qué vives en medio del bosque sola?- me giré hacia él y agradecí que no pudiera verme la cara.

-Si huyo o no, no es tu problema pero como hoy me siento generosa te diré que no me escondo de nadie, tu eres un lobo, o al menos eso dices, ¿no deberías comprender que haya personas a las que les guste el bosque?-le dije yo mientras ponía el dinero sobre la barra y empezaba a coger mis cosas.

-No hay lobas hace mucho- dijo él analizándome y aquello si logró cabrearme, ¿en qué puta burbuja se supone que vive?

-No es culpa mía que tu no veas más allá de tus narices y que seas tan machista- dije girándome para irme molesta, en esta sociedad está bastante afianzada la igualdad pero hay cosas como esta que hacen que me den ganas de sacarles los ojos con mía cuchillos.

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Holaaa

Les dejo otro capítulo por aquí y siendo sincera no hay mucho que decir.

Quería agradecerle a Loraine_21_09 por recomendar mi historia, me alegro de que te guste desde el prólogo.

A ti si leíste hasta aquí muchas gracias, no sabes lo que me alegro de que lo hayas hecho...

Ahora sí, se despide

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