—Fayna—
Los tambores de guerra sonaban, o al menos eso decía Erick.
Me había despertado hacía una semana en su casa después de mi magnífico, nótese el sarcasmo, envenenamiento.
Mi pobre cuerpo sigue recuperándose de los dolores, cansancios y mareos constantes pero mi mente vaga por lo primero que vi al despertar.
Una semana antes...
Cuando desperté me quedé en silencio unos segundos antes de poder empezar a atar cabos y darme cuenta de que había hecho una estupidez.
Me había acurrucado por completo al guerrerito valiente y mi cabeza estaba apoyada en el hueco de su hombro.
Su respiración era acompasada y tranquila, por primera vez lo ví tranquilo y relajado, como si no pudiera hacerle daño a una mosca.
Su brazo me abrazaba por la espalda y mi adolorida cabeza intentaba recordar cómo había llegado hasta ahí, o al menos como había acabado llevando una camiseta que me queda enorme junto a un pantalón de andar por casa.
Intenté levantarme, juro que lo hice, pero entre el brazo, mi cuerpo débil y que por primera vez en mucho tiempo me sentía como si nada pudiera hacerme daño no tuve las fuerzas para hacerlo.
—No intentes levantarte, te marearás y no tengo ganas de tener que levantarme a recogerte— me dijo la voz del chico a mi lado.
—¿Cuánto llevas despierto?
—Desde que has empezado a intentar moverme de una forma tan poco sutil.— me respondió él abriendo los ojos y enfocándolos en mí— no dudo que pases unos días débil, avisé al príncipe, no te preocupes.
—¿Cómo llegué hasta aquí y dónde estamos?
—Te traje y estás en mi casa, eres la primera mujer que viene y siendo sincero me esperaba que si me traía a una fuera con otras intenciones, no las de salvarte el culo.
—Eres odioso.— dije yo cruzándome de brazos molesta.
—Si tú lo dices... me esperaba al menos un gracias.
—¿Por?
—¿Salvarte el culo y no dejar que mueras envenenada?
Actualidad.
Después de eso habíamos acabado teniendo una de nuestras discusiones y él había tenido que salir.
Huyendo de ti, no me extraña, somos demasiado para tan poca cosa
¿Qué? No digas esas cosas, es estúpido, jamás me fijaría en alguien como él.
Ajá.
Bueno, la cuestión es que llevo una semana aquí y las cosas habían empezado a ponerse difíciles.
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LA GUERRA DEL MIEDO //Pausada//
FantasySobrevivir... a eso había tenido que empezar a jugar en este mundo lleno de dobles sentidos y mentiras. Había tenido que aprender a sobrevivir al miedo y a que todos quisieran acabar conmigo. Me había hecho fuerte o al menos eso creía pero... ¿cómo...