Un día con Tweek

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Este pequeño capitulo esta dedicado a cierto rubio quien se encarga de soportar todas las quejas de su enamorado, pero a pesar de esto lo apoya y lo cuida para que no se sienta mas miserable de lo que ya es, así que si deseas puedes quedarte a leer un poco sobre Tweek.

Bueno, espero lo disfruten! 

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El rubio dejo su teléfono a un lado luego de haber hablado con Craig durante un rato. Vio a su mascota quien se hallaba jugando con el lazo que le había echo y le causo cierta ternura el verlo tan entretenido con ello. Tomo al roedor y le quito el pequeño trozo de tela para que este no se sintiera incomodo usándolo, lo coloco dentro de su jaula, busco su laptop y de paso se hizo una taza de café. 

Ahora Tweek se hallaba viendo una película frente a la computadora mientras sostenía una taza con café caliente, le parecía un día esplendido para tomar su bebida favorita mientras veía una de las películas mas habladas de este año.

Stripe se hallaba dormido sobre sus piernas cuales se encontraban cruzadas y de vez en cuando el chico le daba un par de mimos sobre la cabeza del roedor quien se acurrucaba y exhalaba de manera relajada al sentir el contacto.

Tweek no dejaba de ver la pantalla, se hallaba tan concentrado que no se percató de la ausencia de sus padres quienes habían salido sin darle aviso.

El teléfono se hallaba cargando al borde de su cama, por lo tanto si le llegaba algún mensaje podría verlo en seguida, tenía todo planeado por si algo pasaba, excepto la salida de sus padres de la cual no tenia ni idea.

- ¡Monstruo marino! - Grito el niño protagonista de la película haciendo que el rubio se enojara por esa reacción.

- ¿Qué mierda Luca? ¿Así agradeces el que te defienda? Mejor vete Alberto, Luca no te merece. - Dijo el rubio enfadado sin dejar de mimar a su mascota, pero no paso mucho para que su película fuera interrumpida por el sonido del teléfono de su casa. Tweek se  quedo callado por un par de segundos para verificar si sus padres iban a responder el teléfono, pero el sonido de este seguía, lo que le daba a entender que ninguno de sus padres iba a contestar. Dejo al roedor sobre su cama, pauso la cinta y se apresuro en bajar las es aleras y responder la llamada.

- Residencia Tweak. ¿Quién habla? - Pregunto el rubio a quien se encontraba del otro lado de la línea.

- Hola Tweek, soy la mamá de Token. ¿Se encuentra tu madre cerca? ¿Podrías pasármela?

- Seguro. - Afirmo el chico para luego tapar con una mano el micrófono y llamar a su madre. - ¡Mamá! ¡La mamá de Token te llamo! - Grito el chico sin recibir respuesta. - ¡Mamá! - Volvio a insistir una vez más y no obtuvo nada mas que silencio, dejándolo así en una muy incomoda situación.

- Señora Black, mi mamá no se encuentra. ¿Podría llamarla en otro momento? - Preguntó el rubio con ciertos nervios.

- Claro que si tesoro. ¿ a que hora va volver? - Cuanto odiaba esa pregunta Tweek.

- C-creo que en una hora. ¡Si! Ella vuelve en una hora. - Afirmo el rubio sin saber lo que decía.

- Wow. ¿Y adonde se fue? - Esa era la segunda pregunta que Tweek mas odiaba.

- Ah, ella se fue a comprar mas semillas de café con mi papá, el trabajo de cafetero nunca termina señora Black y es por eso que elegimos los mejores granos de café para nuestros clientes.- Respondió el chico tratando de mantener la calma.

- Jaja, de acuerdo, entonces dile a tu mamá que me devuelva la llamada cuando vuelva ¿De acuerdo?

- De acuerdo, hasta luego señora Black.

Dientes de alambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora