𝓔𝓷 𝓵𝓸𝓼 𝓽𝓮𝓳𝓪𝓭𝓸𝓼 ~ Tori Vega (+Jade West)

17.

POV Omnisciente.

Jadelyn estaba dormida sobre la espalda de Robbie. Se habían quedado agotados luego de haber estado durante tres horas organizando buenas ideas para celebrar el cumpleaños de Victoria. La pelinegra se levantó lentamente, se quedó en una posición bastante torcida y le dolía el cuerpo. Bostezó y le dio tres toques a Shapiro para para se despierte.

-¿Q-qué hora es?- Dijo con la típica voz gruesa que poseían la mayoría de hombres a la mañana.

Jadelyn caminó tambaleándose hacia la mesa y buscó su celular.

-¡Maldita sea, vamos tarde!- Gritó al ver como el horario de entrada al bar ya había pasado. -¿Puedo usar tu ducha?- Se desesperó.

-Claro, como en tu cas...- Se había dormido de vuelta.

-¡Robbie!- Gritó.

-¡Listo, ya me desperté, ya lo hice, voy a vestirme!- Pegó un brinco de su cama y empezó a revolver su armario buscando un elegante traje.

La pelinegra se ducha velozmente y tomó su misma ropa vieja, no tenía tiempo de ir a buscar otra, realmente llegarían muy tarde.
Robbie encendió el auto y Jade se metió en el de forma apresurada.

La pelinegra aprovechó para tomar un poco de aire mientras el rizado acostumbraba su vista a los rayos del sol que penetraban las ventanas. Ella se puso a pensar en las ideas para el cumpleaños de Victoria, le parecía una buena forma de aprovechar el tiempo. Aún debía averiguar cuando era la fecha. De tanto pensar, algo le hizo click en su cabeza. Shapiro miró de costado a su amiga puesto que había hecho un chasquido con su lengua.

-¿Pasa algo? ¿Alguna idea para el cumpleaños de Tori?- Preguntó mientras sus brazos se movían hacia la izquierda para girar el volante.

-Sí-. Lo miró. -Y es no hacer nada-. El chico frunció el ceño. -Bueno, o sea sí, pero creo que será mejor que me encargue yo sola-.

-¿Por qué? ¿Planean...?- Jade le dio un codazo. -Lo siento-. Rió.

-Es que, no lo sé, la conozco, y ahora que estoy poniéndome en sus zapatos, no creo que mis gustos personales deban superponerse a lo que a ella desearía para su fiesta, ¿entiende?-

-No, ve un poco más despacio, cerebrito-. Jade suspiró.

-Me refiero a que debo pensar en como ella desea su fiesta, no en lo que yo quiero, y ya tengo una idea-. Sonrió.

-Okey, chica, ¿necesitarás mi ayuda?-

-No lo creo, pero no dudaré en preguntarle si pasa algo-. Sonrieron, en pocos minutos llegarían al bar y definitivamente no se ganarían un buen recibimiento.

En ese instante, al llegar al lugar, una multitud de gente esperaba en la puerta, con micrófonos, con cámaras e incluso con revistas. Los dos amigos se miraron fijamente ya que se empezaron a oír varios murmullos con su nombre involucrado.