𝓔𝓷 𝓵𝓸𝓼 𝓽𝓮𝓳𝓪𝓭𝓸𝓼 ~ Tori Vega (+Jade West)

8.

POV Omnisciente.

Jade y Tori estaban sentadas en el sofá de la casa de la castaña. La ojiverde tenía en sus manos un vaso con sopa de ramen. Victoria también tenía uno. A Jade le daba un poco de gracia ver como la chica frente a ella no usaba los palillos chinos y agarraba un tenedor. Vega nunca supo usarlos, se le hacía complicado.

-¿Qué pasa?- Sonrió la castaña avergonzada. -¿La quemé?- Hizo referencia a la sopa.

-¿No sabe usarlos, no es así?- Preguntó con un gesto suave con las cejas, para señalar los palillos sin uso que reposaban en la mesa.

-Pss, claro que sé-. Mintió. -Solo que... prefiero a mi fiel y confiable tenny-. Lo miró con afecto.

-¿Le pone nombres a sus cubiertos?- Sonrió. -Suena cool. Yo cuando era pequeña emparejaba a la cuchara con el cuchillo, pero el tenedor era su amante-. Ambas rieron al unísono.

-¿Cómo te sientes?- Preguntó Victoria luego de ese ataque de risa tan estruendo. -¿Mejor?-

-Bastante mejor-. Asintió con la cabeza dejando el vaso de lado. -¿Usted? ¿Él la ha lastimado? Me ha dicho que hablaron...-

-No, no me lastimó, pero debo reconocer que es bastante violento, Jade-. Exclamó Victoria con un tono de reclamo. Dejó el vaso de lado y apoyó su codo en el respaldo del sofá, dejando caer su cabeza en su mano.

-Lo sé-. Susurró largando un suspiro pesado.

-¿Era tu novio?- Cuestionó con preocupación. La pelinegra negó con la cabeza. -¿Es tu hermano?- Volvió a negar. Tori chistó frustrada. -¿Y por qué te trata así entonces? ¿Aunque sea lo conoces?-

-Realmente no me apetece hablar de eso, Victoria-. Frotó sus manos lentamente sobre sus muslos.

-Perdóname. Es solo que me molesta que te haya intentado...- La miró antes de apresurarse a decir cualquier cosa. -eso que ya sabes que intentó-. Resumió. Tomó aire. -No lo mereces-. Jade asintió con la cabeza mordiendo su labio; no tenía humor para sonreír, pero realmente apreciaba su honestidad. -Bueno, dejando esa mierda de lado, ¿q-qué te gusta hacer? ¿Te gusta tener pasatiempos?- Tori gruñó. -Claramente te gusta tener pasatiempos, por dios, que idiota-. Dijo para si misma. -Lo lamento, en verdad no sé hacer esto-. La pelinegra sonrió suavemente negando con su cabeza. -¿Quieres empezar hablando tú?-

-Sí, tengo pasatiempos, me encanta leer y organizar obras y cortos-.

-¿Organizas obras? ¿Y cortos? Wow-. Se sorprendió.

-Bueno, no es algo profesional siendo sincera, pero va en buen puerto; creo que con algo de fé, puede ser algo muy divertido-. Aplaudió casi de forma silenciosa. -¿Usted? ¿Algún pasatiempo?-

-Adoro dormir-.

-Pero... ¿algo para hacer despierta, tal vez...?-

-Mirar el reloj para saber cuando debo ir a dormir-. Respondió sin más. Jade rió. -Na, hablando en serio, no lo sé-.

-No le creo, me está mintiendo-.

-Noup-.

-Sí, lo veo. Anda, dígame-. Se arrodilló en los almohadones del sillón y la señaló. -No la juzgaré, Je vous le promets-. Tori frunció el ceño.

-La tuya por si acaso-. Respondió. La pelinegra rió.

-Significa "lo prometo"-. Aclaró. -Anda, dígame, dígame, por favor-.