30. FINAL.

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POV  Omnisciente:

Tori salió del consultorio como si hubiese terminado de correr una maratón. Estaba cansada y había transpirado de los nervios. Su cabello castaño se adhería a sus mejillas húmedas, Vega había llorado bastante. La sesión duró bastante. Sus acompañantes cuando pasó la primera hora se miraban entre sí preguntándose qué estaba pasando. Megan hizo un chiste con respecto a que seguro estaban "tirando". Ese comentario que hizo que West ruede los ojos y beba un sorbo de su vaso de café.

Beckett estaba ansioso pero la intriga lo ponía de mal humor y a cada rato iba de una esquina a otra acomodando su cabello o masticando chicles.

Margaret leía las revistas de la sala de espera. Se guardó mini revistas de sopas de letras en su gran bolso pero Robbie la descubrió y tuvo que devolverlas.

Hunter escuchaba música con sus audífonos inalámbricos y movía su pie con el ritmo. La rubia lo veía con ternura. La ojiverde, que estaba sentada frente aquella escena notó una vibra partícular entre ambos y sonrió suspicaz.
"¿Acaso Megan y Hunter sienten algo el uno por el otro?" Se preguntaba Jade, según vio en la pulsera de la rubia, esta era bisexual, y el rizado era demasiado obvio con Megan, se le notaba en los ojos.

Como sea, volviendo al asunto de Victoria, esta salió del consultorio con la energía por el piso. La pelinegra fue quién primero la notó y la agarró de las dos manos.

-¿Y, qué me dices? ¿Todo en orden?- Miró la puerta aún abierta y como la mujer que atendía miraba a la castaña con cierto cariño. No le molestó, Tori era adorable.

-Quiero ir a casa, estoy cansada-. Refregó sus ojos con sueño.

-Okey, vamos a donde tú quieras...-

-No. Voy a casa yo sola, ustedes regresen-. Sonrió de lado. Le pesaban los ojos, sí que había llorado.

-¿Estás segura que está todo bien?- Decía chequeando lo que podía leer en ella, o sea todo. No la notaba bien. La castaña asintió no muy convencida. -Al menos déjame acompañarte, por favor. Quiero compensar el tiempo que me tardé en llegar-.

-Okey-. Sonrió y se dieron un corto beso en los labios. Jade la tomó por el lado derecho de la cintura mientras Tori con su brazo izquierdo le envolvía los hombros. -En verdad muchas gracias a todos por venir, no sé que hubiera hecho sin su apoyo-. Su mano izquierda se unió en el centro con las manos de todos. -Es un momento súper importante para mí, es...-

-Es como una revolución, ¿no?- Exclamó Robbie.

-Que exagerado-. Gruñó Beckett. Por el contrario, a Victoria le gustó esa definición.

-No, no-. Calló al de pelo sedoso. -Es una revolución para mí. Es un gran cambio, un gran impacto. Jamás pensé que yo podría atreverme a dar semejante paso. Esa mujer va a darme la ayuda que nunca pensé que necesitaba, lo cual es genial porque quiero estar bien y sana-. Sonrió. -Me perdí miles de cosas por miedo a que todo cambie, por miedo a dar ese salto a otra realidad, a una buena, a una mejor... a una plena-. Tomó aire, no quería volver a llorar. -Y ya, ya no sé que más decir, dejé la escuela y nunca más toqué un diccionario-.

Todos rieron suavemente. Jadelyn se fue con Tori tomadas de la mano mientras los demás se saludaban y a cada rato hablaban de idioteces, era un clima fantástico. Beck reía con todos menos con Robbie hasta que vio su auto. Oliver quedó estupefacto y besó la puerta dos veces, era un famoso como antigüo vehículo, una reliquia según el padre del más alto.
Margaret, quién no se sabía orientar decidió ir con el muchacho. Tori y Jade le insistieron que vaya con ellas pero esta hizo caso omiso. Quería ir cómoda en el auto de Shapiro. Sus asientos eran  suaves y el rizado era el ser humano más pulcro del mundo.

𝓔𝓷 𝓵𝓸𝓼 𝓽𝓮𝓳𝓪𝓭𝓸𝓼 ~  Tori Vega (+Jade West) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora