El Rey Arruinado

Parte 1: Esperanza

Senna y Lucian pensaron que finalmente podrían descansar un poco antes de volver a su incesante lucha contra la niebla negra y el harrowing. Sobretodo tras regresar esta de entre los muertos...

Pensaron que tendrían tiempo para prepararse...

"Con estas corrientes de viento... podríamos llegar en tres días"

"Lucian..."

"Quizás podríamos parar antes en..."

"Lucian... la niebla..."

"¿Qué? ¿Qué ocurre?"

"La ruina..." 

"La niebla debería estar a... kilómetros..."

Pensaron que tendrían tiempo para prepararse... se equivocaron... 

Un enorme banco de niebla negra se extendía por encima del océano, dirigiéndose justo hacia ellos. Y Senna podía notar un gran mal frente a ella.

"Senna..."

"Lucian, no huimos de la oscuridad, ¿recuerdas?"

"........"

"Vamos..."

Los dos se adentraron en la niebla, siendo que el Purificador fue repeliendo a los espectros que se les acercaba.

Senna avanzó, encontrando finalmente al causante de todo... el Rey Arruinado...

En cuanto la vio el imponente ente hizo desaparecer la armadura que le cubría, siendo de las pocas veces que un mortal vio su verdadero aspecto.

"Viego..."

"Veo que también has investigado, Senna..."

"¡Este no es tu lugar!"

"¿Mi lugar?" - pareció contener una risa - "He recorrido el mundo... el mar... la ruina... para volver a su lado..."

"¿A su lado?"

"Devuélvemela..."

"Con todo esto... solo dañarás más Runeterra..."

"¿Cambiará algo que no dañe aquello que ya se cae a trozos?"

"¡Destruirás el mundo!"

En solo cuestión de segundos el Rey Arruinado se hallaba frente a la centinela de la luz, agarrándola del cuello e impidiendo su ataque.

"Ella es mi mundo..."

"Arrg..."

"Y ahora... regresará..."

El espectro alzó su mano, provocando que todo el cuerpo de Senna empezase a rodearse de una fantasmagórica magia verde.

Muy pronto algo proveniente de su interior empezó a ser extirpado por Viego.

¡Senna!

"Quién... quién me..."

"Solo un poco más..."

¡Aaahhh!

Finalmente el rey dejó caer al suelo el cuerpo de Senna. Ahora en sus manos tenía lo que parecía ser un alma, una que ansiaba.

"¡Senna!"

"¿Mmm?"

Un disparo purificador hizo retroceder un poco al rey.

Pocas cosas podían impactarle, y en esta ocasión podría haber repelido o esquivado el ataque de no ser porque estaba distraído. 

Esa misma distracción permitió a la mujer dispararle, aunque no pareció dañado.

"Vuestros esfuerzos son inútiles..."

"........"

"Ahora huid... o resignaos a morir..."

"Senna..."

"Lucian..."

Una horda de espectros se abalanzó sobre los centinelas, siendo que el campeón no vio otra opción salvo agarrarla y que se tirasen por el precipicio al mar.

"Una jugada arriesgada..."

"Así son los centinelas, señor"

"........"

"Estúpidos y poco precavidos"

Desde la niebla emergió Karthus, siendo que el resto de espectros le hacían un pequeño pasillo por el que podía pasar.

"Llegas tarde..."

"Preferí no interrumpir, mi señor"

"¿Ya has reunido a todos los Jinetes?"

"Sí... están todos..."

"¿Incluida ella?"

"Tratar con ella me es un poco difícil, pero sabe que es fácil de convencer"

"........"

"¿Ocurre algo? Mi señor"

"Ya tenemos el primer fragmento de su alma, Karthus"

"........"

"Aún quedan muchos por encontrar, pero los reuniremos..."

"Y las Islas de las Sombras volverán a ver a su Reina Arruinada"

Ante ese comentario el monarca esbozó una ligera sonrisa que acompañaba su pálido rostro.

"Sí... aún queda esperanza..."

"Señor, esos dos centinelas..."

"¿Qué ocurre con ellos?"

"Siguen vivos... lo noto..."

"Que respiren mientras puedan... nos urgen otros deberes..."

"¿Está seguro?"

"El carcelero se encargará de ellos..."

La niebla negra brilló en un tono verdoso y ambos espectros desaparecieron. 

Ahora estaban en las Islas de las Sombras con la Reina Sangrienta, Thresh, Hecarim, Shaco, Kalista, Evelynn y una yordle esperándoles.

"Saludos... mis jinetes..."