El Rey Arruinado

Parte 15: Gladiadores

Noxus... antiguo imperio de conquistadores... no sabían lo que se les venía encima e incluso de saberlo no hubiesen podido hacer nada...

Al igual que otras naciones Noxus estaba siendo asediada por la niebla negra, siendo que en las arenas de Reckoners había jaleo.

"¿Qué es todo ese ruido? Kato"

"Emm... hay pelea"

"¿Fuera de horario?" - se quejó Shiraza

"No ese tipo de peleas..."

"¿Entonces de qué estás hablando? Sé claro"

Riven estaba sentada en el fondo de aquella sala, escuchando la conversación sin demasiado interés.

Al menos hasta que unas hachas oscuras destruyeron la pared.

"Kato..."

"¿Sí? Shiraza"

"Ve a por Garras... ¡ya!"

El musculoso guerrero dudó por un momento, pero se marchó a por su compañero de peleas, dejando solas a las mujeres.

Una especie de minotauro corrompido por la niebla hizo acto de presencia.

"Vale... eso es nuevo..."

"Grgrr...."

"Thea..." - la reconoció Riven

"¿A ella si le hablas y a mi no?"

"Thea, ¿qué te ha sucedido?"

"La niebla me ha mostrado el camino... el camino de la violencia y de ser quien siempre he sido..."

"No digas tonterías, tu siempre has añorado la paz"

"Sí... pero si no puedo obtenerla... nadie la tendrá"

La llamada Thea embistió contra las Reckoners, quienes no tuvieron demasiado problema en esquivarla. El problema era la falta de armas.

Shiraza tenía sus cuchillas, pero la albina no poseía nada.

"Grgrr..."

"Eh, peloblanco"

"........"

"Ve a las arenas, a ver qué está ocurriendo"

"¿Y tú qué vas a hacer?"

"¡Grgraaahhh!"

"Jugar..."

La minotauro se lanzó a golpear a Shiraza, quien se apoyó en la pared para tomar impulso y saltar por encima de ella.

Se notaba que era una veterana en ese tipo de peleas.

Riven por su parte salió a las arenas, donde vio a Draaaven . Bueno, alguien parecido a él, solo que con ropas oscuras y rodeado de niebla.

"¡Hola! ¡Riven!"

"Dra... ¿Draven?"

"¡Es Draaaven! ¡Y Draaaven llega con el espectáculo!"

"¿Qué te ha..."

El campeón arruinado lanzó sus hachas giratorias sin decir nada más.

Parecía que sería el fin de Riven, pero una figura musculosa y de pelo purpura le salvo. Era otro Reckoner con garras en las manos.

"¿Estás bien?"

"Me has... ¿salvado?"

"Si no lo hubiese hecho ellas me hubiesen matado"

"¿Ellas?"

En las gradas podían verse las hermanas de Riven, las guerreras conocidas como Teneff y Arrel.

Ellas no iban a ayudar a su hermana, no era su estilo intervenir en sus peleas. Pero si la lanza de Arrel cayese al lado de Riven...

"Teneff... Arrel... vosotras..."

"Simplemente no mueras" - dijo la calva - "¿Claro?"

"........"

"¡Eh! ¡Riven!"

El gladiador noxiano volvió a lanzar sus hachas giratorias, pero esta vez Riven pudo usar la lanza para desviarlas y esquivarlas.

"¡Esto no te servirá siempre!"

"Solo dame tiempo..."

"........"

"Tú... Garras, ¿verdad?"

"¿No te sabes mi nom..."

"¿Se te ocurre alguna forma de acabar esto?"

"Rindiendonos" 

Un brillo verde de aspecto fantasmal surgió detrás de Draaaven y una extraña figura apareció.

Su rostro estaba oculto por un yelmo, pero era más que claro que su armadura la hacían ver como una especie de soldado femenino.

"¿Quién eres tú?"

"Me llaman Matyr... aquella que envía el mensaje de su majestad..."

"........"

"Enviado por Karthus y el gran Viego..."

"Otro... ¿otro espectro?"

"Es su voluntad que me entreguéis aquello que tanto ha añorado con recelo..."

Riven y el Reckoner miraron con cierto temor cómo Thea surgía de la destrozada sala, uniéndose al ente y a Draaaven.

"Oye, ya que vamos a morir..."

"Con esa actitud desde luego..."

"Siempre me has gustado, ¿sabes?" - le dijo Garras

"Uggghh..."