Parte 29: Mil almas

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¿Cuánto estarías dispuesto a dar por volver a reunirte con tu amor? ¿Hasta dónde irías? ¿Por cuánto esperarías? Él tuvo una respuesta simple...

El Rey Arruinado se encontraba en una iglesia destrozada, con Kalista, Hecarim, Ledros informándoles de las noticias más recientes.

"Centinelas..."

"Dos Piltovianas en el Este... en el Oeste una solari..." - informó Hecarim

"Y también en el Sureste una embarcación Ixtali"

"Kalista, no quiero interferencias, ve por las Piltovianas junto a Ledros"

"Sí, su majestad..."

"Hecarim, tú y tu Orden id por los otros"

"Como desee..."

"Lamento que no podáis estar presentes en este gran momento" - dijo Viego - "Al fin de cuentas vuestras vidas fueron para esto..."

"No se preocupe... mostraremos nuestros respetos a la reina en cuanto volvamos"

Y tras decir esto Hecarim desapareció, siendo seguido poco después por Kalista y Ledros.

Viego se acercó a la caja de música, aquella que sería el contenedor de los fragmentos. Y a su lado se manifestó Karthus.

"¿Tienes el fragmento?"

"Costó un poco, su alteza, pero pude encontrarlo"

"Tan eficiente como siempre... ahora que no hay..."

"........"

"Interrupciones..."

La puerta de la iglesia se abrió, revelando a Senna y sus improvisados Centinelas de la Luz. Graves, Yorick, Riven, Lazarus, Lucian, Vayne, Diana y Akshan.

"Senna..."

"Viego..."

"Yorick... el perro traidor..."

"........"

"Admiro vuestra insistencia y temeridad"

"Iríamos hasta el fin del mundo para detenerte"

"¿Detenerme? ¿Piensas detener al amor?"

"Déjate de cursilerías" - le dijo Vayne

"Si así lo queréis... ¿quién será primero?"

Todos se apartaron para que Lucian iniciase su Sacrifico, mientras Lazarus y Senna se colocaban a su derecha e izquierda para atacar.

Viego frenó varios de los ataques con su espada y luego frenó en el aire uno de los disparos de luz de Lucian.

Cerrando la mano fue convirtiendo esa luz en una oscuridad que les devolvió el doble de fuerte.

"Patético..."

"¡Uuuaaaah!"

Por los lados estaban Diana y Riven, que habían avanzado hacia él para degollarlo.

De un solo espadazo de su hoja el Rey las repelió y mandó a volar contra las paredes.

"Esperaba más de..."

"¡Eh! ¡Principito!"

Graves y Vayne fueron los siguientes en atacar, aunque sus ataques fueron esquivados por su gran velocidad. Luego agarró por el cuello a Graves.

"Rey... no príncipe..."

"Lo... sien..."

"¡Monstruo!"

Viego detuvo las flechas de plata con solo mirarlas y se las devolvió a la cazadora, destrozando el arma. Con las sobrantes hizo lo mismo con las otras.

Yorick por su parte reunió todo su poder en su pala, preparado para golpearle.

Con una simple mirada el Rey Arruinado lo detuvo en el aire y lo mandó a volar contra la pared.

"Urgg..."

"Esperaba más de los Centinelas..."

"A tu espalda"

Diana chocó su arma contra la de Viego, desprendiendo un poder cósmico que pareció interesar al Rey Arruinado.

"Interesante... potencial..."

"Grgr..."

"Tu fuerza es curiosa, hija de la luna..."

"........"

"Pero ya derroté varios aspectos... tú no serás la excepción..."

Y generando un enorme poder oscuro alrededor de su cuerpo es que logró repeler a la lunari.

"¿Alguién más?"

"¡Detente! ¡Rey Arruinado!"

"¿Y tú quién eres?"

"Soy Akshan, Centinela de la Luz... y este es mi Absolvedor..."

"Tu... ¿qué?"

"Este objeto devuelve a la vida a los muertos... siempre y cuando la use para acabar con quien lo asesinó en primer lugar..."

"¿Karthus?"

"Se trata de un arma milenaria de los Centinelas..."

"¡Hora de pagar por tus pecados!"

Akshan disparó su arma, siendo que un orbe de luz golpeó a Viego... y no pareció haberle hecho nada...

"No... ¿no ha pasado nada?"

"Por supuesto que no" - dijo el liche - "Si bien tu arma destruye espectros incorpóreos, sus efectos regenerativos y letalidad no se aplican a los muertos"

"Oh... ¿en serio?"

"Estoy cansado de esta... decepción..."

Y repentinamente el tiempo se detuvo para los mortales, siendo que solo Viego y Karthus podían moverse.

"Me encargaré de ellos luego"

"¿Impaciencia?"

"Por supuesto, es hora de..."

"¡Alto! ¡Alto!"

Viego ya estaba harto de las múltiples interrupciones, pero notó algo extraño... su propia esencia y la de... ¿Isolde?

Rápidamente se giró para ver a la Reina Sangrienta acompañada de una niña.

"Tú... ¿quién eres?"

"Tienes que detenerte... papá..."

El Rey ArruinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora