Parte 10: Equilibrio Jonio

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Karma había sido corrompida por la niebla negra y ahora se encontraba atacando a Shen, el Ojo del Crepúsculo. Al igual que atacó a Irelia y a su aprendiz horas antes.

El ninja esquivaba los ataques imbuidos en oscuridad con cierta facilidad.

"¿Cómo es posible que me esquives?"

"No es la primera vez que la oscuridad y yo discrepamos en algo..."

"Maldito Kinkou..."

"Karma, ¿por qué haces esto?"

"Solo llevo la palabra de Viego, nuestro señor..."

"¿Viego?"

"El Rey Arruinado, aquel que protagonizó la historia de amor más bella, quien me ha mostrado la verdad..."

"........"

"¿Por qué debe existir Karma? Cuando Darha debería vivir..."

"Pregúntate a ti misma"

"Cómo... ¿cómo dices?"

"Tu destino era ser Karma, pero fue Darha quien decidió sacrificar su futuro por el bien de Jonia..."

"........"

"Toda la existencia de Karma reside en una decisión... que Darha tomó..."

"¡Cállate!"

La campeona corrompida trató de usar su Resolución Concentrada, pero Shen pudo frenarla con su Barrera de Ki.

Más allá de eso notó que la niebla no se acercaba a él.

"Deberías unirte a él, Shen"

"¿Unirme?"

"Así serías libre... felizmente libre..."

"¿Entonces por qué no veo libertad en tus ojos sino dolor?"

"Grgrr...."

Karma se dispuso a atacar nuevamente, pero esta vez sus ataques fueron interceptados por unas cuchillas que ya conocía.

Irelia acababa de aparecer, aún cansada, para unirse a la batalla.

"¿Llego tarde?"

"Seguís empeñados..." - gruñó Karma - "Empañados en combatir a la oscuridad..."

"Es una mala costumbre que tenemos..." - admitió el ninja

"¡Grgraaahh!"

Otro hechizo fue lanzado por Karma hacia su enemiga, quien juntó todas sus cuchillas a modo de escudo para defenderse.

Shen mientras tanto logró avanzar hacia su oponente hasta estar enfrente suya.

"¡No puedes purgar a la niebla! ¡Es la niebla de nuestro señor!"

"¿No puedo?"

El Ojo del Crepúsculo le tocó su frente antes de usar el Refugio Espiritual, permitiendole brevemente conectar con el mundo espiritual.

Esto pareció cortar su vínculo con la niebla negra, que salió expulsada de su cuerpo.

"Aaahh..."

"Karma... ¿Karma?"

"Yo... yo... lo siento..." - dijo antes de desmayarse

"Ha funcionado... ¿cómo sabías que funcionaría?"

"No lo sabía"

Un potente torrente de luz espectral se vio emerger desde el bosque sagrado.

Algunos minutos antes Shaco se hallaba en este lugar, saltando de un lado a otro buscando algo. Hasta que una cinta le hizo la zancadilla.

"Esta tierra sabe a... tierra"

"¡Detente en tu búsqueda! ¡Bellaco!"

"Liana... ¿qué haces aquí?"

"Detenerte..."

"Pero esto es un bosque, Liana, no una jungla"

"........"

"........"

"¿Qué?"

"Liana... bosque... jungla..."

"No... no lo pillo..."

"Una lástima" - dijo sacando sus cuchillos - "Tendré que matarte por ello..."

El bufón siniestro se lanzó a atacarle, desapareciendo y apareciendo en una nube anaranjada. 

Por fortuna para Liana sus cintas eran rápidas y permitían bloquear sus ataques. En uno de estos lo agarró para lanzarlo contra un árbol.

"Eso dolió, Liana... me doliana"

"No sé tu nombre y ya me caes mal"

"Suelo provocar ese efecto en quienes voy a... matar..."

"¿Ocurre algo?"

En el suelo, brillando entre flores se hallaba una en concreto rodeada de un aura azulada, siendo totalmente plateada.

"Gracias, Liana, eres mi trébol de la suerte"

"Esa flor..."

"¿Cómo se dice adiós en Jonio?"

Las cintas avanzaron rápidas para intentar agarrar la flor, sin éxito alguno.

Shaco ya la había cogido y nada más hacerlo convocó un torrente de almas y energía espectral que le hizo desaparecer.

"Arff... Irelia me va a matar..."

El Rey ArruinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora