Parte 14: Incorrompible

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El sol... poderosa estrella que nos ilumina la mente y el corazón... ¿pero qué tiene que iluminar cuando tu corazón es frío e inerte?

Diana y Cygnus el Nocturno acababan de tener un encuentro con Thresh el carcelero. Dudando de si opacar sus planes recibieron un ataque imprevisto...

A mano de un corrompido Pantheon...

"Atreus..."

"¡Deja de llamar al mortal! ¡Yo soy Pantheon! ¡El Guerrero! ¡La Guerra!"

"¿Diana?"

"Él es... el aspecto..."

"La vergüenza que he sufrido ante este humano es intolerable... y ahora será mi arma nuevamente..."

"No puedes hacer eso"

"¿No? ¿Quieres verlo?"

Un aura de energía oscura rodeó por completo al Rakkor, que se lanzó a atacar a los lunari. Cygnus era rápido, muy rápido, y pudo esquivarlo.

Diana tampoco tuvo problemas, encajando un golpe que no logró mucho.

"Esquivar es de cobardes"

"¿Y poseer a gente para luchar no?"

"¡Silencio! ¡Insolente aspecto menor!"

"¿Qué me has llamado?"

"Jajaja... ¡jajajaja!"

La lunari notaba algo extraño en su oponente. Siendo el aspecto de la guerra... ¿cómo pudo esquivar tan fácilmente su golpe?

Volvió a lanzarse por ella, pero esta vez Diana se quedó quieta.

"¿Diana?"

"Tranquilo, Cygnus..."

"¡Uuaaaahh!"

La Guerra estuvo a punto de atravesarle el pecho, pero en el último momento se detuvo, siendo incapaz de completar su ataque.

"¿Qué ocurre? ¿Por qué no puedo..."

"Ese cuerpo no te pertenece"

"No... claro que me..."

"Pertenece a Atreus, el artesano de la guerra"

"Yo... soy... la guerra..."

"No es que haya fraternizado demasiado con él" - admitió Diana - "Pero reconozco su valor, su fuerza, su voluntad..."

"Ggrgrrr..."

"Una voluntad de hierro... que tu no tienes..."

El espectro emitió un poderoso grito de frustración, momento en que su aura oscura se fue tornando en una dorada.

Un poderoso destelló cegó a todos y al recobrar la vista Pantheon parecía normal.

"Arf... arf... ¿Diana? ¿qué ha pasado?"

"........"

"Recuerdo... recuerdo pelear con alguien... un espectro y..."

"Thresh debió arrastrarte hacia la niebla"

"¿Thresh? No, no fue el carcelero..."

"¿No?"

"No, fue un... emm... un comandante"

En la tribu de los solari estos estaban frenando a los espectros con todo lo que tenían, pero la mayoría retrocedía ante uno en concreto.

Un espectro con armadura, escudo y una enorme espada.

"¡Detente! ¡Espectro!"

"Eres el quinto solari que me dice eso..."

"Soy Daiwab, Centinela de la Luz y Solari... no soy una cualquiera"

"Yo soy Ledros, Comandante y Camavoriano... tampoco soy un cualquiera"

El ente se lanzó a atacar a la mujer, desarmada, quien pareció protegerse con una barrera de luz que le hizo retroceder.

"¿Magia?"

"La luz del sol... capaz de purificar hasta la niebla más oscura..."

"Purificar no... retroceder puede..."

"¿Cuál es para ti la diferencia?"

"Yo tampoco retrocedo"

Ledros se dispuso a atacar nuevamente, cuando un escudo se interpuso en su camino. Una mujer bloqueó la estocada y son su espada le cortó la mano.

Volvió a regenerar su mano rápidamente, cosa que no le agradó.

"¡Leona!"

"Daiwab, ¿qué ha ocurrido?"

"Los espectros... nos han invadido..."

"Ledros te llamabas" - le apuntó la guerrera con su espada - "¿Qué tienes que ver con esto?"

"Soy el comandante del Rey Arruinado..."

"¿Su comandante?"

"Sí... y también soy su distracción..."

"Tu osadía a... ¿distracción?"

Un torrente de luz espectral rompió el techo de un antiguo templo solari en el cual se encontraban Thresh y Evelynn.

"Ha sido fácil"

"¿Quién diría que ese Ledros sería útil?" 

"Sigo pensando que un reloj de sol es bastante cutre como regalo de bodas"

"No es momento de pensar en eso..."

Conforme Leona entraba pudo ver cómo los espectros desaparecían a pocos metros de ella.

El Rey ArruinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora