Parte 18: Peligros de Shurima

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El sol abrasador de Shurima golpeaba los hombros del hombre llamado Kassadin. A pesar de su armadura y la ropa que debía protegerle.

Caminó por mucho tiempo, llegando finalmente a una de las pirámides ocultas de Shurima, el lugar que había estado buscando.

"Jayce... ¿me recibes?"

"Kassadin, me pillas algo ocupado..."

"He llegado al lugar... ¿seguro que es aquí?"

"Lucian y compañía están de camino a Shurima y comentaron sobre un banco de niebla negra..."

"........"

"Si esa niebla busca algo antiguo puede que esté ahí encerrado"

"Parece poco probable..."

"Es lo que dijeron Azir y Lucian.... emm..."

"¿Pasa algo?"

"Te dejo, la hidra parece estar muy enfadada"

"¿Hidra?"

Pero el objeto que usaban como transmisor se cortó abruptamente.

No había visto rastro alguno de niebla desde que inició su búsqueda, pero en días anteriores si hubo por esa zona... ¿qué la alejó?

Fuese como fuese se transportó al interior de la pirámide, encontrando los restos de uno de los muchos aventureros insensatos.

"Pobre alma..."

"No tan poooobre..."

"¿Mmm? ¿Quién anda ahí?"

"¿Eres tú? ¿El saqueador?" - dijo una voz femenina

"No soy un saqueador... solo un viajero..."

"¿Viajero?"

Kassadin vio la arena de la sala donde se encontraba moverse.

De repente un torrente de arena se lanzó hacia él, siendo que pudo esquivarlo con un simple Camino del Vacío.

"Magia..."

"........"

"Un mago... como él..."

"¿Como él? ¿De quién hablas?"

"De él... el saqueador..."

"¿Por qué no te muestras?"

"No querrías verme... nadie quiere verme..."

"........"

"Porque verme es el preludio... a la muerte...."

La arena del piso empezó a formar un torbellino y del interior de este surgió un extraño ser.

Llevaba túnicas moradas y adornos en la cabeza que ocultaban su mirada salvo unos ojos brillantes. Luego estaba su cuerpo...

Una pierna humana, una pierna de caballo, seis brazos (dos de ellos claramente los de una bestia) y cola de zorro.

"Un baccai..."

"No... hechicero... erras..."

"........"

"En esta tumba hay dos baccais..."

Kassadin rápidamente desenvainó su Cuchilla Infernal, volteándose justo a tiempo para detener con ella la guadaña se su segundo oponente.

Este era un baccai extraño, con una máscara que ocultaba su rostro.

"No soy vuestro enemigo..."

"¿Y deberíamos creerte?"

"Es el emperador Azir quien me envía..."

"¡El emperador nos hubiese avisado!" - gritó la mujer

"Solo eres un ladrón... igual que el liche..."

"¿Liche?"

"¡Desaparece entre las arenas de Shurima!"

La baccai hizo un extraño movimiento con sus manos, provocando que la arena empezase a perseguir al héroe.

Este notó que todo lo que tocaba esa arena se corroía.

"No quiero haceros daño..."

"¿No quieres?"

"¡No! ¡Azir me envió porque cerca estaba la niebla negra!"

"No se de qué niebla hablas..."

"Duma... quizás... quizás dice la verdad..."

La arena se ralentizó un momento, segundos que aprovechó Kassadin para levantar una Barrera y protegerse mientras estaba quieto.

"Soy shurimano, y jamás invadiría una tumba del emperador"

"Eso lo podría decir cualquiera"

"Pero es cierto, él es mi amigo, yo jamás..."

"¿Amigo? ¿Del emperador?"

"Sí, Duma... amigo..."

Ambos baccais se voltearon hacia la puerta que daba a la biblioteca y de la que salieron dos figuras muy reconocibles.

Una era una mujer morena de vestido blanco, el otro era el mismísimo Azir.

"Em... emperador Azir..." - se inclinó la baccai

"Majestad..."

"Este hombre es un aliado y amigo personal de Shurima..." - dijo el ascendido - "Y es cierto que le envié aquí..."

"Señor... ¿por qué no nos avisó?"

"Tuve que tratar temas urgentes y mi enviado tuvo problemas..."

"Por tener mala suerte casi me matan" - advirtió Kassadin

"Y lo lamento, de verdad..."

Ambos baccais parecían algo confundidos por toda la situación.

"Duma..."

"¿Sí? Emperador..."

"Cuéntanos... ¿qué ha pasado aquí?"

El Rey ArruinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora