El Rey Arruinado

Parte 12: Hielo oscuro

El amor... llena tu alma de calor... de un embriagador calor... pero, ¿qué ocurre cuando este muere? Y solo queda... el frío...

Ashe se hallaba al frente de su aldea en compañía de Tryndamere, ambos parecían preocupados por el nubarrón de niebla negra del horizonte.

"¿Les has contactado?"

"Sí... afortunadamente fue Shen, yo no entiendo cómo funciona esta cosa..."

"¿Qué te han dicho?"

"La niebla la está causando el Rey Arruinado"

"Con que el señor de Thresh..."

"¿Novedades?"

"Ha llegado a un campamento de la Garra Invernal"

"Y ahora se está acercando... deberíamos..."

Un ruido se escuchó en la muralla de la aldea y mucha gente empezó a gritar.

Olaf había ingresado gritando como loco, pero algo extraño es que no parecía poseído o influenciado por la niebla negra.

"¿Qué demonios?"

"¡Sal! ¡Reina del Hielo! ¡Muéstrate ante Olaf!"

"¡Olaf!"

La mujer se presentó ante de él de un salto. A Tryndamere le molestaba que hiciese esas cosas tan peligrosas.

Como presentarse tranquilamente frente a un bárbaro enloquecido y suicida.

"¿A qué viene esta pataleta?"

"¡Sejuani ha enloquecido por la niebla negra que mandasteis!"

"Nosotros no la mandamos, Olaf"

"¿Seguro? ¡Porque está viniendo aquí! ¡De regreso con vuestros brujos!"

"Aquí no tenemos brujos"

"¡Mentira! ¡Tenéis al tipo raro de la lechuza!"

"Mi buen señor, yo soy un vidente" - aclaró un individuo anciano entre la multitud - "No un hechicero o brujo..."

"¡Es lo mismo!"

"Creo que no, jeje"

"¡Silencio! ¡Probaréis..."

"¡Ashe! ¡La niebla!"

La niebla negra, que se encontraba a varios kilómetros, llegó repentinamente en cuestión de segundos. Rodeando el pueblo.

Los avarosianos pronto se sintieron cansados, agotados, tristes...

Y fue entonces que Ashe, Tryndamere y Olaf pudieron ver al verdadero causante de todo... una yordle de pintas muy raras...

"Nieve... odio la nieve..."

"¿Quién eres tú?"

"¿Acaso importa?"

"¡Claro que importa! ¡Roedor!"

"¿Roedor?" - replicó a Olaf - "¿Tu te has mirado en un espejo?"

"¡Caerás ante el filo de mis hachas!"

"Pfff... paso..."

El berseker se lanzó contra la yordle, quien pareció inmovilizarle usando su sombra y luego lo lanzó hacia el otro extremo del pueblo.

"Meh..."

"¿Eres uno de los espectros del Rey Arruinado?"

"Ojala ser un espectro... pero solo estoy aquí por un peine..."

"Un... ¿peine?"

"¿Has desatado la niebla negra por un peine?"

"Veo que captas todo muy rápido, cerebrito"

"Pero serás..."

Su sombra salió disparada, sin abandonarla, para pasar por todas y cada una de las casas que había en el poblado.

Finalmente regresó con Vex y pareció contarle algo al oído.

"Bárbaro, así que está aquí..."

"Antes de hacer nada deberías darnos explicaciones" - dijo Ashe apuntándole con una flecha - "Si no quieres acabar congelada"

"No me gusta hablar con gente..."

"Ese no es mi problema..."

"Oh, reinecita, creo que sí lo es"

Una especie de area oscura se lanzó alrededor de la yordle, haciendo que ambos freljornianos empezasen a sentirme mal.

"Qué... ¿qué ocurre? ¿es la niebla?"

"No... es... otra cosa..."

"Eso es, pasguatos, sentid mi pesar... y mi flojera..."

Algunos avarosianos acudieron en su ayuda, pero la yordle pudo repelerlos haciendo uso de las habilidades de su sombra.

Luego fue caminando hacia una de las casas.

"No, sombra, yo tampoco sé qué hace aquí un peine..."

"........"

"Ya sé que sirve para peinarse, me refiero... nah, déjalo..."

"........"

"Plateado, eh... qué normie..."

"........"

"El negro es mejor..."

La yordle recogió el objeto e inmediatamente un aura espectral comenzó a rodearle. 

Ashe finalmente logró salir de ese área de penumbra, pero ni sus flechas llegaron a tiempo para evitar su huida. 

"Quién... ¿quién era esa?"