Capítulo XII - Empezar De Nuevo

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Otro día más de noviembre, otro día sin él, todo ese tiempo fue algo extraño, me sentía con una enorme soledad en mi alma, todavía recuerdo sus palabras.
Mi corazón testifica lo malo que me ha ido, lo cruel que hemos sufrido durante todo este tiempo, son tantas cosas que envenenaron mi alegría, y también envejecieron mis ganas de amar.
Quisiera perdonarlo, tendría que olvidar, y ¿cómo se puede borrar de la mente algo así?, mi guitarra emane tristeza, mi café se vuelve más frío y mi vida se va antes de lo esperado.
Seguramente hay alguien que quiere formar una vida conmigo, seguramente alguien al azar o el mismo de antes, superficialmente quiero al azar, pero desde el interior de mi alma quiero el mismo de antes, porque ya tenía mi mundo plasmado, mi universo en un lienzo, que ahora cuelga de un clavo en la pared.

En casa se escucha la música en discos de acetato de James Taylor, me hace sentir amada, y me lleva fuera de mi mente, justo donde quisiera estar.
Y yo, aún volvía cada miércoles a la Calle Cornelia, me volví admiradora del café de ahí, a pesar de revivir los momentos en los que estaba junto a Michael, me pregunto si todavía lo rememora, el dueño siempre me pregunta dónde está él. ¡Qué triste es saber que el lugar en dónde una vez habitó el amor, hoy, ya no existe ese sentimiento!.
Recibí una carta de alguien anónimo, curiosamente la leí y tenía escrito :
"¡Vaya!, tu novio besa muy bien Marjorie, ¿qué te pareció?... - Después de leer esto, supe inmediatamente que se trataba de Susan -... ¿Sabes por qué lo hice?, bueno, tú destruiste mi matrimonio, mi familia, y ¡lo siento mucho!, pero es mi turno. A veces no es bueno dejar solas a las personas que más amas, todo salió perfectamente bien planeado, admito que simplemente sólo quería que me encontraras con él, y resulta que nos encontraste besándonos, ¡y quién no!, es un hombre atractivo, ¡ay querida me parece que te quedarás sin nadie otra vez!.

Talvez mi ira fue estimulada, y Michael podría haber sido solamente usado por ella, me encargué de visitarla para que arregláramos esta diferencia entre las dos, fui a su casa, y al verme me dijo :

_¡Marjorie!, ¡qué bueno es verte nuevamente!, pasa por favor - Exclamó hipócritamente

_Le contesté con el deseo de golpearla - No gracias, solo vine a decirte algo

_Te escucho

_Pues, ya sabes ¿no?, vine para arreglar lo que debimos de hacer desde hace mucho tiempo, escucha, no sé si era tu cruel forma de vengarte de mí por lo de Thomas, y si es así, tú llevas las de perder

_¡Ah sí, no me digas!, ¿y eso por qué?

_Recuerda que antes de ti, Thomas estaba conmigo, y aunque te eligió a ti, al final me dió lo mismo, y tuve que cobrarle eso de alguna manera, fue algo más piadoso, talvez deberías de agradecerme, te lo quité de encima, pero me alegra mucho saber que por tus propios ojos te diste cuenta que te engañaba, te pusiste en mi lugar, así me sentí yo cuando los vi aquella vez, sin embargo, me llevé una lección; ¡ah se me olvidaba!, no te vuelvas acercar a ninguno de nosotros porque la pagarás caro Susan, ¡adiós!.

Se quedó ahí parada en su puerta, vi en sus ojos las lágrimas de la furia y decepción al darse cuenta que pagó lo que una vez me hizo, lastimosamente así es la vida, cobra lo que le pertenece, ahora yo estoy algo tranquila al saber que era un plan de Susan, y me siento estúpida al mismo tiempo por no haber escuchado a Michael, creo que lo mejor será no hablarle, al final, terminamos.
Iré al Café de la Calle Cornelia, como siempre puntual y amante de permanecer ahí, leyendo, y comiendo pastel, escuchando la música para relajarse, siempre suena Grover Washington JR y su canción Just The Two Us, ¡la amo!, es una balada verdaderamente perfecta, tranquila, me hace querer tocar las estrellas.
Llegan las 5 :00 pm, el cielo tiene lindos arreboles, me gusta fotografiarlos, ya pronto me iré, y un chico entra al café, no logro verlo, y en un momento en el que cruzamos nuestras miradas, supe que era Michael, se acercó para decirme :

Miss Marjorie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora