Miss Marjorie

Capítulo VII - Mujer Loca

¿Será que un escorpión pica al contraatacar?, no realmente, ellos atacan para matar, y yo lo haré.
No me he olvidado de Thomas, ni de Susan, la familia Davis, todavía recuerdo el dolor y las penas que me provocaron, lo peor fue que yo lo hice pasar por desapercibido, pero, ahora es momento de poner las cartas sobre la mesa.
No me quiero ver vengativa, sino justa con lo que me pertenece, me enteré que Thomas ahora engaña a Susan, talvez ella no lo sabe, y en mi caso me corresponde decirlo, aunque ella me odie tanto, así Thomas obtendrá lo que merece.
Siempre he pensado que Thomas y yo, nunca fuimos los novios que se supone que éramos, nos quedaba mejor el papel de amigos, aunque él lo arruinó todo desde Centennial Park.
Los amigos se separan, los amigos se casan.
Nacen desconocidos, desconocidos son enterrados. Las cerillas arden una tras otra, y las páginas se pasan y se pegan unas con otras. Necesitaba ayuda, aún seguía en el restaurante, sentada en una esquina a la que iba con frecuencia, estoy más que segura de aquí afuera, ahora Thomas, tiene una esposa, hijos, y navidad, y yo lo desconocía porque estaba justo aquí.
Él no me dejó opción más que quedarme aquí para siempre, ¿alguna vez escuchó de la chica que se quedó congelada?, pues el tiempo pasaba para el resto de la gente, y ella no lo supo.
Jamás le hice daño a nadie, me ocupo de mis asuntos, y si nuestro amor murió joven, yo no puedo dar testimonio de ello.

Tendré que visitar a Thomas para aclarar las cosas junto con Susan, jamás creí que volvería a esa casa, pero lo haré. Tocando el timbre, y mi maquillaje oscuro, cabello suelto, y mi cuerpo siente como hierve la sangre.

_¡Hola, Marjorie! - Dice Thomas con su sonrisa tan falsa -, ¡pasa por favor, no te quedes ahí!

_¡Hola Thomas! - Dije seriamente

_¿Cómo estás?, hace tiempo que no venías a nuestra casa

_Estoy bien, y, también estaba ocupada, tratando de arreglar mi vida

_¡Ah!, entiendo, eh, Susan no está, ni Eleanor, para que las vieras

_No te preocupes, vengo a hablar contigo

_¡Está bien, siéntate!

_No, estoy bien así

_¿De qué quieres hablar? - Pregunta

_Alzando mi cabeza al techo, respondí - Tú crees que soy estúpida, ¿No es así?

_Asustado respondió - ¡Disculpa!, ¿De qué estás hablando Marjorie?

_No te hagas el confuso, sabes de lo que hablo

_Pues, realmente no

_¿Quieres que te recuerde? - Exclamé exaltada

_Sería de gran ayuda

_Cuando tú y Susan se fueron supuestamente a un viaje de negocios a Los Ángeles, y yo me quedé cuidando de Eleanor, ustedes jamás pensaron que me iba a enterar, todas las palabras de un asqueroso plan, que al final termina perjudicándome. La carta que me encontré en su habitación, decía mucho, pero, ¿sabes algo?, el dinero que les presté, o mi coche que lo vendiste sin mi autorización, pues ha quedado en el olvido, de eso te has librado; y pensándolo bien, ustedes dos son un asco, irse de vacaciones sin llevarse a su hija, descansar de ella, a ustedes les queda demasiado grande ese título de padres

_¡Ay Marjorie!, no te tengo miedo

_¡Pues deberías!

_No creo que seas estúpida, estoy muy seguro de que sí lo eres