Capítulo IX - Luz Del Día

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A veces es difícil expresar que tienes un problema, simplemente te alejas pero, de las personas a quiénes amas, sólo para no hacerte ni hacerles daño, o hacerles perder el tiempo con tus frustraciones, la ansiedad más la depresión, son diagnósticos emocional y físicamente destructivos, llorar porque sí, llorar por talvez, llorar por un no; lo más simple, lo más sencillo y pequeño, cosas que son tan valiosas, si algún día se destruyen, también se destruyó nuestra alegría, nuestro sentido de vida, y es tan difícil de manejar - ¿Cómo le digo a Michael que no me siento lo suficientemente buena para él? -, aunque lo quiera creer, no me convenzo, mi vida se fue a la basura, mis problemas son los responsables, soy tan inútil que no controlo mis emociones.
Todo me salió mal, jamás olvidaré los momentos malos, los que provocaron mi falta de paz consigo misma, desde la pelea con Betty, en donde casi la pierdo por mi estúpida inmadurez, Thomas, el peor amor de mi vida, no aprendí realmente, cometí el maldito error dos veces, y aún así salgo perdiendo, si mamá estuviera viva, me diría que, al final de todo, estará bien, que sea fuerte como ella, y no lo aprendí, no soy ella, soy débil - ¡Espero que no te avergüences de mí desde el cielo, te juro que trato de esforzarme, y no doy la talla! -, papá se fue a Misisipi, se mudó allí, le llegó una postal en donde decía que Dorothea, mi otra hermana por parte de mi padre, lo necesitaba, supuse que se iría, pues ella es adolescente, tiene problemas, y pues conmigo ya convivió demasiado, es hora de que esté con su otra hija.

Y Michael, con él aprendí a amar, conocí la forma del amor, mi tercer amor, el que no esperaba que sucediera, el que solo dejo que me sorprenda, cura mis heridas, me devuelve la felicidad perdida, que suceda sin crear expectativas, es el amor que esperaba que no sucediera pero, sucedió a cómo yo lo esperaba; y ahora, estoy dudando si verdaderamente yo le pertenezco, o ¿esto debe de pasar?, no me siento suficiente para alguien como él, me veo en el espejo del dolor y, mi imagen no cambiará, porque el dolor ya la manchó, empezó desde mi alma.
El Mr. Johnson talvez dirá que otra vez esto es pasajero, pero lo siento profundo, siento que este sentimiento me pertenece, esta es mi descripción, suena egoísta, pero, son meses de batalla, la ansiedad de ser perfecta para ese chico, para su familia, para que mi vida transcurra como un cuento de hadas, y la depresión, viene de noche, me visita cada día, sonrisas falsas salen a relucir, y se debe, a que el pasado vuelve, como las estaciones del año, jamás se evitan, jamás se olvidan.
Betty llamó a casa, teníamos mucho tiempo de no hablar, y es con ella que puedo conversar acerca de esto, la que me puede comprender, esta noche vendrá, le pedí que trajera helado, y chocolate.
Son las 7:30 pm, Betty llegó, me trato de arreglar un poco, y la recibo con una sábana que me envuelve, y me dice :

_Marjorie, ¿Cómo estás querida?

_¡¿Tú cómo crees que estoy?! - Respondí

_Pues, con esa sábana que te envuelve, más el chocolate y el helado que me diste, supongo que no estás muy bien, Marjorie, ¿qué pasó?, ¿es Thomas de nuevo?

_No, espero no volver a verlo

_Entonces, ¿Michael? - Pregunta con sentido estambrótico de la situación

_¡No!, él y yo estamos bien, pero, ¡prométe que no le dirás!

_Bueno, no me has dicho qué es todavía

_Betty, soy yo de nuevo, en el mismo momento, el mismo dolor - Le dije y, me tomó de las manos -, vuelve este sentimiento de decepción, ¡no sé qué hacer!, lo intento, muchas veces, y no lo logro entender, jamás ganaré esta batalla, todos los días me pregunto si, ¿soy yo el tipo de persona que esperaba Michael?, él me ama, y yo también, ciegamente, aunque la del problema soy yo; mi vida no es tan hermosa Betty, no estoy en un cuento, ya ves lo que pasó con Thomas, estoy en la etapa de mi peor versión, y mi cabello se cae si no lo notaste, ¡ayúdame Betty, no me dejes, ayúdame, te lo suplico!

Miss Marjorie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora