Miss Marjorie

Capítulo XIII - Amante

Por siempre, y siempre serás mi amante.
26 de diciembre 1981 - Llegó el invierno a Manhattan, hay nieve cubriendo los árboles, Nueva York vestida de blanco, y también lo estaré yo, faltan cuatro días para la boda, ¿si estoy nerviosa?, pues sí, tenemos días de organizar los preparativos; ¡es tan increíble saber que me casaré con Michael!, nunca pasó por mi mente que un día estaría así, el conocer a alguien en enero, para casarte en diciembre, los recuerdos y los momentos más pequeños, son los que ahora se vuelven más importantes.
Días antes de la boda, hablé con Michael sobre la luna de miel, me pidió que eligiera el lugar, sin importar a dónde fuera, y mi sueño siempre ha sido ir a Inglaterra, me gustaría conocer el Lago Windermere, dijo que él ha escuchado hablar de ese lago, su respuesta fue un sí, talvez acampemos, Michael estaría cumpliendo mi sueño.

El vestido de novia, fue un trabajo difícil, decidir cómo sería su estilo, pensé en que llevaría mangas de farol, su cuello barco, le quedaría excelente un escote ilusión, la falda con gran volumen, una tiara adornada con flores blancas y unida con el velo, todo eso combinará con el ramo de gardenias y jazmínes, y por supuesto con el novio.
El arreglo, sería un hermoso arco repleto de magnolias justo en la entrada, mesas por doquier con una vela en el centro, las guirnaldas en las paredes, el pastel de bodas, tendrá que ser el más atractivo detalle del evento, y por último los anillos, los símbolos de unión, Michael decidió que fueran de oro.
Talvez sueno algo ilusionada, pero al final de eso se trata ¿no?, soñar y creerlo, es de los mejores días que puedo tener.
Michael entiende que no seremos perfectos, sólo felices, solo él y yo, creando un nuevo recuerdo, un nuevo hogar, es más de lo que yo puedo pedir.

De repente, este invierno se ha vuelto claro.
Mientras el peligro esté cerca, y esté solo en la vuelta de la esquina, jamás podría darle paso.
Pero soy fuego y mantendré tu frágil corazón cálido, muchas personas piensan que el amor es falso pero, muero por ti en secreto.
Tu integridad me hace parecer pequeña, pintas paisajes en la pared, sabes que me columpiaría contigo en las cercas, me sentaría contigo en las trincheras, te daría mi vida salvaje, te daría un hijo en realidad.
Te entregaría el silencio que solo aparece cuando dos personas se entienden. La familia que elegí, es mi familia también, ahora veo a tu hermano como si fuera mi hermano, te daría mi luz de sol, te doy lo mejor de mí, pero, siempre vendrá la lluvia si te quedas conmigo.

De eso se trata amar, cuando el dolor aparezca no lo corras, abrázalo, te hará entender lo que significa amor.
Papá, ¿sabes qué dijo Michael? - Sonreí en un cielo estrellado - Dijo que está agradecido porque tú le diste la bendición de casarse conmigo, ¡sí papá, me casaré!, tú estarás ahí ¿verdad?, lleva a mamá también, ¡no saben cuánto desearía que ustedes estuvieran ahí!, y Dorothea, ella lleva los anillos y también me entregará, ¡sí!, un lazo afectivo entre ambas, y pensaré que estarán ahí, viéndome, ella es la presencia de ustedes, y mi niña, quiero que esté ahí sin dudarlo, ¡nada me haría más feliz!.
Y mi mejor amiga, mi otra hermana, mi cómplice de locuras cuando éramos jóvenes, te llamé :

_¡Hola Betty!, tengo una noticia que darte

_Marjorie, ¡hola!, dime

_¡Me casaré con el amor de mi vida!

_¡Oh querida, no sabes cuánto me emociono!, ¡Es una gran noticia, felicitaciones amor!

_¡Espero verte ese día, te amo!

_¡No te preocupes, llegaré, no puedo perdérmelo, jamás!, ahí estaré contigo.

¿Quién iba a pensar que así sería esta historia?, siendo jóvenes y amantes, nos perdimos en el estado de Nueva York, cumpliendo sueños de ambos, nos volvimos a conectar después de la separación, rememorando a High Line, en la noche de enero, y por eso regresamos a ese lugar, reímos y lloramos, me senté nuevamente en la banca con el café, y él debajo de la farola en donde estuvo bailando por primera vez con los ojos cerrados, caminó hacia mí y volvió a resbalar en el hielo, otra vez nos reímos de eso, otra vez repetimos el recuerdo que nos hizo sentir bien.
Y ahí estaba otra vez, forzando la risa, y fingiendo sonrisas, había un lugar viejo, cansado y solitario. Los muros de sinceridad, los ojos cambiantes y el vacío se desvanecieron cuando vi tu rostro, y todo lo que puedo decir es que fue un placer conocerte.
Tus ojos susurraron esa noche : ¿nos conocemos?, al otro lado de la habitación, tu silueta comienza  abrirse camino hacia mí, y fue encantador conocerte.
Esa noche fue brillante, no la dejamos ir. Estuve asombrada, sonrojándome todo el camino a casa, te juro que pasaré una eternidad preguntándome si sabías que estuve encantada de conocerte.
Era yo, rezando para que desde ahí sea la primera página, no donde termine la historia, mis pensamientos harán eco de tu nombre, hasta que te vuelva a ver como esa noche.