Es linda la noche de enero en Manhattan, con mis 23 años, y Centennial Park está en un baúl, olvidado y frío. Jamás me fui de viaje, eso era para hacerle creer a Thomas y así me dejara de buscar por un tiempo.
Esta noche saldré al High Line, ese parque jamás lo he visitado, hoy me daré ese lujo, tanta nieve en las calles de Nueva York, un clima frío envuelve la ciudad, compré en una tienda de cosméticos este labial color negro, me hace ver más inocente y dura a la vez, cantando mientras me arreglo como si fuera a una cita con un hombre, mis tacones altos me hacen ver sexy en cierto sentido, y una bufanda roja de algodón en mi cuello, la que me costó 15 dólares en la Avenida Madison, y mi abrigo negro, está un poco viejo, pero es cálido.
Betty dijo que el High Line es precioso, pues ella ya había visitado ese lugar, así que me tomé la libertad de venir, hay que olvidarse de la maldad por un momento, dejar que el dolor desaparezca de algún modo, compraré un café y me iré a una banca, hace demasiado frío.
Este invierno es algo interesante, primera vez que observo detalladamente como cae la nieve, los niños jugando, aquí afuera hay un mundo que ama dejarse ser, así debería ser conmigo, darme las oportunidades que nadie más me ofrecerá; estoy en el High Line, sentada en una banca como dije, un camino pequeño a los lados, las luces de las calles iluminan por doquier.
Veo que hay pocas personas, no sé si aquí circulan más personas, o esto es lo común, y estoy yo, con mi aliento caliente, manos cruzadas, y está un chico, debajo de una farola, tarareando una canción, es lindo su Levis, y su camisa vintage, parece que empezó a bailar con los ojos cerrados y lentamente, ¡vaya!, teléfono nuevo, con barba y, usa lentes redondos, ¡le quedan tan sexy! - ¡oh por Dios!, ¿cuándo fue la última vez que miré atractivo a un hombre? - al parecer me ha atraído de una manera muy especial, ¡parece un ángel con forma de amante!, pero se está acercando a mí, viene bailando con sus ojos cerrados, y, ¡oh no!, resbaló frente a mí y está justo abajo cerca de mis pies._¡Oh!, ¿estás bien?, ¿estás lastimado? - Pregunté con un signo de preocupación
_¡Oh vaya, un ángel aquí! - Respondió casi inconscientemente
_¡¿Disculpa?! - Reí, me causó gracia su reacción
_¡Ay no perdón!, a veces digo cosas incoherentes, ¡gracias por ayudarme!
_¡Edtá bien!, ¿te lastimaste? - Volví a preguntar
_¡No, solo tuve suerte, el suelo está resbaloso!
_Supongo, bailar con los ojos cerrados y apasionadamente cuando es invierno, y más si lo haces en las calles de Nueva York... Me llamo Marjorie Anderson
_¡Mucho gusto Marjorie! - Me estrechó su mano - Mi nombre es Michael Miller, me llaman Mike o Micky, es de cariño
_¡Mucho gusto Michael!, bueno, ya me tengo que ir, ¡adiós!
_¡Espera! - Dijo inmediatamente, y me preguntó - ¿Tienes planes hoy?
_Yo respondí - Realmente no, solo ir a casa, comer, darme una ducha y dormir
_Sonrió cabizbajo y se vió tierno, sus ojos azules lanzaron un hechizo en mí y dijo - ¿Quieres venir conmigo?, te invito a casa a tomar, una taza de chocolate
_Lo miré, y sonreí estúpidamente enamorada, contesté - ¡Me encanta el chocolate!
_Volvió a sonreír y me ofreció su brazo para llevarme de el - ¡Vamos!.
¡Wow!, Michael es sacado de una película de romance francesa, cada detalle de él, para mí era una dosis de extasis, sus ojos, sus labios, su sonrisa de chico fresco, ¡es hermoso!, un hermoso ejemplo de belleza y un dios griego, talvez cupido me lanzó su flecha, y yo no deba parecer una urgida.
Veinte minutos de camino, su gorro empezaba a caerse, y me pidió que por favor se lo arreglara, y tuvo que agacharse un poco, ni con mis tacones era más alta que él, ¡un dios griego como dije!, fuimos a su casa, linda y elegante, entramos, me ofreció que me sentara mientras preparaba el chocolate, me quité el abrigo y la bufanda, me observó atónitamente con su boca un poco abierta, y exclamó - ¡luces preciosa sin ese abrigo! - por un momento pensé que no volvería a recibir un elogio en mi vida, y él lo hizo esa noche, se quitó su abrigo y su gorro, y no dudé en querer ver su lindo cuerpo, aunque ande con su camisa gris - ¡oh Dios, esos lentes más esa barba lo hacen ver más guapo! - no dejaba de pensar en ello, y su cabello castaño y lacio, es bonito, sirvió el chocolate, yo en el sillón y me pregunta:
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Miss Marjorie
RomansaEn la ciudad de Nueva York, durante los años 80, una rubia llamada Marjorie, es la chica que vivirá diferentes situaciones en su vida, desde una ilusión disfrazada de traición hasta creer en el amor verdadero del cual Manhattan será testigo. Inspira...