Miss Marjorie

Capítulo XVII - Es Hora De Marcharse

El adiós, el saludo del despido, a veces no sabemos si es temporal o si es para siempre, ¿cuándo me tocará decir adiós?, posiblemente cuando mi alma reclame descanso, o cuando mi amante me llame para estar con él en el paraíso.
Desde aquel noviembre lo he extrañado, ni un día pasé sin pensar en él, lo anhelo a mi lado, se convirtió en mi deseo, en aquella estrella que he querido alcanzar, esperando cada año a que otoño y el invierno se fueran rápido, guardar el cárdigan que me obsequió y todo lo demás en un baúl quedó, era como verlo a él pero, no como abrazarlo.
Ya pasaron 33 años desde aquel entonces, ya estoy en la tercera edad, 60 años de mi vida, a veces creo que ha sido suficiente, mi hija Juliette, ya es una mujer, su rostro igual a Michael, una doctora, ¿qué diría él al verte?.
Le mostré desde entonces todas las fotos y los videos con mi amante, lloramos juntas, y es una excepcional hija.
Creo que ya será pronto de entregarle el diario de nuestra historia de amor, para que lo guarde en su alma.

Yo ya estoy vieja, cansada, las arrugas empiezan adueñarse de mi rostro, mis huesos tan frágiles, y mi cuerpo flácido reposando en una silla de jardín, pero mi memoria no olvidará jamás lo que fue Nueva York.
Juliette siempre está al tanto de mí, chequeos médicos, ropa y todo lo demás, para mis cumpleaños me llevaba a cada lugar que visité con su padre, pero faltó uno, Lago Windermere, y yo no he cumplido el deseo de Michael, no fui a esparcir sus cenizas, porque para mí, es como tenerlo vivo y no quiero que se vaya, todo este tiempo fue como envejecer a su lado.
Cada mañana, despedía a Juliette, y luego me iba al jardín, siempre imaginé a Michael conmigo, sus lentes, su barba, su voz, en el porche sentados, riendo de nuestra juventud, y en las noches la espero con la cena, solo sé que ella nunca sabrá que yo lloro en la claridad del día, y más cuando se acerca diciembre.

15 de marzo 2018 - Juliette dijo que me llevaría al doctor y se iría a trabajar, son los típicos y comunes chequeos, siempre salgo bien, pero esta vez, veremos qué pasa.

_¿Mamá, ya estás lista?

_¡Sí, ya bajo hija! - Respondí con mi voz anciana y agotada, viéndome en el espejo como cuando me vestía para Michael

_Llegaremos tarde, ¿estás bien?

_Sí, solo hace un poco de calor

_Ven, sube al auto... Mamá, te dejaré donde el doctor, me iré a trabajar y cuando salgas te tendrás que ir en taxi a casa, no puedo recogerte hoy, te daré dinero, ¿está bien?

_¡Claro Juliette!, no tienes que recogerme todo el tiempo

_Sólo me dices cómo te fue.

Y me dejó en el consultorio del doctor, no deseaba venir hoy, pero aquí estoy, toqué la puerta y entré, el doctor me saluda diciendo :

_¿Cómo está Miss Miller?

_Pues, muy bien, algo anciana

_Bueno, le tengo noticias Marjorie

_¿Y son buenas?

_Después de su última valoración, hay algo que está amenazando su salud - Dijo con sentimiento de preocupación

_¿Qué pasa?, ¡dígame! - Le dije ya exaltándome

_Su exámen de mamografía muestra un tumor maligno en su mama derecha, tendremos que empezar con el tratamiento que incluye quimioterapia, después volver a valorar, y esperando a que no se expanda a su otra mama u otra parte del cuerpo

_¡Por Dios! - Quedé en un momento de suspenso

_Marjorie, saldrá bien de esto, hay que tener fé y ser valientes, así que hable con alguien, y no tome la muerte como una opción o resultado final, muchos pacientes se recuperan, y tenga por seguro que usted será uno de ellos