12 pasos para enamorar a Takemichi

Capitulo 2: Tóxico

Las tardes de otoño eran tranquilas para Draken, siendo la niñera de Mikey según ToMan, él prefería decir que solo era un buen amigo cuidando a otro amigo que carecía de autocontrol en algunas situaciones, además de tener una que otra pelea.

Días de calma y tranquilidad, pero el ambiente sereno que atesoró se disipó con tanta facilidad como si de un sueño efímero se tratara gracias a Takemichi y Chifuyu.

Maldijo el día en que Sano decidió pedir ayuda a Matsuno para según ellos enamorar a Takemichi. En qué momento se le ocurrió encargar tal tarea a Chifuyu si el tipo pensaba con solo una neurona y tenía suficientes pruebas para confirmar su teoría.

Por ahora lo único que puede hacer es seguir caminando hasta la casa del rubio amigo de Hanagaki, después de pasarse toda la mañana arreglando el cabello de Sano y escuchar la escandalosa risa de Emma.

Decidieron arreglar una nueva reunión, "Tengo un nuevo plan, dijo Chifuyu" "Nadie acabará muerto, prometió". Draken decidió confiar en el chico, no tenía otra opción.

Llegaron a la casa del rubio para encontrar a Baji apoyado en una pared jugando con algunos mechones rebeldes que caen con gracia sobre su rostro, el azabache al darse cuenta de su presencia sonríe haciendo resaltar sus pequeños colmillos.

—¡Hey! Chifuyu dice que los lleve —vociferó abriendo la puerta para invitar a ambos rubios a entrar.

Los pasos de Draken son lentos, por alguna extraña razón presiente que nada buena va a suceder, intenta disipar la idea en su cabeza ya tiene muchos problemas con ToMan y ahora tener al presidente enamorado solo significa más problemas.

Baji sigue hablando con Mikey, ambos ríen por sus comentarios y empieza la cuenta regresiva cuando Matsuno entra en su rango de visión. El rubio tiene entre sus dedos un libro, Draken quiere creer que el chico no es tan idiota y está buscando una forma normal de enamorar a Hanagaki.

Se hecha sobre el sofá.

—Y bien Chifuyu ¿Cuál es el plan? Y por favor evita alguna estupidez. —comenta. El rubio levanta la mirada en respuesta y examina a sus invitados. Sonríe.

—No te preocupes Draken-kun tengo un plan infalible. El paso uno no dió muchos resultados pero este no puede fallar, el siguiente paso: Ser Tóxico nivel Chernobyl —. Los orbes de color verdes brillan de emoción y siente orgullo por sus palabras

Todos los presentes miran a Chifuyu, entre un sentimiento de alegría, confusión y decepción los invade.Baji recarga su barbilla en la palma de su mano y suspira, quiere darle una bofetada al rubio por tal idea, Mikey ya es posesivo con Hanagaki pedir más es exagerado, acaso quiere que Sano termine con una orden de restricción.

—Sé lo que están pensando. Y no, este plan no fallará, todos sabemos que Mikey-kun es posesivo con Take, pero Takemichi no.

En definitiva, nadie entiende nada. Draken rueda los ojos en respuesta, tiene una idea clara Chifuyu es un pésimo cupido.

Sin embargo Mikey no piensa igual, la idea le gustó, igual o más que los dorayakis, tal vez.

—¿Qué debo hacer? —, mientras Draken pensaba en un plan de huída Mikey acepta sin dudar la idea de Chifuyu.

—Tengo unos cuantos mangas que te pueden servir de ejemplo. —. Se levanta sin más dejando el libro sobre su cama y caminando hasta llegar frente al librero, se queda pensando un segundo y sonríe al encontrar lo que buscaba— Mira Mikey-kun, debes leer esto, ven.

El trío de jóvenes decidieron acercarse a Matsuno, para observar con más detalle el dichoso manga. En el aparecen dos jóvenes hablando, un azabache y un rubio. El más alto arrinconaba al otro, para soltar una risita burlona, sus dedos recorren con delicadeza los labios ajenos y declara con recelo que nadie debe acercarse a su "juguete". Mientras Chifuyu sonreí por las imágenes sus compañeros solo rogaban que Mikey no aceptará hacer esa tontería.