Destined to love en español [Ruta Okita Soji]

Capítulo 12 (1 - 5 )

Ayame: Okita...

Hice un pequeño puchero, pero mantuve la boca cerrada.

Okita: ¿Ves? No lo niegas.

Okita levanto la mirada hacia mí con una picara sonrisa.

****

Okita se inclinó contra la pared mientras me vestía.

Ayame: Okita, ¿A dónde has ido esta mañana?

Entrecerró los ojos mirando a su espada mientras respondía.

Okita: Fui a ver a Todo.

Ayame: ¿Oh?

Pensé en Kyo con esos vendajes alrededor de su cabeza.

(¿Qué asuntos podría tener con Kyo?)

Mire a Okita con curiosidad. Cuando nuestra miradas se encontraron, una chispa de preocupación se encendió en mi corazón.

Ayame: ¿Fuiste a ver como se estaba recuperando?

Okita: Si.

Desvío ligeramente la mirada mientras asentía.

Okita: También, quería pedirle un favor.

La inquietud en mi interior se incrementó.

Ayame: ¿Un favor?

(No puedo imaginar que le puede haber pedido Okita a Kyo.)

Okita inclino la cabeza con curiosidad cuando se dio cuenta de mi expresión preocupada.

Okita: ¿Por qué me estas mirando de ese modo?

Ayame: Lo siento, yo solo...

(Me ha sorprendido que Okita le pida un favor a alguien. Por lo general no suele confiar en los demás.)

(¿Qué favor puede haberle pedido?)

No me atreví a preguntar. Okita sonrió.

Okita: Te acompañare a casa. Date prisa y vístete.

Ayame: ¿Es realmente una buena idea?

Quería pedirle que se quedara y descansara, pero Okita se puso de pie antes de que tuviera la oportunidad.

Okita: Estaré bien. No voy a desmayar ni nada parecido.

****

Era muy temprano, el cuartel aún se encontraba en silencio cuando nos fuimos. Camine por las calles desiertas con Okita.

(Esto es una novedad.)

(Okita acompañándome a casa durante todo el camino desde el cuartel.)

(¿Por qué lo está haciendo ahora?)

La implacable inquietud seguía agitándose en mi interior.

(La inquietante sensación que tengo no desaparece.)

Suspire por lo bajo y mire la espalda de Okita mientras caminaba delante de mi.

****

Cuando finalmente nos encontramos frente a Shiki, Okita se detuvo y me llamo sin darse la vuelta.

Okita: Ayame.

Ayame: ¿Sí?

Su voz no sonaba distinta de lo habitual.

Okita: ¿Recuerdas lo que me dijiste la primera vez que nos vimos?