|Capítulo 7|

7.1K 586 63
                                    

Intento calmarme pensando en cosas positivas, creyendo que mi vida será mejor una vez que esté al lado de Ginny

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Intento calmarme pensando en cosas positivas, creyendo que mi vida será mejor una vez que esté al lado de Ginny. Pero no es cierto, está sosteniendo mi mano, con gran dulzura y yo simplemente siento ganas de vomitar.

No por ella, más bien por su tacto casi indeseable por mi interior. Esto no había pasado nunca. Y hoy no es buen momento.

Ella ya dio el acepto. Ella se comprometió a estar conmigo por siempre. Pero yo no he dicho nada en todo el trayecto. Es momento, el encargado de esta vida pregunta lo que más he deseado en tanto tiempo. Lo que se supone me haría saltar de la emoción. Pero simplemente siento que quiero huir.

– ¿Acepta a Ginny Weasley para aceptarla, respetarla y amarla en las buenas y en las malas?

Nuestra boda es al estilo muggle, en un principio yo no quise esto. Pero desde la partida de Malfoy mis pensamientos no dan a razonar nada más que agonía. Y es tonto, pero no di mi opinión para lo que se supone es la decisión más importante en mi vida.

Se que debería hablar ya, me he tardado bastante tiempo en responder y por eso ya se escuchan los susurros entre el público.

Quedé casi paralizado, volteo la mirada para ver a Ginny. Su mirada y rostro están llenos de esperanza, me duele más saber que no puedo hacerla feliz si es que yo tampoco lo soy.

Pero hay algo que me dice que si. Simplemente acepte y deje que el destino se encargue de lo demás. Después de todo yo empecé esto.

– No.

Primero se escucha ese pequeño susurro salir de mis labios. Se escucha el asombro por parte de todos. Ginny me ve con sorpresa y sonríe.

– Lo siento Ginny, no puedo.

Digo está vez más claro. Su sonrisa tarda en desvanecese, pero hace una mueca de dolor y las lágrimas caen como cascadas sobre sus mejillas.

Tal vez me reclamé por qué mis estupidas decisiones pero solo calla. Todos están callados de igual forma. Nadie se atreve a si quiera murmurar.

Agarra mi mano y me lleva lejos.

Una vez en un lugar, lejano de todos, ella me abraza y eso me sorprende en demasía. No sé por que lo hace, solo me quedo a corresponder ese abrazo. Es con gran cariño, en este preciso instante me arrepiento de haber dicho que no.

– Espero que seas feliz, Harry. Te quiero demasiado, pero tú ya tienes un destinado. Ve con él. Se que podrás arreglarlo.

Su voz sale rota.

Siento como mi traje se moja por sus lágrimas, la envuelvo aún con más fuerza, pero sin lastimarla, entre mis brazos.

– Lo siento Ginny, espero que tu también seas feliz.

Ella se separa levemente, me da un beso en la mejilla y vuelve a sonreír.

– Volvamos, les debemos una explicación. Y tú después te irás directo a buscar a Malfoy.

ROJO COMO UN HILO [en correción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora