|Capítulo 6|

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Siempre me han dolido las despedidas, es algo que se siente como la mierda. La primera vez que fui a Hogwarts incluso me sentía un tanto apático debido al notorio dolor que llegue a tener por la ida de mis padres.

La gran mayoría de personas que he llegado a conocer dicen que una despedida es mejor a quedarse callado.

Pero siempre he tenido uno que otro pensamiento distinto a ellos, no me gustan las despedidas. Y siempre he tratado de evadirlas. Como si yo fuera un ratón huyendo de un gato.

Adorable comparación por cierto.

El punto de esto es; hoy aunque no me gustará tenía que despedirme de mis amigos. O era más bien un "hasta luego, nos vemos dentro de tres meses". Pero no quitaba el hecho de que era triste.

Ese día hablamos lo más que pudimos. Y hasta ahí todo bien, pero ya al final, cuando por fin saque los nervios de mi cuerpo, sentí la presencia de alguien más.

Dirigí mi mirada a aquel lugar que desprendía algo tan cálido, algo me jalo, algo me atrajo. Lo vi, era él. "La mierda más horrible de Hogwarts". Como decía Pans.

Y tiene total razón, ser el puto Salvador del mundo mágico no te da derecho a tratar así a alguien. Pudo simplemente decir las cosas como son, ambos hubiéramos llegado a un acuerdo en donde no permito que el me marque de forma definitiva o llegar a alguna clase de acuerdo dónde él pueda ser libre con su pelirroja.

Pero no, el imbécil decidió que lo más doloroso también era lo más sencillo.

Deje de prestarles atención a mis amigos, hablé con el.

Fue algo imprevisto el decirle adiós. Pero a comparación de mis amigos y padres, se que este adiós es el definitivo.

Se perfectamente que ninguno de los quiere verse. Bueno, al menos él no quiere verme.

Por qué yo sí quiero, es más, en este preciso instante podría ir y rogarle que por favor me acepte.

Sería humillante, pero lo deseo tanto. Y no solo yo, mi lobo también lo quiere, lo necesita.

Suspiró mientras preparo mis maletas por medio de magia.

Es imposible dejar de pensar en el, es imposible dejar de pensar en su hermoso cabello azabache, en sus resaltantes ojos esmeralda, en su piel de un tono un poco bronceado, sus lentes que lo hacen ver adorable y a la vez sexy, en su formado cuerpo. Pero más que nada, lo que me enamoró, su actitud de líder, su actitud de justiciero e incluso su calida forma de ser.

Con todos menos conmigo.

Si hay algo que detesto más que mi existencia, es el hecho de haberme enamorado de la persona incorrecta y por si fuera peor que sea mi destinado. Es doloroso y terrible.

Deseo que mi vida sea más tranquila.

Remuevo con un leve movimiento todo aquel cruel pensamiento. Es hora de centrarme en lo importante. Yo.

En como tendré una mejor vida sin su estúpida compañía.

– Bien, aquí vamos querida Francia.

Sonrió, es lo que necesito. Una vida fuera de todas estas mierdas raras. Pero antes a hablar con mis padres.

Nuestra boda, el momento más feliz de cada persona que tenga una familia

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Nuestra boda, el momento más feliz de cada persona que tenga una familia. Una unión que hará que tu vida cambie drásticamente, si eres un beta no sabes lo que pasará precisamente.

Si eres un omega o alfa las opciones se hacen limitadas.
Si es tu destinado; tener una vida llena de cachorros o una donde ambos sean felices juntos.
Y si no lo son a veces la vida no se va de vuestro lado. Aunque claro también hay limitadas excepciones.

Y volviendo a centrar mi atención en mi boda, las cosas han cambiado demasiado para mi. Desde la partida por parte de ese rubio, no he podido dormir ni un solo momento. Tampoco he podido dejar de pensar en él y su ausencia.

Hace poco vi como Seamus y Dean descubrieron que son destinados, no aguantaron más y se hicieron pareja. Ambos son adorables juntos, cariñosos y si tienen discusiones casi no es algo con gran importancia.

A veces me imagino a mí así con Draco. Pero es ridículo, debería pensar así con Ginny.

Siento que mi lobo a veces quiere tomar el control de mi mente y hace estupideces.

Hoy estoy más que listo para salir hacia el altar junto a mi prometida. Más que decidido para poder tener la vida que tanto deseaba... Pero ese deseaba me hace dudar.

Hace poco deseaba que mi vida sea feliz a lado de Ginny, una donde tengamos muchos cachorros y cumplamos nuestras metas, juntos. Pero hoy esos deseos están inundados de Malfoy.

Me he llegado a jurar internamente que esto debe parar, pero aquí como si fuera un idiota estoy arrepentido de cada decisión que tomo.

Estoy preparándome para salir. Es una fiesta demasiado pequeña, donde solo están amigos cercanos. Ron, por supuesto vendrá. Tratamos de reconciliarnos; quizás no estamos del todo bien, pero es mejor a cuando antes ni nos dirigiamos una palabra.

– ¿Listo para comenzar con tu propio destino?

Al voltear veo a mi mejor amigo. Se que tarta de apoyarme y también se que hace poco encontró a su alma gemela. Es Blaise Zabini, irónicamente el mejor amigo de Draco.

Hermione se lo tomó a bien y le deseo lo mejor, seguimos siendo los mejores amigos, como cuando éramos chiquillos que estaban en cada aventura posible.

– Creo que si.

Escucho pasos a las distancia, es Zabini. Quien abraza a Ron y le roba un beso, fruncí la nariz con incomodidad.

– Blai, me asusté, tonto.

Dice un poco alterado. Quizás me cause un poco de incomodidad verlos, pero pensar que antes pude arreglar algo con Draco me hace sentir decaído. Fui un idiota.

– Deberías ir con él, se que ya te arrepentiste Harry. No te ates a una vida que no deseas.

Es sorprendente ver cómo Ron me puede leer tan rápido, levantó la mirada. Su novio está con el seño fruncido y viéndome como si fuera inferior.

– ¿Y dejar que te acerques a él? Bajo mi cadáver estúpido Potter.

Suelta una leve risa. Es cierto, debería dejar de pensar en tan si quiera respirar su mismo aire, escucho un quejido y noto que mi pelirrojo amigo le dio un codazo en las costillas.

– Quizás tenga razón, solo lo herire más. Y también a Ginny, vamos y dejemos esto de lado.

Escucho un suspiro por su parte, yo retengo uno.

– Bien, suerte Harry.

ROJO COMO UN HILO [en correción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora