PARALELO l.s

capitulo 2 - sueño

A Harry le tomó al rededor de unos 40 minutos hacerlo bien, se tomó la molestia de pasar todo su guión a unas hojas más lindas y decorarlo, con algunas fotos y colores, realmente esto era más un capricho, pero le gustaba.

Se puso de pie rápidamente, colocó seguro a su puerta, calculó en su mente que su madre se iría en tal vez unas dos horas por lo que tenía tiempo de sobra hasta que su hermana lo fuera a buscar de nuevo.

Se recostó en la cama, quitando todos los cojines y peluches que tenía, quería estar lo más cómodo posible así que eso fue lo que hizo. Ahora estaba recostado con las manos algo abiertas y sus piernas también, recordando todo lo que había visto en ese video tutorial.

"Que esto funcione, porfavor"

Mentalmente se relajó lo mejor que pudo, trató de calmar su respiración primero, llevando un ritmo considerado hasta que su corazón vaya a un ritmo justo.
Eliminó cualquier tensión de sus piernas y mentalmente recorrió su cuerpo con sus manos, como si estuviera masajeando cada músculo.
Finalmente llegó a su torso y luego a sus manos, no sabía realmente si estaba sucediendo algo o si era mental, pero tal vez sentía que sus manos se estaba adormeciendo un poco.

Una vez el mismo consideró estar lo suficiente relajado empezó a contar, recordando que debía hacer pequeñas pausas para visualizar mentalmente un poco mejor con detalle su RD.

"100, 99  98, 97..."

En su cabeza corrían muchas imagenes rápidamente, agradecía por tener esa mente curiosa que le facilitaba imaginar todo, incluso poder llevar sus sentidos más allá y realmente creer que lo que pasaba por su cabeza era una realidad.

Llegó al 60 e imaginó su casa, con sus madres una tarde como siempre, Amelie preparando la cena y Nani haciendo algunos experimentos con plantas que el mismo se había dado la tarea de ir a buscar en brusse, su caballo.

El aire rozaba sus mejillas suavemente, y el sol estaba bastante tranquilo esa tarde, la primavera estaba empezando allí así que había flores, muchas flores, un campo inmenso de flores que parecía ser interminable.

Conocía el lugar en su cabeza a la perfección, cada montaña, cada colina, cada espacio en su casa, pero ahora mismo había llegado al 30, y no sabía como su cabeza creo la imagen de estar en un pequeño lago, un lindo lago.

El aura del lugar era simplemente maravilloso, el sol caía en una suave cortina de costado, dejando parte del pequeño prado que nacía junto al lago bajo una sombra acogedora.

Algunas flores nacían al rededor, pero este parecía un lugar secreto, incluso podría decir que hasta sintió el olor del pasto ligeramente mojado por una brisa pasajera, y sintió bajo sus muslos como su caballo respiraba pesadamente por el trote, ese lugar parecía diferente, como si nadie había estado ahí antes, excepto por...

"¿Es eso una persona?"

La puerta de su habitación sonó, sus ojos se abrieron como un reflejo y por un segundo sintió su respiración cortarse. ¿Estaba funcionando? Miró a su al rededor, su ventana un tanto abierta permitía entrar un poco de aire a la habitación del chico, la noche la había caído.

"¿Cuánto tiempo pasó?"

—Harry?—Volvió a sonar la puerta.

El chico de puso de pie, revisando algunas veces con la mirada que no hubiera nada extraño a su al rededor, se aproximó hasta la puerta para quitarle el seguro y abrirla.

—Perdón ma, me había quedado dormido, no me di cuenta—dijo saliendo y cerrando la puerta detrás de el solo por si acaso.

—No pongas seguro Harold, ya te lo he dicho—El chico bajó la mirada, aún se sentía perdido.