PARALELO l.s

capitulo 4 - conexión

Ese fin de semana Louis se sentía un poco más animado de lo normal, bueno, en realidad muy animado, pero no había un motivo, el solo se despertó y algo en su pecho le decía que iba ser un buen día.

Los últimos días nada había cambiado seguía soñando con lo mismo y en varias ocasiones se dormía de la nada a mitad de la tarde y para cuando despertaba los mismo recuerdos del ese lugar permanecían en su cabeza todo el día.

Su hermana no lo había molestado, o al menos no tanto, a veces le hacía preguntas pero nada más de eso, todo parecía normal.

El café todavía permanecía caliente, Louis llevaba un abrigo ya que hacía mucho frío esa tarde, se encontró a el mismo viendo su taza de café con una sonrisa tonta, ¿Por qué estaba tan feliz? , no era un día especial, no había pasando nada nuevo, pero sentía emoción, una emocion como si fueras a ver a alguien después de mucho tiempo.

—Hola hermanito!—llegó Leila con dos trenzas como era de costumbre y una sonrisa muy grande.

De pronto Louis se puso serio al notar la presencia de su hermana pero el sentimiento en su pecho era el mismo.

—Me alegro de verte también Louis—dijo tajante.

—Nos vimos en el desayuno. Y ah verdad, vivimos juntos Lali—respondió con el mismo tono.

—Si, cómo sea—hizo un ademán con la mano—.Estuve estudiando un poco tu comportamiento, vamos—dijo tomándolo del brazo para arrastrarlo por el pasillo a su habitación.

"Bien, pasó lo que no quería, me estoy convirtiendo en su conejillo de indias, no, ya lo soy!"

Entraron a la habitación de la chica, era muy linda, un poco más pequeña que la de Louis pero aún así se veía más ordenada que la de él. Todos los muebles eran blancos y las paredes eran lilas, un lila pastel.
Louis pudo notar que tenía colgadas unas luces que él le había regalado en navidad, se sintió bien, también tenía muchos dibujos aparentemente hecho por ella misma, muy buenos, no recordaba que su hermana dibuje tan bien.

En el suelo había colocado algunos cojines y en medio una pequeña caja de madera a manera de mesita.

—¿Qué vas hacer, leerme el tarot?—preguntó sarcásticamente.

—No todavía.

"¿QUE?"

—Sientate—le ordenó y Louis le obedeció.

No sabía lo que tramaba pero le parecía gracioso, así que decidió dejarse llevar ya que esa tarde se sentía especialmente feliz.

—¿Qué hora tienes?—preguntó su hermana.

Louis miró su celular y luego a ella.

"Bien, eso que significa?, debería decirle o no?"

Su hermana lo miraba insistiendo que le diga la hora, solo volteó los ojos.

—14:41pm

Leila asintió sonriendo como si ya supiera que iba decir eso. Respiró hondo, tomó el control de sus luces y empezó a cambiarlas.

—Leila.

—Perdón, bueno, al punto—dijo finalmente dejando las luces en un color morado bajito que combinaba con el resto de su habitación—.Primero debes saber que quiero ayudar y no aprovechar de tu situación, osea si un poquito pero más ayudar.

Louis soltó un bufido y su hermana rió.

—Bien, lo siento. A ver, voy al punto. Louis tus sueño no son sueños—dijo sin más.