Observaba atentamente a sus compañeros, buscando a la pobre alma en desgracia que se convertiría en su próximo objetivo. Estaba Deku, era un chico atractivo y bastante varonil, pero su sexualidad era demasiado confusa como para intentarlo con él. También estaba Sero, quien probablemente le metería la lengua a la boca y le tocaría una nalga si le llegaba a pedir eso, descartado. Bakugou estaba descartado por obvias razones. Le llenaba de vergüenza acercase a Aoyama, demasiado... brillante. Ojiro, muy hetero. Sin ánimos de ofender a Tokoyami, no creía que besar su pico le ayudara. Shoji, Koda y Sato eran demasiado buenos y le causaban una sensación demasiado soft como para pedirles algo así. Mineta simplemente NO. De la clase B no había nadie lo suficientemente cercano.
Así que por descarte solo le quedaba una opción... el guapo, popular y traumado Shoto Todoroki. Si lo pensaba bien era un gran candidato, no entendía del todo el significado de los besos así que no le daría demasiada importancia. Seguro se sentirá culpable después por pedirle algo así a un chico tan bueno como el bicolor.
-Kirishima, deja de soñar despierto y vuelve a entrenar.
Lo regaño Aizawa sensei. Cierto, los entrenamientos, no había notado en qué momento sus ojos se habían posado en su amigo explosivo para luego perderse en sus propias imaginaciones locas donde le pide al hijo del héroe numero dos que intercambien salivas boca a boca. Deseaba pedirle ese favor a Bakugou, era su mejor amigo, el chico más varonil que ha conocido en sus largos dieciséis años de vida. Más de una vez se había descubierto imaginando como seria la sensación de sus labios, a simple vista se veían algo ásperos, pero quizás eran más suaves de lo que se esperaría, quizás podría poner sus manos en sus caderas o mejillas. Mejor no pensar en eso, debía concentrarse en su plan, al cual decidió llamarlo "Asalto a la virginidad de los labios del compañero guapo", era una semana de malas decisiones.
Su plan se puso en marcha justo al día siguiente. Había sido una mañana de martes tranquila, las clases no se le estaban dificultando desde que comenzó a utilizar los consejos que Iida le dio en las tutorías, sentía que ya ni siquiera necesitaría las tutorías. Bueno, quizás como excusa para...
CONCENTRANDONOS EN EL PLAN.
Se acerco al bicolor durante el almuerzo. Por suerte para él, no estaba con su grupo. No tenia idea como lo habría hecho si estuvieran Tsuyu o Deku o Uraraka, o peor, Iida.
Se aceco alegremente a su compañero, dando pequeños saltitos para que no se notara que sus piernas temblaban.
-Todoroki, mi amigo.
Lo saludo amistosamente tratando de que no se le notara lo nervioso.
-¿somos amigos?
Le respondió con una emoción tan evidente que llegaba a ser adorable, a pesar de que al inicio del año pasado se había comportado frio y cortante con todos, Deku había hecho un gran trabajo ablandando su corazón, lo convirtió en una masita, una que podía matar villanos pero masita al final. Ahora se sentía culpable de utilizarlo para solucionar sus problemas hormonales.
Kirishima le paso un brazo por sobre los hombros.
-oye... me preguntaba si...
-si, los pelos de todo mi cuerpo son de dos colores.
-interesante. Pero no era eso lo que iba a preguntar.
-lo siento, es la costumbre.
Muy varonil, sin duda. Pero era increíble cómo podía combinar un encanto arrollador con una dulzura aplastante, seria todo un espectáculo ver la cara de Endeavor si viera a su hijo favorito comportarse como un gatito todo soft mezclado con un chico frio de wattpad. Era la primera vez que analizaba tanto al bicolor, con razón tiene tantas personas enamoradas de él, caer a sus pies es bastante fácil, llega a ser aterrador.
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Un amor no correspondido
FanfictionIida es un estudiante modelo y el presidente de la clase 1A. El alumno perfecto. Pero todo se le sale de las manos cuando comienza a tener extraños sentimientos por uno de sus compañeros.